Diplomático cubano envió carta réplica al The Washington Post por tergiversar hechos

La Cancillería de Cuba divulgó una carta-réplica ignorada por The Washington Post en respuesta a un editorial publicado por ese periódico estadounidense que tergiversa hechos relacionados con la isla.

En  respuesta al editorial del 31 de diciembre, la carta, firmada por el Segundo Jefe de Misión, Juan Lamigueiro León, y enviada en versión sumarizada, nunca fue publicada por este diario, señala una nota.

The Washington Post cuestionó en una columna editorial la sanción impuesta al ciudadano estadounidense Alan Gross, condenado por violar las leyes cubanas.

Deseamos aclarar que el acusado no fue juzgado y condenado por una supuesta "labor humanitaria" asociada a ayudar a la comunidad judía en Cuba a conectarse a internet, pues las sinagogas tenían acceso a la red mucho antes de su llegada, explica la Sección de Intereses de La Habana en Washington.

El señor Gross -agrega en el texto- violó las leyes cubanas y se dedicaba a actividades encubiertas, pues el Gobierno de Estados Unidos lo contrató para desarrollar programas federales que atentaban contra el orden constitucional de nuestro país.

La carta divulgada por la Cancillería de la isla también critica la parte del artículo que intenta justificar el encierro de René González, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González, antiterroristas cubanos sentenciados luego de infiltrar grupos violentos que desde Miami operan con impunidad contra su país.

"La Sección de Intereses de Cuba nota que a los lectores se les desinforma cuando a los Cinco cubanos encarcelados en los Estados Unidos por tratar de evitar ataques terroristas contra Cuba se les describen como "espías que infiltraban instalaciones militares en el sur de la Florida", denuncia.

En la misiva enviada a ese periódico, se recuerda además que la liberación de Los Cinco ha sido demandada por 11 premios Nobel y varias organizaciones internacionales desde su captura en 1998.

Insto al Washington Post a tener en consideración los argumentos aquí planteados cada vez que se pronuncie sobre estos temas, convoca la Sección de Intereses de Cuba en la réplica ignorada.

Carta no publicada de la Sección de Intereses de Cuba al Washington Post

En conexión con el editorial del Washington Post publicado este sábado, 31 de diciembre, a  la Sección de Intereses de Cuba le gustaría aclarar que Alan Gross no fue juzgado y sentenciado en Cuba por  realizar “trabajo humanitario” asociado a la ayuda a la comunidad judía  para conectarse a Internet. Las sinagogas cubanas tenían acceso a Internet desde mucho antes de la llegada de Gross a Cuba.

El señor Gross violó las leyes cubanas y se involucró en actividades encubiertas para desestabilizar a Cuba. El gobierno de los Estados Unidos había contratado al señor Gross para implementar programas federales que atentaban contra el orden constitucional de Cuba. Esto es considerado ilegal tanto en Cuba como en muchos otros países, incluido los Estados Unidos.

Durante sus múltiples visitas a Cuba, el señor Gross nunca les comunicó a las personas que contactó que estaba trabajando bajo un contrato del gobierno estadounidense.

Es justo aclarar que el gobierno cubano le ha participado al gobierno estadounidense su voluntad de encontrar una solución humanitaria al caso del señor Alan Gross bajo una base humanitaria recíproca.
La Sección de Intereses de Cuba nota que a los lectores se les desinforma cuando a los Cinco cubanos encarcelados en los Estados Unidos  por tratar de evitar ataques terroristas contra Cuba se les describen como “espías (…) que infiltraban instalaciones militares en el sur de la Florida”.

Los Cinco cubanos ya han soportado 13 dolorosos años en la cárcel, alejados de sus esposas, hijos y familiares. Ellos no infiltraron instalaciones militares estadounidenses. Ellos monitoreaban la actividad terrorista de los grupos extremistas radicados en Nueva Jersey y Florida, tratando anticipar sus futuras acciones terroristas y reunir evidencia sobre estos que pudiera ser utilizada para arrestar a aquellos terroristas que operaban desde territorio estadounidense.

Gracias al trabajo de los Cinco, Cuba fue capaz de compartir con el FBI, con el debido conocimiento y aprobación del entonces Presidente Bill Clinton, decenas de grabaciones, videos y detalles sobre la campaña de terror que estos individuos  planeaban y ejectuban. Esa evidencia aunque no fue utilizada para arrestar a los terroristas, fue empleada contra los Cinco, en un proceso legal corrompido por motivos políticos.

Entre otras violaciones, el Gobierno de los Estados Unidos pagó de forma secreta a periodistas para que escribieran artículos acusadores durante el período en que transcurrió el juicio, afectando de esta manera el derecho de los acusados a un juicio justo.

Su liberación ha sido demandada por, entre otros, once Premios Nobel. En su reporte  del 2011, Amnistía Internacional (http://www.amnesty.org/en/region/usa/report-2011#section-155-9),  incluyó el caso de los Cinco en un segmento de Juicios Injustos  en los Estados Unidos. La misma decisión fue adoptada por el Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el 2005 y por el 11no Circuito de la Corte de Apelaciones de Atlanta.

Insto al Washington Post a tener en consideración los argumentos aquí planteados cada vez que se pronuncie sobre estos temas

 Juan Lamigueiro León
Segundo Jefe de Misión
Sección de Intereses de Cuba
2630 16TH Street NW
Washington DC 20009

[PL/Cubaminrex]


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