¿EE.UU. grande otra vez? [+ podcast]

Javier Benítez.─ Culpable. Es la sentencia de China sobre EEUU respecto a desastre económico que el país norteamericano está causando, no sólo sobre ambos bandos, sino también sobre gran parte del mundo con su guerra comercial, y también por el estancamiento en las negociaciones entre sí. Una sentencia a la que publicó de forma oficial en su 'libro blanco'.

También China denunció que EEUU falta a la verdad cuando éste le acusó de retractarse de sus promesas en las negociaciones. Bajo el título 'La posición china sobre las consultas económicas y comerciales entre China y EEUU', el 'Libro blanco' publicado por la Oficina de Información del Consejo de Estado del país asiático muestra una serie de análisis, diagnósticos y avisos a navegantes sobre la situación.

Al referirse a los costes de producción que han aumentado a causa de la guerra arancelaria, lo que a su vez redunda en un aumento de precios para el consumidor estadounidense, el documento incide en estas medidas no sólo que no han impulsado el crecimiento económico de EEUU, sino que además han implicado un grave deterioro a su economía.

Unas apreciaciones con las que coincide el economista José Luis Carretero Miramar. "El Gobierno de EEUU no ha conseguido un relajamiento económico del país, y sobre todo la reversión de la deslocalización productiva", señala el experto.

"En primer lugar, no ha conseguido acabar con el déficit comercial que ha seguido creciendo sobre todo con China; en segundo lugar las grandes fábricas y las grandes cadenas de suministros globales no han vuelto a producir en el interior de EEUU, más que muy limitadamente. […] Y en tercer lugar, EEUU mantiene una buena situación económica de momento, pero que se está ralentizando, […] está sufriendo un cierto estancamiento", avisa el economista.

El gran corolario del 'Libro blanco' es que "La guerra comercial no ha hecho a EEUU 'grande de nuevo'", en una clara alusión al slogan de campaña que desde su precandidatura terminó llevando a Trump a tener sus aposentos en la Casa Blanca.

Así, el dossier emplaza al país norteamericano a asumir la absoluta y total responsabilidad por el grave retroceso de las conversaciones, al indicar que pese a los esfuerzos de la parte china para arribar a un acuerdo, cuanto más se le ofrece al Gobierno de EEUU, más quiere, recurriendo a la intimidación y la coacción.

Carretero Miramar advierte en este sentido que EEUU se está moviendo en este marco desde una perspectiva cada vez más agresiva que entrelaza las necesidades electorales de Donald Trump en lo inmediato, con sus grandes necesidades a largo plazo.

"En un mundo cada vez más multipolar, donde su hegemonía está siendo puesta en cuestión y donde éste, que ha sido el gran imperio del siglo XX, se encuentra cada vez más en una situación de debilidad ante la emergencia de nuevos actores, EEUU quiere dar un golpe sobre la mesa que le vuelva a colocar en la primera posición. Y ésta es una sucesión de golpes sobre la mesa que sin embargo no se ven acompañados de un éxito inmediato que parece ser que es lo que esperaban", subraya el economista.

El informe de China que desató la respuesta inmediata de parte de la Administración Trump. En una declaración conjunta, la Oficina del Representante de Comercio de EEUU y el Departamento del Tesoro rechazaron las acusaciones del 'Libro blanco' y denunciaron que "tergiversa la naturaleza y la historia de las negociaciones comerciales entre ambos países".

Según su versión, el presidente Trump está comprometido a tomar medidas para abordar las prácticas comerciales desleales de China que derivaron en la imposición de aranceles al gigante asiático para compensar los daños a la industria de EEUU. "En respuesta, en lugar de trabajar de manera constructiva para abordar nuestras preocupaciones, China […] tomó represalias, imponiendo aranceles injustificados a las exportaciones estadounidenses, y Estados Unidos respondió con aranceles adicionales", disparan desde Washington, como si Pekín no tuviera derecho a réplica y a defender sus intereses.

Carretero Miramar opina que la versión de EEUU sobre los hechos es el ejemplo más palmario de lo que se viene denominando últimamente como la posverdad, al indicar que la ha convertido en una doctrina de Estado.

"Lo que está contando [EEUU] es una especie de versión muy maquillada de los hechos en relación con sus propios intereses geoestratégicos. Es evidente que a la guerra comercial la desata EEUU en un momento determinado hace cerca de un año, y es evidente que las respuestas chinas han sido fundamentalmente defensivas y bastante limitadas en muchos aspectos", observa el economista.

En este contexto, la Reserva Federal asume que tal vez tenga que hincarse y hacer algo que nunca hubiera hecho, y que juró que no haría: bajar los tipos de interés por culpa de la guerra comercial desatada por Donald Trump.

Más información: EEUU extiende fecha límite hasta 15 de junio para aumento de aranceles a productos chinos

"Actuaremos de manera apropiada para sostener la expansión con un fuerte mercado laboral y una inflación cerca de nuestro objetivo simétrico del 2 %", se justificó su mandamás, Jerome Powell. Una ecuación en la que también entra México gracias a las recientes amenazas de Trump de imponerle aranceles si el país latinoamericano no hace nada por detener en su territorio la oleada migratoria.

Este aviso de Powell, según el analista, "es una constatación de que al fin y al cabo la guerra comercial está impactando sobre la economía norteamericana. Estamos viendo muestras cada vez más evidentes de una desaceleración global que pueden llevar también –si se produce algún tipo de shock inesperado en algún momento– a una nueva crisis, a una nueva recesión", concluye José Luis Carretero Miramar.

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