EE.UU. "concede" a Díaz-Canel el honor de sancionarlo

El Gobierno de Cuba rechazó las sanciones anunciadas este viernes 11 de ulio 2025 por el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, contra el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y dos ministros, a quienes la Casa Banca prohibió la entrada a Estados Unidos. (Xinhua)

Una reacción inicial provino del ministro de Relaciones Exteriores del país caribeño, Bruno Rodríguez, quien desestimó en la red social X la capacidad de Estados Unidos.

"EEUU es capaz de imponer sanciones migratorias contra dirigentes revolucionarios y de mantener una guerra económica prolongada y despiadada contra Cuba, pero no tiene la capacidad de doblegar la voluntad de este pueblo ni de sus dirigentes", escribió el canciller.

Además del mandatario, Washington sancionó al ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Álvaro López Miera, y el ministro del Interior, Lázaro Álvarez Casas.

El Gobierno estadounidense anunció además que la actualización de las listas de Propiedades Restringidas de Cuba y la de Alojamientos Prohibidos en Cuba, donde se incluyen otras 11 propiedades vinculadas al Gobierno cubano, incluido el nuevo hotel ‘Torre K’. Con esto, EE.UU. busca «prevenir que fondos de EE.UU. lleguen a la isla« (TeleSur)

De acuerdo con el Departamento de Estado, las sanciones contra altos funcionarios cubanos se emitieron por estar involucrados presuntamente "en graves violaciones a derechos humanos", lo cual responde a una campaña de descrédito por parte de EE.UU. contra el Gobierno de la isla.

Asimismo, EE.UU. refirió que "tomaron medidas para implementar la política reforzada del presidente Trump hacia Cuba, descrita en el Memorando Presidencial de Seguridad Nacional-5, del 30 de junio de 2025″.

El gobierno de Venezuela rechazó el nuevo ataque de Estados Unidos contra el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. En un comunicado oficial, la Cancillería de la nación bolivariana calificó de "infame" el pronunciamiento de Marco Rubio, actual Secretario de Estado de Estados Unidos, y condenó las recientes sanciones a la isla. (AlmaPlusTv)

Estos son los terroristas contra Cuba que EE.UU. protege

Norelys Morales Aguilera. - La Gaceta Oficial de la República de Cuba ha publicado la nueva Resolución del Ministerio del Interior referida a la Lista Nacional actualizada de personas y entidades que han sido sometidas a investigaciones penales y se encuentran buscadas por las autoridades cubanas, debido a su implicación como comisores de actos terroristas contra Cuba, a partir de elementos probatorios debidamente documentados, informan los medios cubanos.

Son 62 terroristas y 20 entidades (grupúsculos, bandas mercenarias, organizaciones violentas con nombres de Partidos estadounidenses o cualquier otro disfraz) si, permanentemente, no se incitaran, organizaran y financiaran actividades violentas contra la estabilidad social y política de la Isla.

Con total impunidad  62 prófugos de la justicia y las 20 entidades incluidas en la lista, indistintamente, aparecen imputados en expedientes penales por bombas contra hoteles, otros centros turísticos y medios de transporte; abastecimientos de armas, explosivos, abundante dinero y reclutamiento de terroristas.

Aún así, Estados unidos tiene la desfachatez de incluir a Cuba en su lista fraudulenta de estados, según ellos, patrocinadores del terrorismo.


Rechaza Cuba memorando de EE.UU. por arreciar bloqueo

Cuba rechazó este 1 de julio 2025 el Memorando Presidencial de Seguridad Nacional emitido por el gobierno de Estados Unidos que, al reeditar uno similar de 2017, arrecia el cerco económico y provoca mayores carencias a su pueblo, según Prensa Latina.

Una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), precisa que el documento anticubano dado a conocer por el gobierno estadounidense el 30 de junio de 2025, reedita y enmienda uno similar emitido el 16 de junio de 2017, al inicio del primer mandato de Donald Trump.

Cuba denuncia y rechaza categóricamente ambas versiones del infame documento, refiere el comunicado, que alerta sobre las intenciones estadounidense de apoderarse del país y regir su destino, en conformidad con lo dispuesto en la Ley Helms-Burton de 1996.

El Minrex asegura que desde 2017 el gobierno estadunidense comenzó la aplicación de medidas de reforzamiento extremo del bloqueo económico que lo llevaron a una dimensión cualitativamente más dañina.

Señala la nota que esas medidas se mantuvieron en los últimos ocho años y explican las carencias y desafíos actuales que enfrenta la economía cubana para su recuperación, crecimiento y desarrollo.

Añade que el Memorando original de 2017 ha sido la plataforma política que impulsó, entre otras medidas, la prohibición casi absoluta a que los estadounidenses viajen a Cuba; indujo a la persecución de los suministros de combustible, la obstaculización de remesas.

Asimismo aquel memorando justificó las medidas contra gobiernos de terceros países por contar estos con servicios médicos cubanos para atender a sus respectivas poblaciones, afirma la cancillería.

Propició, además, presiones a entidades comerciales y financieras de cualquier parte del mundo para impedir su relación con Cuba, que incluyó demandas en cortes de Estados Unidos contra inversionistas de la isla. Dispuso también la calumniosa inclusión de la isla en la lista de Estados supuestamente patrocinadores del terrorismo.

La declaración del Minrex afirma que “los gobernantes y políticos de Estados Unidos tienen la desvergüenza de declarar que actúan así para bien del pueblo cubano”, utiliza términos “como democracia, derechos humanos, libertad religiosa” que “son conceptos incompatibles con la abusiva y transgresora conducta histórica del gobierno estadounidense”.

La Cancillería concluyó señalando que al gobierno estadounidense “no le importa que Cuba sea un país pacífico, estable, solidario y con relaciones amistosas con prácticamente el mundo entero. La política que aplica responde a los intereses estrechos de una camarilla anticubana y corrupta que ha hecho de la agresión al vecino un modo de vida y un negocio muy lucrativo”.

OEA: nombramiento infame

Mediante chantajes, presiones económicas y con el entusiasta apoyo de los demás gobiernos ultraderechistas de la región, Washington impuso a la terrorista cubana Rosa María Payá como integrante de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Payá, que desde 2015 cuenta con el padrinazgo político del cubanoestadunidense Marco Rubio, ex senador y actual secretario de Estado, pertenece a un grupo criminal que perpetra atentados terroristas en la isla; ha recibido millones de dólares en financiamiento de Usaid, el rostro amable del golpismo estadunidense; es estrecha aliada de Luis Almagro, ex secretario de la OEA y coautor del golpe de Estado de 2019 en Bolivia; y mantiene una campaña permanente para reforzar el bloqueo de Washington contra Cuba, el cual constituye un crimen de guerra en tanto usa el hambre como instrumento para conseguir la rendición de La Habana y la instalación de un régimen títere que restablezca el control colonial al que puso fin la Revolución cubana en 1959.

En su discurso de toma de posesión y en entrevistas posteriores, Payá ratificó que su agenda consiste en servir como ariete de la Casa Blanca en el derrocamiento de los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Ante la Corte, denunció que vivimos en un continente donde la democracia se debilita, la represión crece y millones de personas sufren los efectos del colapso del estado de derecho; la violencia, el crimen de Estado, el desplazamiento forzado y la persecución golpean con más fuerza a los más vulnerables, pero no pareció darse cuenta de estar describiendo punto por punto lo que ocurre en Estados Unidos bajo Donald Trump. No consideró un ejemplo de debilitamiento de la democracia las reiteradas ocasiones en las que el magnate ha dicho desconocer si está obligado a respetar la Constitución y las garantías individuales, ha llamado animales a los migrantes, el confinamiento de niños y bebés en jaulas o sus comprobados intentos para subvertir los resultados electorales de 2020. Ni siquiera tuvo una palabra crítica para la política trumpiana que busca expulsar a cientos de miles de sus compatriotas. Para la ultraderechista, está claro, no importa el pueblo cubano sino los intereses del capital estadunidense y cubanoestadunidense que ansía apoderarse de Cuba.

Con la imposición de Payá se confirma por enésima vez que, en su actual configuración, la OEA es un simple apéndice de la CIA, el Departamento de Estado, el Comando Sur y las demás instancias estadunidenses consagradas al injerencismo, la desestabilización y la defensa de los intereses corporativos sobre la voluntad popular en las naciones latinoamericanas y caribeñas. Cabe recordar que a inicios de mes la nueva dirigencia del organismo envió un mensaje claro de continuidad en sus empeños intervencionistas al desalentar la participación democrática en México y pronunciarse de manera indebida a favor del modelo oligárquico de conformación del Poder Judicial.

En este contexto, México y los demás países de la región comprometidos con la soberanía y la democracia deben estudiar con detenimiento si es pertinente seguir dentro de un organismo que no les aporta nada en términos de integración regional, mediación de conflictos, vigencia de los derechos humanos o solidaridad internacional y que, por el contrario, supone una amenaza permanente contra su libertad, su independencia y sus esfuerzos de impulsar el bienestar de sus habitantes. 

Editorial de La Jornada de México

Asalariada de EE.UU. a la CIDH de la OEA por acción de Marco Rubio [+ video]

                                           El genocida, la mercenaria y el corrupto enjuiciado. Rubio, Payá y Menendez

Durante meses, el Secretario de Estado de los Estados Unidos desató una operación para intentar convertir a una sobresaliente integrante de su nómina de asalariados defensores del bloqueo y de la agresión a Cuba, en experta imparcial en Derechos Humanos, según Comunicado del MINREX cubano.

A pesar de la digna, valiente y legítima posición de numerosos gobiernos de Nuestra América, las múltiples presiones y las amenazas, que incluyeron el chantaje de que Estados Unidos recortaría presupuestos de programas de cooperación en el hemisferio, hicieron que la connotada mercenaria Rosa María Payá Acevedo fuese electa por estrecho margen, como Comisionada de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Sin embargo, los esfuerzos del Secretario de Estado, que colocó como una prioridad del Departamento que dirige, maquillar el expediente de la candidata, no borraron el vergonzoso historial de la nueva Comisionada que exhibe su apoyo a golpes de Estado, enarbola la mentira, y promueve intervenciones militares y políticas de guerra económica en la región. 

Como confirmó el Panel Independiente para evaluar candidaturas a los órganos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, Payá Acevedo, “demostró conocimiento limitado de las normas, jurisprudencia o doctrina internacional de los derechos humanos” y su actividad política “puede poner en duda la apariencia de independencia a juicio de un observador razonable”.

El Centro para la Investigación Económica y sobre Políticas emitió un informe especial sobre esta candidata en el que expuso que “el historial público de la Sra. Payá demuestra un reiterado menosprecio por los derechos humanos y por el derecho internacional en esta materia” y que difundió “desinformación sobre gobiernos de Estados miembros de la OEA”.

El Secretario de Estado, con su delirante obsesión anticubana y su desprecio hacia Nuestra América, consigue la imposición de una de sus empleadas preferidas paras defender políticas de coerción que son universalmente rechazadas.

Hechos como este demuestran que las relaciones hemisféricas necesitan una transformación profunda.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos está siendo utilizada en este preciso momento por el Secretario de Estado de los Estados Unidos, como parte de su campaña inmoral contra la cooperación médica que Cuba ofrece. Para ello, de forma inaudita, ha requerido a todos los Estados miembros de la OEA que respondan un detallado cuestionario sobre los acuerdos que tienen o han tenido con Cuba en materia de cooperación en el área de la salud, lo que muchos consideran es una petición sin precedentes y que viola la soberanía de los estados.

Cuba reitera que no reconoce, ni reconocerá autoridad moral o legal alguna a la OEA ni a ninguno de sus funcionarios y órganos subsidiarios o autónomos. 

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