Jorge Gómez Barata.─ La confrontación bélica directa entre Irán e Israel comenzó ya. La señal de arrancada fue la confirmación por el presidente Donald Trump del abandono por Estados Unidos del Tratado 5+1, cuyo primer efecto ha sido liberar al estado persa de todo compromiso en materia nuclear y permitirle explotar algunas ventajas comparativas en el ámbito de la guerra convencional.
Hasta no hace mucho la rivalidad entre Irán e Israel estuvo condicionada por la distancia entre ambos países y porque para llegar de uno al otro era preciso sobrevolar o atravesar todo el territorio de Arabia Saudita, Irak y Jordania, en línea recta, no menos de 1.500 kilómetros, lo cual dificultaba las acciones aéreas de un país contra el otro y prácticamente excluía la posibilidad de ataques terrestres en gran escala.
Para Irán esos obstáculos desparecieron al asentar grandes contingentes de tropas en Siria, dotados de aviación, blindados, artillería pesada y misiles, lo cual ha cambiado la correlación de fuerzas a favor de los persas.
Al operar desde Siria, fronteriza con Israel, las distancias se reducen a unos 300 kilómetros, lo cual hace viable las operaciones con todos los medios, aviación, misiles y artillería. Por primera vez, el territorio de Israel es asequible a los blindados enemigos que, partiendo de las inmediaciones de Damasco, pueden alcanzar a Israel en una jornada.
Desde Siria, la aviación iraní puede alcanzar las principales ciudades y todos los centros vitales del estado judío y, aunque operando desde el Golán Sirio ocupado, Israel puede actuar contra Irán, por tratarse de un pequeño enclave, las posibilidades militares que ofrece son considerablemente menores.
Esta reconfiguración del teatro de operaciones militares incluye la presencia en Siria de fuerzas rusas, terrestres y aeronavales turcas, de Hezbolá y también de Estados Unidos y algunos aliados de la OTAN. La proximidad de Irak, Arabia Saudita, Jordania, Egipto y Líbano, son factores que añaden complejidad y que en términos generales no favorecen a Israel.
Las circunstancias creadas por el exabrupto estadounidense explican la inmediata reacción de Israel, cuya aviación y cohetería bate consistentemente objetivos iraníes en Siria lo cual, en cualquier momento puede ser respondidos con ataques más o menos masivos sobre las ciudades e instalaciones militares en la profundidad del territorio de Israel.
En cualquier caso, se trata de preliminares de un conflicto mayor que, al desatarse, involucrará a otros países y fuerzas presentes en el escenario sirio. Entre tanto Irán gana tiempo para lograr aquello que los 5+1 querían evitar: la bomba. Las posibilidades de obtenerla son reales y de usarla cuando las tenga, altas. Allá nos vemos. En cualquier caso, ahora la guerra parece más cerca que la paz. Allá nos vemos.
El presente artículo fue publicado por el diario ¡Por Esto! Al citarlo indicar la fuente.
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