A través de la red social Twitter, el mandatario divulgó un artículo publicado en el diario Granma en rechazo al incremento de medidas punitivas y la persecución financiera contra la isla.
'La histeria contra un pueblo que derrota todos los días al imperio. No cederemos ante amenazas, presiones y sanciones', escribió el jefe de Estado para acompañar el texto.
La histeria contra un pueblo que derrota todos los días al imperio. No cederemos ante amenazas, presiones y sanciones. #SomosCuba #SomosContinuidad https://t.co/plEnLFjdpZ Via @Granma_Digital— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) February 12, 2020
La histeria contra un pueblo que derrota todos los días al imperio
Nos siguen tirando a matar, y nos quieren muertos. No es un juego de palabras ni un discurso caprichoso, es la esencia y la pretensión de la guerra, cual verdadero genocidio, de Estados Unidos contra Cuba. Sí, no es nuevo, pero lo que sucede es que ahora la política imperial, en manos de un esquizofrénico del poder, se vuelve más agresiva, porque es fruto de la impotencia y de la histeria de un personaje que se cree Dios, pero Donald Trump no pasa de ser un pobre diablo, pese a todo su dinero.
Y se vuelve más incontrolable mientras más triunfamos, porque la resistencia y el desarrollo que nos proponemos es una afrenta al enajenado jefe del imperio, que no está preparado para entender a un país unido de obreros, científicos, intelectuales y estudiantes, ni a un modelo de desarrollo social que pone por delante al ser humano. Por eso retoma la cartilla de hace 60 años: hacer sufrir a sus familias, crear escasez, hambre, desesperación, exasperación en las calles y los hogares de esta Isla de paz, de alegría, de gente de bien, pero también muy combativa. Hay que tener la cara muy dura –porque no es demencia ni locura–, para decir que las medidas son contra el Gobierno cubano.
Abrimos la semana con la noticia de que se introducirá la automática y la robótica en las escuelas; con una Feria Internacional del Libro, con más de 400 títulos y cuatro millones de ejemplares, en un ambiente de saber, de disfrute por el conocimiento, como solo lo puede hacer un pueblo culto, que por eso es cada vez más libre. Seguro el magnate presidente habrá puesto el grito en el cielo y, junto a los que lo alimentan de bilis contra Cuba, habrá exclamado: «Pero están locos, con todos los problemas que tienen, es decir, con todos los problemas que nos encargamos de que tengan, cómo se dedican a esas cosas».
Bloquean el combustible, creando colas inmensas en los garajes, hay que implementar medidas con el gas para que alcance para todos, parar centrales azucareros por falta de esa energía, quitan la posibilidad de los cruceros y aviones para impedir que lleguen más visitantes al país, procedentes de su mismo pueblo. Por la persecución financiera provocan inestabilidad, hoy con los productos de aseo; estigmatizan a nuestros artistas; niegan el derecho de un niño a una medicina de la cual depende su vida, a los peloteros los privan de sus batazos en la Serie del Caribe. Y todo para hacer parecer ineficiente al Gobierno, a su Revolución y al Socialismo, porque saben que ellos son los únicos invictos ante 60 años de agresión.
Lo que le pasa a los gobiernos de Estados Unidos, y a este más que a ninguno, es que les molesta Cuba, sus logros, su pueblo inteligente, sano, educado y solidario; les molesta su ejemplo. En su adoctrinamiento monroista, de más de 200 años, no concibieron a un Fidel y mucho menos la continuidad de este en cada ser humano digno de este pedazo de Caribe, que tiene en la defensa de su soberanía e independencia, a su felicidad, su alegría y el bienestar de su familia, no con millones de dólares, pero sí con una infinita riqueza de paz y seguridad.
Les molesta que seamos inflexibles ante lo mal hecho; sí, porque a la agresividad imperial no podemos agregarle ineficiencia ni chapucerías, mucho menos falta de sensibilidad. No nos dejemos engañar, un sálvese quien pueda es lo que quieren sembrar en Cuba, como lo hacen en el mundo entero, y nuestros vecinos de Latinoamérica y el Caribe, lamentablemente han sido testigos.
Les irrita la seguridad que los inversores extranjeros ven en Cuba, por eso los persiguen; les recome los hígados ver al Gobierno cubano guapo y faja’o por cada centavo de ingreso, con la altísima moral de que un hotel, un negocio, un servicio o bien que se exporta es para el pueblo, el que trabaja y estudia, el que hace las colas, el que tiene la capacidad de bromear hasta con sus problemas, pero también el que ha tenido el inmenso valor y encumbrado mérito de derrotar todos los días al imperialismo.
La respuesta ante la neurastenia de la Casa Blanca de hoy, nos la recordó el Presidente Díaz-Canel en un tuit este lunes, cuando habló con las palabras de Fidel: «Nuestra Patria ha vencido las pruebas más duras, hemos llegado hasta aquí, y seguiremos adelante, labrando nuestro futuro, sin que ninguna fuerza pueda doblegarnos, intimidarnos ni obligarnos a renunciar a uno solo de nuestros principios».
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