Mario Vargas Llosa... cortesano del imperialismo.

Nora Ruvalcaba Gámez

Cuando a Mario Vargas Llosa le comunicaron que había obtenido el Premio Nobel de Literatura 2010, la prensa internacional le preguntó si su pensamiento político influyó en tal decisión, y ni tardo ni perezoso, respondió: “Espero que me lo hayan dado por mi obra literaria más que por mis ideas políticas”.

No se requiere derrochar mucho sentido común para concluir que la entrega del galardón se debió más a sus ideas políticas que a su obra literaria. Grandes escritores son recordados más por sus textos que por sus premios, como el caso de Jorge Luis Borges, Franz Kafka, James Joyce, Marcel Proust, León Tolstói o Paúl Valery que alcanzaron la universalidad sin gozar del reconocimiento testamentario de Alfred Bernhard Nobel, inventor de la nitroglicerina (dinamita) considerado el padre de la industria bélica moderna e inspirador de la teoría del Balance del Terror, quien murió horrorizado por las múltiples aplicaciones de su invento en el desarrollo de la carrera armamentista, situación que lo llevó a ser un fervoroso “luchador por la Paz” con una inmensa fortuna puesta al servicio del mito altruista de su Fundación, que tiene más de un siglo recompensando a los genios y no tan genios, por sus aportes a la humanidad en física, química, fisiología o medicina, literatura y a los pacifistas dedicados a la noble labor de hermanar a los pueblos, abolir los ejércitos y organizar Congresos por la Paz.

La decisión de la Academia sueca en favor del escritor peruano nacido en Arequipa y naturalizado español no podía ser más oportuna, en momentos en que la extrema derecha internacional hace lo imposible para derrocar a los gobiernos de izquierda latinoamericanos que han representado un serio peligro a las rapaces oligarquías saprofitas enquistadas en el continente.

Ello explica porqué que Mario Vargas Llosa en mayo de 2009, comparó con el sida y el cáncer terminal a Ollanta Humala del Partido Nacionalista y a Keiko Fujimori de la Alianza Fujimorista, potenciales candidatos a la presidencia del Perú en el 2011, convirtiéndose así en un personaje de sus propios libros, como bien lo describiera el congresista peruano Isaac Mekler quien dijo que el escritor asumió el papel de Pedro Camacho, personaje de la novela La Tía Julia y el Escribidor, que por escribir varios guiones de radionovelas a la vez, termina desquiciado y confundiendo la ficción con la realidad, creando ficción dentro de la ficción para vengarse del pasado ejerciendo todo su poder en el presente.

Esta es una razón para creer que la geopolítica ha marcado la ruta de los premios Nobel con su historia negra celosamente guardada por los albaceas de una Fundación auspiciada por un misántropo con piel de filántropo que alguna vez se definió (según su epistolario) como “un monstruo que debió haber sido estrangulado al momento mismo de nacer” . Y dijo más: “Es una idiotez pretender ser algo o alguien en esta manada de mil cuatrocientos millones de monos bípedos y sin rabo que deambulan por este descontrolado proyectil que es el planeta Tierra”

Pero Mario Vargas Llosa es ahora el Premio Nobel de Literatura 2010, veinte años después de que Alberto Fujimori, (encarcelado por corrupción y graves violaciones a los Derechos Humanos) lo derrotara en las elecciones presidenciales de 1990 y el autor de Pantaleón y las visitadoras, dolido por su fracaso electoral, llamara a bloquear la economía del Perú, obviamente sin éxito, mientras su amigo Octavio Paz recibía el premio de la Academia sueca.
A Mario Vargas Llosa podrán quererlo por sus novelas más no por sus ensayos políticos que nada tuvieron que ver con la interpretación de la realidad peruana que José Carlos Mariátegui dejó como referente obligado frente al colonialismo literario. El tránsfuga peruano, más panfletario que retórico, un día ensaya un ataque al gobierno de Hugo Chávez desde las páginas del diario español El País, llamándolo “matonesco y sin escrúpulos” y otro día ensaya en Caracas, junto con un centenar de escritores, intelectuales, periodistas y políticos, la defensa de la democracia y el libre mercado, olvidándose de los años en que se declaraba “marxista radical”, fiero defensor de la Unión Soviética y la revolución cubana, sin cansarse de gritar: «Nadie volverá a saquear ni a explotar a América Latina!» en tiempos en que viajaba a La Habana (1965) para integrar el jurado del Premio Casa de las Américas.

Pero la “Nobel oligarquía” le echó el ojo al “escribidor mercenario” y como El Pez en el Agua empezó a mover sus nuevos ensayos en todos lo mares del mundo: censuró la obra cultural de Mao Tse Tung en China por sus efectos devastadores; condenó a Pinochet sin hablar de sus crímenes de lesa humanidad; describió al PRI como la dictadura perfecta y nunca dijo que le sirvió de inspiración en su carrera política; golpeó la parte izquierda del rostro de Gabriel García Márquez, acaso por la amistad inalterable del colombiano hacia Cuba y Fidel Castro; defendió las masacres en Yugoslavia y Afganistán, justificó la intervención de Bush, José María Aznar y Tony Blair en Irak y calló vergonzosamente ante el saqueo de los tesoros de las bibliotecas y museos de Bagdad.

No sorprendería a nadie que Mario Vargas Llosa, pretenda ahora en nombre de dios y la libertad, con el millón de euros en su bolsa que recibirá en Estocolmo la noche del 10 de diciembre, y sobre todo, con el respaldo de los grandes explotadores del Club Bilderberg convertirse en el Vaclav Havel del Perú del Inca Garcilaso donde la literatura, como en toda América es lujo, no es pan.

Tomado de La Jornada Aguascalientes

6 comentarios:

Nando Bonatto dijo...

Hay saberes que duelen,y el de Vargas Llosa es uno de ellos.
Gran escritor en mi juicio ,sobre todo el de La Ciudad y los Perros y Conversacion en la Catedral.
Pero, un viejo intelectual olvidado de mi pais( Argentina) Anibal Ponce hablaba de los deberes de la inteligencia ,los mismos estaban ligados al compromiso con la condicion humana,con la dignidad y la libertad .
Esos deberes Vargas Llosa los ha tirado a la basura y abreva en un pantanal deleznable

Anónimo dijo...

Vargas Llosa es como aquellos compositores malos q solo tiene unas 3 o 4 canciones buenas. El resto Basura. Obvio q el premio fue politico, ya q la UE esta dominada por la Derecha q busca desastibilizar a los gobiernos de centro-izquierda en L.A.

Anónimo dijo...

Tienes razón Nando...los deberes de la inteligencia los echó a la basura Vargas Llosa. Cómo no recordar al gran maestro Anibal Ponce con su obra Educación y lucha de Clases para darnos cuenta que los escritores son el reflejo de esa lucha...Bien por la mexicana Nora Ruvalcaba Gámez que no se ciñe a las loas al premio nobel.

Anónimo dijo...

Vargas Llosa es un lacayo más al servicio de las oligarquías que componen ese famoso Club de Bilderberg del que pocos se atreven a hablar de él...
Me gusta la postura de Nora

Anónimo dijo...

Quien conozca la obra Pantaleón y las Visitadoras, puede fácilmente concluir que el personaje de la novela es la encarnación de Vargas Llosa en la Visitadora. Y así es en la realidad, Mario es la principal visitadora del Imperialismo...

Angélica Bárcenas

Sucesor dijo...

Bueno, yo creo que Vargas tiene sus buenas novels, como Gabo, pero con el tiempo se va desgastando. Y es un innovador, no cabe duda.
Ahora, en el lado politico, yo realmente no se mucho de ello. pero lo que me sorprende es lo sensato que es el, de analizar en lo que cree y va tratando de superarse. Me parece que siempre los de la izquierda le tienen bronca injustificada porque se pasó a otro bando. Esmás los comunistas son los que más explotan a la gente con su terror y vienen a hacerse los defensrores.Claro que el capitalismo es una cagada. Es digamos, el avance de una humanidad que va autoeliminandose. Sin embargo, al menos hay algo con qué vivir. Y no defiendo a los capitalistas. Pienso que esto de creer en un nuevo sistema es soñar mucho. El cambio está en los mismo hobres. Ninguna politica logrará hacerlo bien. Siempre habra pobres y ricos. SOlo nos queda saber como evitar más esta injustica que es el mundo.

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