Los esperados cambios del mandatario Donald Trump en la política de Estados Unidos hacia Cuba constituirán un fracaso, pronosticó hoy Ben Rhodes, antiguo asesor del expresidente Barack Obama (2009-2017).
A través de un artículo publicado en la revista The Atlantic, esta figura clave en el proceso de acercamiento a la isla iniciado por el predecesor de Trump sostuvo que el actual gobernante está volviendo el reloj a una mentalidad de guerra fría trágicamente fallida al reimponer restricciones al comercio y los viajes.
No tenía que ser de esta manera y no se quedará de esta manera, previó Rhodes, quien lamentó que el jefe de la Casa Blanca ignoró las voces del pueblo cubano y de la mayoría de los estadounidenses solo para recompensar a un pequeño y menguante electorado político.
Destacó que a partir del camino iniciado por Obama se inauguraron embajadas y comenzó la cooperación bilateral sobre los asuntos que suelen guiar la diplomacia entre vecinos:
enfrentamiento a las drogas, aplicación de la ley, agricultura, pruebas de vacunas contra el cáncer y respuesta a desastres.
Con el establecimiento de vuelos directos, líneas de cruceros y ampliación de la autorización a los estadounidenses para viajar a Cuba, indicó, el número de visitantes de esta nación a la isla aumentó en un 50 por ciento, a más de 500 mil, en 2016.
Empresas estadounidenses de tecnología como Google aprovecharon la apertura para forjar nuevos acuerdos, agregó.
De acuerdo con el exasesor, el cambio de rumbo con Cuba también abrió nuevas oportunidades para Estados Unidos en América Latina y en todo el mundo.
Reconoció que aunque con la orden ejecutiva sobre la nación antillana que Trump firmará este viernes en Miami, Florida, no borrará todos esos progresos, sí dará pasos hacia atrás.
Si bien no tomó medidas dramáticas para restringir los viajes, estimó Rhodes, los viajeros estadounidenses ahora tienen que pasar por el absurdo proceso de averiguar a qué empresa pertenece el hotel donde se alojarán, y se incluye el lenguaje siniestro de exigirles documentos de sus actividades.
A pesar de la retórica de que querer apoyar al sector privado cubano, cualquier reducción de los viajes va a golpearlo, agregó el antiguo consejero de Obama, quien señaló también las nuevas limitaciones para las compañías estadounidenses interesadas en los negocios con el país caribeño.
"El instinto de aislamiento que Trump abrazó fracasará. Irónicamente, los partidarios de la línea dura que lo presionaron para hacer estos cambios solo se condenan a la futura irrelevancia", apuntó.
Mencionó que, según encuestas, más del 70 por ciento de los norteamericanos, incluyendo una mayoría de republicanos, apoyan el fin del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a la isla.
Según Rhodes, el acercamiento debe prevalecer y prevalecerá, y es por eso que el anuncio de Trump debe ser visto como el último suspiro ilógico de una parte de la política estadounidense con un historial de 50 años de fracaso./PL
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