Grillos en La Habana: entre la ciencia y la prensa [+ video]

José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.─ En respuesta a unos supuestos “ataques sónicos” contra personal diplomático estadounidense en Cuba, Donald Trump congeló las relaciones con la Isla, suspendió la entrega de visas (1), expulsó a 15 funcionarios de la Embajada cubana en Washington (2) y emitió una recomendación oficial de no viajar a la Isla (3).

¿Se acuerdan? Pues un reciente estudio ha demostrado que los misteriosos “ataques acústicos”, en realidad, no fueron más que el chirrido estridente de los grillos en su fase de apareamiento (4).

La investigación de un equipo de la Universidad de Berkeley (California) y de Lincoln (Reino Unido) ha sido noticia en la mayoría de grandes medios de comunicación de todo el mundo, que la han aceptado como creíble y concluyente (5) (6) (7) (8) (9).

Curioso, porque hace más de un año un comité de expertos en temas acústicos de Cuba llegó a la misma conclusión: que las muestras de audio analizadas solo podían corresponder al sonido de cigarras o grillos, cuya exposición por tiempo prolongado puede llegar a producir en las personas pérdida auditiva, irritación e hipertensión (10). Pero ¿creen que alguno de los medios que hoy dan por terminado el show de los ataques acústicos prestó la menor atención al equipo científico de una pequeña isla del Tercer Mundo?

Otro ejemplo del valor que la prensa da a la ciencia según el país donde se desarrolle.  El canal alemán Deutsche Welle titulaba recientemente que “Cuba y EEUU crean un prometedor medicamento contra el cáncer” (11). Una noticia excelente, sin duda, si fuera cierta. Porque Cuba y EEUU no han creado un medicamento. Ha sido Cuba (12). El Centro de Inmunología Molecular de La Habana ha desarrollado varias vacunas contra diferentes tipos de cáncer, como la CIMAvax y, ahora, junto a su contraparte estadounidense, el Roswell Park Center de Nueva York, ha instalado una empresa mixta en la Isla. Así, ambas entidades realizará nuevas investigaciones, ensayos clínicos y podrán exportar fármacos a EEUU.

El Roswell Park es un centro puntero a nivel mundial, no cabe duda, pero no ha participado en la creación del medicamento que menciona el canal alemán. Y es que los logros de la comunidad científica de un país del Sur parecen molestar a la prensa europea (13) (14) (15).

Una prensa que, además, oculta a su público datos informativos esenciales. Por ejemplo, para que pueda entender por qué ambos centros no habían podido llevar a cabo, hasta ahora, este esperanzador proyecto conjunto. La agencia EFE, en una nota publicada por varios diarios, aseguraba que la nueva empresa mixta “permitirá importar al país norteamericano medicamentos contra el cáncer a los que antes no tenía acceso” (16). ¿Y por qué no tenían acceso pacientes de EEUU con cáncer de pulmón avanzado, a una vacuna producida en un país a escasas 90 millas? La nota nos dice que en 2015 el Roswell Park “pudo completar los requisitos burocráticos para llevar a EE.UU. (la vacuna) CIMAvax, que Cuba sí exportaba a otros países”. Pero ¿eran solo “requisitos burocráticos” lo que lo impedía? No. Son las leyes del bloqueo a la Isla las que prohíben la importación de productos cubanos, incluidos los medicamentos (17). Y solo ahora una licencia especial y específica lo ha permitido.

La prensa internacional debería informar sobre el impacto del bloqueo en la salud, tanto la de personas de EEUU como de Cuba (18). La Humanidad debería conocer casos como el de los tres menores cubanos, con tumores en el Sistema Nervioso Central, que no pueden tratarse con Temozolamida, porque las compañías  estadounidenses Pfizer y Bristol-Myers Squibb, en cumplimiento de las leyes de bloqueo, no las venden a Cuba (19).

Pero para ello hace falta una prensa desprejuiciada y sobre todo… responsable.



Notas

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