Daniel Estulin.- Según una de las últimas encuestas del USA Today, los estadounidenses son tan malos en geografía como en historia mundial.
Por ejemplo, 78% de los yanquis, han colocado a Egipto, en algún lugar entre China y Corea del Norte. Bien, está bien. Más de 60% no sabían nada a cerca de los disturbios en Magreb. ¿Sorprendidos? ¡¡Hombre, tampoco, es para tanto, digo, yo!! Con March Madness, es decir 345 partidos de la liga Universitaria de baloncesto, los playoff de la NBA, hockey sobre hielo, campeonato del mundo de curling, futbol americano, campeonato mundial de dardos y la ultimísima tendencia de “cometartas” (campeonatos entre personas obesos que con sus manos atadas por detrás están obligados de comer el mayor numero de tartas posibles en menor tiempo), perder los acontecimientos entre los tipos sucios y amantes de cabras de Magreb no es para tanto!!
Y, de todos modos, ¿Quién dice que es verdad? Seguramente lo de Magreb es otra conspiración más de las mentes retorcidas del gobierno y sus acólitos! Así que nada, como humanista que soy, me gustaría aportar mi granito de arena a la educación Platónica de esa masa sucia repugnante, amantes de las hamburguesas y hotdogs que es el pueblo americano.
¡Viva David Rockefeller! ¡Vivan los pañales de Dodots que el viejo asqueroso utiliza porque cada 5 minutos hace pipi y caca en su pañalito! ¡¡¡Viva la masa sucia!!!
Lección 101 de Geografía
Los estadounidenses no conocen su Geografía. Hay excepciones, por supuesto, como el artículo principal del Washington Times que afirma haber encontrado a un hombre de 97 años en Colorado quien, a través de un claro y detallado mapa original de 1491, fue capaz de localizar la mayoría de los continentes; pero yo mismo puedo ser capaz de apaciguar algunos de los temores que atenazan a la Metrópolis más grande del mundo y a sus Fuerzas Armadas, que se nutren mayoritariamente por minorías pobres y analfabetas dispuestas a “soportar” a Bush y se dejan la piel por tierras lejanas.
Al continente situado directamente por debajo de ti si estás de pie en Canadá se le denomina “América del Norte” (al que se llega volando de Florida a Nueva York), se llama así fundamentalmente para distinguirlo de Europa, que no es lo mismo, aunque quizás algún día lo sea. América del Sur se encuentra al sur de América del Norte (al que se llega con el billete de vuelta de Florida-Nueva York).
Ahora bien, si estás en América del Norte, y el sol se pone, el lugar donde el sol toca el horizonte se llama Los Angeles, que está en el Oeste. El lugar donde el sol se levanta, siempre que Donald Rumsfeld, el secretario Powell, la Junta de Jefes del Estado Mayor, el general Franks, el presidente Karzai y el echador de cartas de tarot de Ronald Reagan, concedan su permiso, se denomina el Este. Si sigues tu dedo y finges que se mueve al otro lado del Océano Atlántico (que es el océano al este de Estados Unidos, o del lado de la mano derecha si estás mirando hacia allí, con el ojo izquierdo fijo en Seattle y el derecho en Halifax, que está en Canadá), la primera cosa que el dedo alcanzará, si se asume que éste no es devorado por un pez perspicaz a medio camino, será un trocito de tierra llamada Europa. Aquí es de donde viene el queso y el buen vino de mesa de América, el críquet, los dardos, beber cerveza, las familias reales y Paco de Lucía, también Inglaterra, España, Portugal, Francia, Alemania, Hans Blix, amigo “Anzar”, Toni Blair y su personalidad de culto. No puedes perdértelo.
Ahora bien, si fueras directamente al sur desde Europa (dirección a tu ombligo), te darías cuenta finalmente de la existencia de una gran masa de tierra que algunos llaman ‘África’, porque el peinado afro se originó allí.
Desafortunadamente para los estadounidenses, la mayoría de las personas en África son negras, tienen SIDA, caminan descalzas y comen carne cruda. Encima de eso hay elefantes y cosas de esas vagando por ahí, insectos grandes y desiertos, un país llamado “Níger”, que suena grosero y un lugar llamado “Freetown” que ha estado en guerra desde la Gran Inundación. Así que por el momento vamos a olvidar todo sobre África-como hace el gobierno estadounidense. Esto es Geografía para blancos. La mayoría de los negros saben ya dónde está África. Lo importante es esto: justo donde Europa y África no se conectan es el Mar Mediterráneo, la masa acuosa azulada que la mayoría de los africanos intentan cruzar al menos una vez en su vida como emisarios culturales del Tercer Mundo, y si seguimos con ese dedo intrépido dirección sureste (comprueba tu brújula y mantenla alejada de grandes electroimanes), descubrimos un mar mucho menos impresionante que se llama el ‘Mar Rojo’ aun teniendo en cuenta que es azul. Si el Mediterráneo separa África de Europa, el Mar Rojo separa África de “Oriente Medio”, dividido en “Oriente Próximo “, llamado así porque aunque no está tan lejos como algunas zonas del Este, como por ejemplo el “Lejano Oriente”, de algún modo sí está en el medio de las áreas consideradas como orientales.
Irak es un país de Oriente Medio. Se encuentra localizado en medio de Oriente Medio, así que es fácil de recordar; Afganistán, que ha estado en guerra desde la infancia del profeta Mahoma y que se ha visto reducido a restos de polvo de escombros no está junto a Irak, pero está mucho más cerca de América del Norte. El país entre Iraq y Afganistán es Irán, que enseñó a los estadounidenses una de sus primeras lecciones de Geografía allá por 1980. Arabia Saudita, que es de donde realmente vienen los terroristas, está directamente al sur de Irak.
Una vez dejamos atrás a Irak con sus ruinas humeantes, continuamos siguiendo con nuestro dedo hacia el Este, y ahora cruzamos Irán, Afganistán, Pakistán hasta la parte más septentrional de la India antes de llegar al Tibet, que fue masacrada hace mucho tiempo, y es parte de China. El Budismo es la religión “oficial” de China y los estadounidenses tienen poco que temer de los budistas chinos, en primer lugar, porque los tibetanos son amantes de la paz y es poco probable que invadan los Estados Unidos en los próximos 10.000 años, en parte porque hay varias docenas de naciones, un océano y 16.000 kilómetros entre ellos, en parte debido a que no conducen y en parte también porque el gobierno chino no les permitirá salir a menos que prometan que no se quemarán a lo bonzo en protesta por la falta de sensibilidad de los Estados Unidos. En estos momentos estamos tan lejos de todo el mundo que en realidad hemos perdido de vista el porqué estamos haciendo esto. Inmediatamente después de China hay una península de tierra a la que, siento mucho pudor informar, llaman “Mar Amarillo” por mucho que en realidad posea un tono similar al del “Mar Rojo”.
Esta península comprende Corea del Norte y Corea del Sur. Corea del Norte es el Norte, y tiene misiles con los que supuestamente se pueden arrasar a Corea del Sur y Japón, y alcanzar a América del Norte a través de una ruta secreta llamada el Polo Norte, o en otras palabras, mientras que estamos mirando hacia el Este, el Noroeste se acerca sigilosamente hacia nosotros, probablemente disfrazado de Santa Claus. Después de Corea ya estás en Japón, y entonces, no hay absolutamente nada de nada en 9.000 kilómetros, excepto agua. Este agua se llama el Océano Pacífico, porque se encuentra en el Pacífico.
Bueno, ¡ha sido divertido! Ahora estoy preparando mi próximo proyecto de la clase Historia 101 a través de una revisión histórica de la evolución Mormona. Hojeando uno de los libros de texto de lectura obligatoria, el otro día me encontré con un interesante aperitivo informativo que un investigador sagaz como yo nunca permitiría dejar pasar. Según el autor, John Ray, Jr., Charles Darwin era un espía francés en la corte de Isabel I al que se le atribuye la invención del ajedrez. ¿No son comunistas los buenos jugadores de ajedrez? Bueno, pero eso ya será para la próxima clase.
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