Norelys Morales Aguilera.─ Estados Unidos acusó el miércoles a Venezuela y Cuba de fomentar conflictos en Sudamérica, donde varios países han visto grandes protestas, según video noticias de Yahoo.com
Elliott Abrams, enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, dijo que los dos gobiernos han usado las redes sociales para crear disturbios.
Abrams se refirió a la expulsión de 59 venezolanos de Colombia, que según él formarían parte de las demostraciones de los colombianos contra el gobierno impopular y conservador de Iván Duque.
En la misma línea se pronunció el secretario de estado Mike Pompeo, quien conversó con el mandatario Duque.
Vale recordar que el pasado 16 de octubre, la Secretaría General de la OEA, bocina de ideas de Washington, en un comunicado indicaba: que Cuba y Venezuela “buscan nuevamente reposicionarse, no a través de un proceso de reinstitucionalización y redemocratización, sino a través de su vieja metodología de exportar polarización y malas prácticas, pero esencialmente financiar, apoyar y promover conflicto político y social."
Repiten las mentiras los medios aliados al capital transnacional. Así, el director del Interamerican Institute for Democracy, Carlos Sánchez Berzai para InfoBae "razonaba": Con la caída del dictador Evo Morales en Bolivia el castrochavismo se ha reducido a detentar el poder en Cuba, Venezuela y Nicaragua, mas la subordinación de México y de los Fernández/Kirchner de Argentina. Ejecutan su ofensiva contra la democracia en toda la región, utilizando conspiración y violencia y una extensa red de propaganda internacional."
Como se puede apreciar, las matrices vienen del Norte, precisamente utilizando conspiración y violencia y una extensa red de propaganda internacional ¿Acaso no es Estados Unidos comandando a las derechas cipayas quien posee los recursos para tales fines?
Cuba y Venezuela, asediadas por un brutal bloqueo e intensas campañas propagandísticas, por principios no actuarían de tal modo como lo pintan los victimarios.
En realidad lo que sucede es que los estallidos sociales que recorren América Latina no pueden ser exportados ni inducidos, como intentan hacer creer desde Washington. Se deben a la política de Estados Unidos que junto al neoliberalismo autoritario han incendiado la pradera.
¡Mañosa y cínica política de convertir las víctimas en victimarios!
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