Norelys Morales Aguilera.─ El representante Mario Díaz-Balart y el senador Marco Rubio estuvieron el mes de mayo pasado en la Oficina Oval, acompañados de dos secretarios del gabinete, el asesor de Seguridad Nacional y numerosos asistentes de la Casa Blanca, y le pidieron al presidente Donald Trump que respaldara sus planes para Cuba.
El resultado ya se sabe. Diaz-Balart votó a favor una nueva iniciativa de ley de Donald Trump para sustituir Obamacare. A cambio recibió la promesa de Trump de revisar la política de Obama con Cuba, como hizo el pasado 16 de junio. Mientras, Rubio ha protegido a Trump cuando interrogó "con fuerza a James Comey, ex director del FBI, durante una audiencia en el Senado", señaló un medio de Miami. A cambio también, de los anuncios del Presidente contra Cuba.
Estos "intercambios de favores" son habituales en la política estadounidense y hasta la mentira se consiente, como explican los analistas, pero tratándose de Cuba, estos señores legisladores de Estados Unidos, se atribuyen menoscabar la soberanía cubana y ahora Trump les ha abierto de par en par las puertas.
Claro, no es nueva la politiquería y agresiones de Rubio y Díaz-Balart, entre otros, pero en la línea de acusar de atrocidades al gobierno revolucionario y conduciendo sus lacayos isleños de turno, lo más reciente es que el representante Díaz-Balart acude a la mentira, desde el bunker miamense de la contrarrevolución y la subversión. Obsérvese que siempre tienen a mano las líneas de mensaje apropiadas para crear matrices de opinión falsas.
Mario Díaz-Balart, en un comunicado repudió el trato que reciben los tres hermanos holguineros que se encuentran en huelga de hambre y a quienes se les ha negado la asistencia médica en todos los hospitales de Holguín. El representante de Estados Unidos, tildó tal situación de “vergonzosa” además de repudiar el arresto de los opositores por no querer rendirle homenaje al difunto dictador FIdel Castro. Falso.
El bloguero, Luis Ernesto Martínez, desde el lugar de los hechos, informó que los hermanos, presentados como destacados activistas, iniciaron una nueva huelga de hambre el pasado 8 de junio. Tras 13 días fueron hasta el Hospital y comenzó el nuevo show. Se negaron a realizarse exámenes complementarios, algo que es lo más elemental para conocer el estado real de cualquier paciente. A pesar de la negativa a someterse a esos análisis ellos reclamaron ingreso inmediato.
Ese día pasaron la noche allí y en la mañana siguiente volvieron con la negativa. ¿Si se está tan seguro de la “precaria situación de salud”, como vociferan algunos en internet, por qué no confirmarlo con exámenes de laboratorio?
Resultado, si no hay criterio médico, nadie (es lo más lógico del mundo), puede mantener ingresados pacientes con la certeza de que esas camas las pueden necesitar otros que sí muestran signos reales de enfermedad.
Los códigos comunicativos ante la respuesta médica han sido claramente manipuladores. La traducción ante la normal actitud de los profesionales de la salud ha sido: “se les ha negado la asistencia médica en todos los hospitales de Holguín”, “se les ha negado tratamiento médico”, “el Director del Hospital los expulsó”, así como “la negativa de atención médica por parte de los medios de salud de la ciudad de Holguín”.
Estas y otras ampliaciones, incluidos videos, están en el blog de Luis Ernesto Ruiz Martínez para más confirmaciones.
Pero si alguien desea saber para qué se juega con la verdad y hasta la salud de algunas personas en Cuba, supuestos disidentes, para conformar la desinformación y justificar bloqueos y agresiones contra los cubanos de la Isla, un titular de ABC de España es gráfico: "Peligra la vida de los tres hermanos detenidos en Cuba durante los funerales de Castro", en cuyo texto la agresividad mediática es incuestionable.
Entre bobos anda el juego.
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