Salvamento de mineros chilenos: trabajo para el circo mediático.


Norelys Morales Aguilera- Las agencias informan que el topógrafo, Luis Urzúa, será el último en salir de las profundidades de la mina San José, pero es difícil hallar alguna referencia más sobre este trabajador. También es la otra parte del circo que está acompañando el salvamento, que por alguna razón no dice que es hijo de un comunista asesinado por la dictadura chilena en 1973.

El psicólogo Alberto Iturra, miembro del equipo de salvamento solo expresó que Urzúa será quien salga último. El minero con una antigüedad de dos meses en el yacimiento cuprífero del desierto de Atacama es, además de líder del grupo, uno de los responsables de la cohesión mostrada por los trabajadores. Urzúa se convertirá en el primer hombre en la historia que haya estado más tiempo atrapado en una mina a 700 metros de profundidad.

El salvamento se ha convertido en un reality show, según escribe José Valdés, un enviado especial a la mina San José, quien tampoco va más allá de alguna declaración de un familiar y hace la siguiente descripción.

Los familiares de los mineros ríen, conversan, cantan y hablan con la prensa mundial que ha llegado al desierto chileno. Son más de 700 periodistas de 166 medios de comunicación de todas partes del mundo. A ellos se suman miles de curiosos. De hecho, el campamento Esperanza está colapsado de improvisadas carpas y motorhomes, algunos comedores e innumerables estudios de televisión y radios.

En una sola calle de tierra se desarrolla todo. Por ahí pasan los rescatadores, familiares de los mineros, periodistas, policías y hasta los propios políticos. Incluso se han visto payasos y cantantes folclóricos y de música evangélica que entretienen a los familiares de los mineros, sobre todo a los niños.

Los mineros serán rescatados tras 69 días de encierro. Deberán subir en una cápsula de 53 cm de diámetro, por un túnel encamisado. El trayecto demorará unos 15 minutos, aunque toda la operación de salida tardará cerca de una hora por cada uno de los 33 hombres.

Chile: el organizador en el fondo de la mina

Alejandro Tesa

Twitter sirvió para algo más que mensajes livianos. Discusiones a menudo baladíes y servicio de comunicación entre amantes. Adictos a la red social develaron que Luis Urzúa —uno de los 33 mineros que esperan ser rescatados en las próximas horas y probablemente la personalidad más fuerte entre ellos— es hijo de un dirigente comunista asesinado en 1973 por la dictadura. En un emocionante revés de la trama supo mantener en alto el ánimo de sus compañeros.

Para el periodista Camilo Taufic resulta un "crimen periodístico" que los grandes medios comerciales y del Estado hayan prácticamente ignorado a Urzúa. La pregunta es: ¿lo hacen por razones ideológicas?

Aunque no se ha rastreado que Urzúa sea él también integrante del PC, eso no se descarta por un grupo de periodistas y otras personas que, a lo largo del país, procuran bucear detrás de la información que se emite desde el Campamento Esperanza, centrada en una suerte de anecdotario que convierte la cuasi tragedia en vulgar "reality show".

El común de los medios periodísticos al mencionar a Urzúa sólo señalan que "perdió a su padre" cuando niño. Alguno —Radio Cooperativa, por ejemplo— se pregunta si el prolongado encierro de los trabajadores se consignará en el Libro de los Récords Guiness. La Nación cita a una hermana de Urzúa que piensa que éste querrá comer una cazuela o pescado al salir.

Los medios periodísticos nacionales banalizan el drama que viven centenares de personas desde que se produjo el derrumbe en la San José: el de los propios mineros atrapados, el de sus familias, parejas, hijos, vecinos y amistades —así como el esfuerzo contra reloj que realizan los equipos de perforación, médicos y de rescate.

Al parecer fue un periodista de la ciudad de Concepción, al sur de Santiago, quién descubrió la pista del padre de Urzúa.

Ha trascendido que para los expertos —por ejemplo aquellos que contribuyen desde la NASA en las diferentes tareas del rescate que pronto culminará ojalá con éxito— Luis Urzúa merece todo el respeto por haber conseguido trabajar sin desmayo para mantener la cohesión y la disciplina del grupo luego de quedar aislados y, después, a lo largo de las difíciles circunstancias que viven.

Topógrafo de profesión, Luis Urzúa, de poco más de cincuenta años, era el jefe de turno y se constituyó en líder de sus 33 compañeros atrapados desde el pasado cinco de agosto; será también —de no cambiarse el orden previsto— el último en salir de la mina y volver a la luz del día, lo que se concretaría en su caso el próximo jueves. (Tomado de Sur y Sur)

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