Norelys Morales Aguilera- Un psicólogo cuyas teorías ayudaron a establecer las bases del programa de tortura de la CIA recibió un contrato militar de 31 millones de dólares sin licitación. www.salon.com informa que Martin Seligman, de la Universidad de Pensilvania, firmó un contrato para ayudar a los soldados estadounidenses a lidiar con la carga psicológica de múltiples recorridos de combate, según reseña Democracy Now! en español.
Seligman, ex presidente de la Asociación Estadounidense de Psicología, presentó en el año 2002 su teoría de la “indefensión aprendida” en la escuela SERE de la Armada en San Diego. En la década del 60, Seligman había experimentado con perros y descubrió que asustando a un perro de forma reiterada y al azar, podía brutalizarlo emocionalmente hasta llevarlo a un estado de pasividad absoluta. Sus investigaciones luego se usaron para los métodos de tortura del gobierno de George W. Bush conocidos como “técnicas de interrogatorio incrementadas”.
Se mantienen Guantánamo y otras bases donde se sabe se ha estado torturando y aún no se decreta el cierre de las mismas. Más aún, se ha sabido que Estados Unidos opera una cárcel secreta en su principal base militar en Afganistán y torturan a prisioneros, denunció la organización Open Society Foundations, radicada en Nueva York.
Seligman, en junio de 2010, negó que tuviese algo que ver con la tortura, en respuesta al artículo de Thierry Meyssan “El secreto de Guantánamo”.
“He leído en la prensa, protestó el investigador, que los torturadores utilizaron mis teorías sobre la impotencia aprendida como base parcial de lo que hicieron. De ser cierto, fue algo que se hizo sin mi consentimiento, sin tener yo conocimiento de ello y, por supuesto, sin mi «supervisión»… Nunca he trabajado bajo contrato público (ni bajo ninguna otra forma de contrato) sobre aspectos de la tortura, ni estaría dispuesto a hacer un trabajo sobre la tortura."
Sin embargo, no se conoce que esté descontento o haya protestado tras habérsele concedido en febrero por el Ejército un contrato sin licitación ("sole source"), al centro de investigación de Universidad de Pennsylvania dirigido por Seligman. Del equipo encabezado por el psicólogo se demanda la formación en resiliencia para enseñar a los soldados como enfrentar mejor a la tensión psicológica de los desplazamientos combativos. (En psicología, el término resiliencia se refiere a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional). Vínculos con la tortura son sutilezas.
Documentos del Ejército muestran que a nadie más se le permitió hacer una oferta para el mencionado contrato en la materia porque "sólo hay una fuente responsable debido a una capacidad única siempre, y no otros suministros o servicios que satisfagan las necesidades del organismo."
Por el contrario, www.salon.com fue capaz de identificar expertos en otras instituciones en todo Estados Unidos, incluyendo la Universidad de Maryland y de la Clínica Mayo. De hecho, en 2008 la Infantería de Marina inició un proyecto con UCLA para llevar a cabo la formación en resiliencia, para los marines y sus familias, en nueve bases militares en territorio norteamericano y en Okinawa, Japón.
Seligman y su equipo deben ser considerados por el ejército norteamericano con “la capacidad para hacer el trabajo necesario”, que es la condición con que otorga el gobierno contratos sin licitación, según Trevor Brown, un experto en contratación de la Universidad de Ohio.
Así está en pie la ciencia de la tortura en Estados Unidos. Barack Obama no se atreve a destapar la caja de Pandora aunque incumple su promesa electoral. El aspirante cuando hizo ofrecimientos no conocía el peso y la impotencia de ser el Presidente más poderoso del mundo.
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