La Verdad de la decisión del Tribunal de Apelaciones de Atlanta[6-11/36]


Este material está basado en fragmentos del fallo de la corte de Atlanta, el 9 de agosto de 2005 traducidos y seleccionados por René González, que ha facilitado a la comunidad bloguera cubana. Los  fragmentos permiten  al lector contar con lo fundamental  del análisis que hace el panel de apelaciones y que muestran la verdad de la injusticia contra los Cinco.
El 9 de agosto de 2005, un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones revocó sus veredictos de culpabilidad al considerar que estos cinco hombres no tuvieron un juicio justo en Miami. En una acción inusual, el Gobierno solicitó a los doce jueces de la Corte de Apelaciones revisar la decisión del panel en un procedimiento llamado en banc. Exactamente un año después, el 9 de agosto de 2006, con una fuerte opinión discrepante por parte de dos de los jueces, el pleno de la Corte revocó por mayoría la decisión de los tres jueces originales.

Mientras tanto, el 27 de mayo de 2005, el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias, después de estudiar los argumentos presentados tanto por la familia de los Cinco como por el gobierno de Estados Unidos, determinó que su privación de libertad era arbitraria y exhortó al gobierno de Estados Unidos a tomar las medidas necesarias para rectificar esa arbitrariedad.

El Grupo de Trabajo manifestó que, basado en los hechos y las circunstancias bajo las cuales se llevó a cabo el juicio, la naturaleza de los cargos y la severidad de las sentencias, la privación de libertad de los Cinco viola el Artículo 14 de la Convención Internacional sobre Libertades Civiles y Políticas, de la cual Estados Unidos es signatario. 


La Verdad de la decisión del Tribunal de Apelaciones de Atlanta[6-11/36]
Jueces Birch, Kravitch y Okes. 9 de agosto de 2005.

Seis

Página 17: Sobre el examen a los candidatos a jurado:
John McGlamery comento que él “no tenia prejuicios “pero “vivía en una vecindario donde hay un montón de cubanos” y estaba “familiarizado con personas que vienen de Cuba, lo cual es universal en el condado Dade”. Cuando se le preguntó si estaría preocupado acerca del sentimiento de la comunidad en la que vive si fuera seleccionado como jurado “respondió….con cierto cuidado…….si el caso fuera a llamar mucha publicidad, pudiera convertirse en algo bien volátil y….las personas en la comunidad probablemente tendrían algo que decir acerca de ello”. El declaro que “sería muy difícil dada la comunidad en la que vivimos””evadir el escuchar alguien expresar alguna opinión”.

Siete

Página 17: Sobre el examen a los candidatos a jurado:
Hans Morgenstern inicialmente dijo que él no pensaba “que tendría algún tipo de prejuicio” contra defendidos que fueran agentes del gobierno cubano pero no podría decirlo con certeza por causa de “el ambiente en que estamos. Siendo esto Miami. Hay mucha habladera sobre Cuba aquí. Demasiadas opiniones en cualquier sentido”. Más tarde, no obstante, admitió  tener prejuicios contra el gobierno cubano, del que creía que era “anti-Americano” y “tiránico”, y que tendría “una desconfianza obvia…ante aquellos afiliados con el gobierno cubano”. También indicó que le preocuparía retornar un veredicto de no culpable porque “mucha gente en Miami son tan fascistas de derecha”, porque encararía “criticas personales” y cobertura mediática, y porque tenía preocupaciones acerca de lo que pasaría después del veredicto. Dijo que era un caso de “alto perfil” y que había sido filmado en video por los medios al dejar la corte.
                                  
Ocho

Página 23: Del testimonio de José Basulto.

Cuando se le preguntó sobre sus actividades durante 1995 [José Basulto] respondió preguntando al abogado de [Gerardo] Hernández si acaso “él estaba haciendo el trabajo de la inteligencia cubana”…Siguiendo un receso, el abogado de Campa [Fernando] argumentó que la insinuación de Basulto era precisamente el tipo de problema que temían cuando se solicito un cambio de sede:

“Cuando alguien puede en el estrado acusar gratuita y maliciosamente al abogado de Hernández de ser un espía, eso envía un mensaje a estas damas y caballeros si ellos no hacen lo correcto, ellos serán acusados de ser comunistas también.  Estas personas tienen que regresar a sus hogares, sus trabajos, su comunidad y usted no puede funcionar en este pueblo si usted ha sido marcado como comunista, especialmente por alguien de la posición de Basulto”.

Nueve

Página 26:
Los grupos de exiliados cubanos que preocupaban al gobierno cubano incluían Alpha 66, Brigada 2506, BTTR [Hermanos al Rescate], Cuba Independiente y Democrática (“CID”), Comandos F4, Comandos L, CANF [Fundación Nacional Cubano Americana], El consejo Militar Cubano Americano (CAMCO), el Ex Club, Partido de Unidad Nacional Democrática (PUND), y Comandos de Liberación Unidos (CLU). Alpha 66 manejaba un campamento paramilitar entrenando participantes para invadir Cuba, había estado envuelta en ataques terroristas a hoteles cubanos en 1992, 1994, y 1995, había intentado contrabandear granadas de mano en Cuba en marzo de 1993, y había emitido amenazas contra los turistas e instalaciones turísticas en Cuba en noviembre de 1993. Miembros de Alpha 66 fueron interceptados camino a un asesinato de Castro en 1997.
                                   
Diez

Página 27:
La Brigada 2506 manejaba un campo de entrenamiento paramilitar para jóvenes. Hermanos al Rescate voló dentro del espacio aéreo cubano entre 1994 y 1996 para lanzar mensajes y panfletos promoviendo el derrocamiento del gobierno de Castro. El CID fue sospechoso de involucramiento en un intento de asesinato de Castro. Comandos F4 estuvo envuelto en un intento de asesinato contra Castro. Comandos L reclamó la responsabilidad por un ataque terrorista en 1992 a un hotel en La Habana. La Fundación Nacional Cubano Americana planeó poner bombas en un club nocturno en Cuba. El Ex Club planeó poner bombas en instalaciones turísticas y un memorial. El PUND planeó la introducción de armas para un intento de asesinato contra Castro. Tras cada ataque, Cuba había solicitado a las autoridades de los Estados Unidos que tomaran acción contra los grupos que operaban desde dentro de los Estados Unidos.

Once

Página 27:
Orlando Suarez Piñeiro, un residente permanente en los Estados Unidos, de origen cubano, sirvió como capitán en Alpha 66 por cerca de seis años. El 20 de mayo de 1993, junto a otros miembros de Alpha 66 fue arrestado a bordo de un bote con armas en los cayos de la Florida. Las armas incluían pistolas con cargadores y municiones, ametralladoras calibre 50 con municiones, rifles con sus cargadores y un AK. Piñeiro fue a juicio y se le encontró no culpable de posesión de un AK 47 y dos tubos bomba. Piñeiro y otros miembros de Alpha 66 fueron también detenidos y liberados a bordo de un bote el 10 de junio de 1994, pero sus armas y el bote fueron incautados. Las armas incautadas incluían una ametralladora y fusiles AK 47.




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