Norelys Morales Aguilera.─ Un revelador estudio del Pentágono concluyó que el orden internacional establecido por Estados Unidos después de la Segunda
Guerra Mundial, está "deshilachándose" e incluso puede "derrumbarse",
llevando a Estados Unidos a perder su posición de "primacía" en los
asuntos mundiales.
Sin embargo, las soluciones propuestas para proteger el poder
estadounidense en este nuevo entorno después de su primacía, no son para
entusiasmarse, pues lo que sobrevendría es más expansionismo
militar como única opción, más vigilancia y más propaganda
("manipulación estratégica de las percepciones"), que es lo que pide el informe, de acuerdo con Nafeez Ahmed periodista de investigación, fundador de la web INSURGE INTELLIGENCE.
El informe "At Our Own Peril: DoD Risk Assessment in a Post-Primacy World" fue elaborado a partir de un intenso proceso de
investigación de un año de duración, e incluye consultas con agencias
clave del Departamento de Defensa y Ejército de los Estados Unidos. Asimismo, fue apoyado y patrocinado por la Dirección de Política y
Planes Estratégicos del Ejército de los Estados Unidos; El Estado Mayor
Conjunto, J5 (Rama de Estrategia y Política); la Oficina del Secretario
Adjunto de Defensa para la Estrategia y el Desarrollo de la Fuerza; y la
Oficina de Administración del Programa de Estudio del Ejército.
El documento afirma que el mundo ha entrado en una fase fundamentalmente nueva de transformación en la que el poder estadounidense está en declive, el orden internacional se está deshaciendo y la autoridad de los gobiernos en todas partes se está desmoronando.
Habiendo perdido su condición pasada de "preeminencia", ahora Estados Unidos vive en un peligroso e impredecible mundo donde la visión de ser "policía del mundo" ya no será imaginable.
De acuerdo con el informe, el peligro no viene sólo de grandes rivales como Rusia y China, ambos representados como una creciente amenaza para los intereses estadounidenses, sino también por el creciente riesgo de eventos similares a la "primavera árabe". Estos irán en erupción no sólo en el Medio Oriente, sino en todo el mundo.
El
estudio describe la naturaleza esencialmente imperial de este orden
como sostenido por la dominación norteamericana, con los EEUU y sus aliados
literalmente "dictando" sus términos para promover sus propios
intereses.
La era en la cual Estados Unidos y sus aliados podrían simplemente conseguir sus objetivos ha terminado. Los expertos infieren, que los funcionarios estadounidenses "naturalmente sienten la obligación de preservar la posición global de Estados Unidos dentro de un orden internacional favorable". Asimismo, aseguran que este "orden mundial basado en reglas que Estados Unidos construyó y sostuvo durante siete décadas está bajo enorme tensión".
El informe proporciona un desglose detallado de cómo el Departamento de Estado percibe y trata de desentrañar el orden internacional actual, con el Pentágono cada vez más superado por los acontecimientos mundiales. El estudio concluye que los Estados Unidos "ya no pueden contar con la posición inexpugnable de dominación, supremacía o preeminencia de la que gozó durante los más de 20 años después de la caída de la Unión Soviética ".
Tan debilitado es el poder estadounidense, que ya no puede ni siquiera "generar automáticamente una superioridad militar local consistente y sostenida".
Pero, los autores del documento ven sus resultados como un "llamado de atención". Si no se hace nada para adaptarse a este entorno de "post-primado", la complejidad y velocidad de los eventos mundiales "desafiarán cada vez más las actuales convenciones y sesgos de la estrategia, la planificación y la evaluación de riesgos".
Son varios los analistas que han advertido, que en su pataleo, el imperio es más peligroso.
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