La Tierra Santa cubana

"Presente Siempre", 2010. Mercy Rivadulla

Norelys Morales Aguilera.─ Cuentan que la explicación que servía de bandera para las cruzadas entre finales del siglo XI y el siglo XIII era el deseo de recuperar Tierra Santa, pero lo indudable hoy es que el principal objetivo era satisfacer el ansia de hegemonía y de control frente a todos los pobladores.

Remedando el cruento suceso y usando otra acepción del término. los personeros del régimen imperial de Estados Unidos se afanan en estos tiempos para asfixiar la economía de Cuba que lastima a la población cubana y luego, cínicamente argumentar contra el gobierno y el modelo socialista cubano.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, acaba de instar a los miembros de la ONU a no apoyar la propuesta de Cuba de unirse al Consejo de Derechos Humanos de la organización.

"Es indignante que el Consejo de Derechos Humanos ofrezca sentar a Cuba, una dictadura brutal que trafica con sus propios médicos bajo el disfraz de misiones humanitarias", dijo el miércoles el máximo diplomático estadounidense.

Por otra parte, Mara Tekach, quien estuvo al frente de la embajada estadounidense en La Habana, reconoció abiertamente haber preparado campaña en redes sociales contra Cuba durante estancia en La Habana.

Son dos ejemplos de la cruzada feroz de Estados Unidos contra Cuba, que como aquellos líderes de las cruzadas solo pretenden satisfacer su ansia de hegemonía y de control sobre la Tierra Santa cubana.

La maquinaria de propaganda estadounidense se esfuerza por "presentar a Cuba como un país inviable, decadente, con una miseria extendida y curiosamente merecedor de acciones cada vez más hostiles para intentar que se convierta en realidad el panorama desolador que describe".

Contrario a la realidad quieren cambiar el socialismo cubano llevando a su gente al hambre y la desesperación para que se rebelen contra su gobierno revolucionario.  Lo que no les cabe en la cabeza es que Cuba resista y trace una ruta cuyo ejemplo desbarata al pensamiento único.

No siempre la idiotez es contagiosa, aunque "la estupidez siempre insiste", como escribió Albert Camus.

Al fin y al cabo, lo que Cuba ha demostrado frente al bloqueo prolongado y obsoleto, así como ante agresiones de todo tipo, y la pandemia, es que el socialismo sí funciona.

Eso no lo pueden borrar ni irracionales ni estúpidos ante la Tierra Santa cubana.