Norelys Morales Aguilera.─ Si el imperio estadounidense no fuera capaz de desatar las “siete plagas de Egipto”(o las enésimas), bien pudiésemos olvidarnos de lo que sucede en el “Norte revuelto y brutal que nos desprecia”incluido, desde luego, el circo de sus elecciones presidenciales.
Pero, resulta que se trata de la súper potencia hegemónica, máxime en el mundo globalizado donde cada día es más dramática la repercusión que puede tener la acción en un país sobre el resto, como ha sucedido con la economía o las guerras estadounidenses.
Llaman democracia a la elección presidencial en Estados Unidos, pero ni es ni será porque el gobierno de los ricos y tomado por las corporaciones es una dictadura contra los pobres, para sostener el sistema capitalista en su etapa neoliberal.
Lo más grave que supone la actual contienda electoral es que cuando sea elegido el próximo presidente —hombre o mujer— el 8 de noviembre de 2016, será confirmada la derrota del pueblo estadounidense, junto al resto de los pueblos del orbe sobre los que habrá consecuencias.
El hecho de que la supuesta democracia es un gobierno de ricos, no pasa inadvertido para los norteamericanos. Encuestas realizadas por el American National Election Study [1] muestran que en 2002 un tercio de los entrevistados creía que Estados Unidos estaba gobernado por “unos pocos”, en 2016, son tres cuartas partes de la población las que lo creen, y el 58% piensa que muchos de los que dirigen la Administración están corruptos. Según los sondeos de YouGov [2], la opinión de que la clase dirigente es corrupta predomina entre los republicanos que ganan menos de 50.000 dólares al año y no tienen más que una educación secundaria, según Timothy Garton Ash, catedrático de Estudios Europeos en la Universidad de Oxford.
No es el caso aquí analizar el obsoleto y blindado sistema electoral norteamericano que preserva el statu quo imperial, pero es muy grave la falta de democracia real.
En el país “más rico del mundo” ha surgido un nuevo fenómeno nunca visto en tal amplia escala. Figuras políticas prominentes de ambos partidos políticos proclaman que no existe la democracia en EE.UU., y parece que una mayoría de la población esté de acuerdo. Los ciudadanos que creen que viven en “la tierra de los libres”(land of the free, en inglés) se dan cuenta de que su nación no es democrática, ejemplificando así lo que muchos sociólogos llaman “un conocimiento contradictorio”, o “mixed consciousness”en inglés, según James D. Cockcroft, fundador de la Coordinadora Internacional de Redes en Defensa de la Humanidad.
La prueba inequívoca de la falta de democracia son las dos figuras que contenderán por la presidencia, Hillary Clinton y Donald Trump, moviendo sus promesas y propuestas, carentes de sustancia, en la búsqueda de los votos.
Habrá tiempo para continuar siguiendo el circo en los próximos debates presidenciales, el 26 de septiembre en la Universidad de Hosftra, Long Island, Nueva York, así como el 9 y el 19 de octubre de 2016.
GOLPES BAJOS Y HASTA PLAGIO
La Clinton ha sido capaz de pagar trolls para desprestigiar a su oponente demócrata, el sorpresivo Bernie Sanders [3], mientras Trump no se ha ahorrado insultos y acusaciones contra Clinton, con “el mérito” de decir lo que piensa en verdad el sector más conservador de Estados Unidos, y cómo hasta podría llegar a la presidencia por el manejo mediático, aparte de que sin dinero no hay quien sea presidente en USA.
La esposa de Donald Trump, Melania, fue acusada, durante su discurso en la Convención Republicana de “tomar prestados” pasajes enteros de un discurso pronunciado por Michelle Obama —primera dama de EE.UU.— en 2008.
Una integrante de la campaña de Donald Trump admitió haber usado frases de Michelle Obama para armar el discurso que ofreció la esposa del magnate, pidió disculpas y ofreció su renuncia ante la acusación de plagio, informó TeleSur.
Por su parte, Donald Trump Jr. también “usó pasajes” de un artículo periodístico que había aparecido con anterioridad en la revista The American Conservative, dio a conocer Sputnik News.
El plagio, denota deshonestidad, pero la defensa que hizo el aspirante presidencial de las críticas a su esposa revela, más que circo, el lodazal de la campaña donde se vale de todo:
A través de su polémico Twitter, Trump dijo:
“La buena noticia es que el discurso de Melania obtuvo más publicidad que cualquiera en la historia de la política, especialmente si crees que toda prensa es buena prensa”.
Estemos preparados para los nuevos rostros de la dictadura, que cuando todo se vale, es mucho lo que se pierde.
Notas
[1] http://www.electionstudies.org
[2] https://today.yougov.com
[3] El pasado viernes 22, entregado a Cubahora.cu para publicar este artículo, la organización Wikileaks, fundada por Julian Assange, filtró alrededor de 20 mil correos electrónicos de altas figuras del partido en los que se expresan tácticas para derrotar a Sanders y, de la mano con ello, favorecer a la preferida Clinton. Son comunicaciones entre siete dirigentes del partido. En otro correo un abogado de la campaña de Clinton “parece aconsejar al CND sobre cómo responder a una disputa entre las dos campañas sobre cuánto dinero había recaudado la operación de Clinton para los partidos estatales”. El escándalo provocó la renuncia de la presidenta del Partido Demócrata, Debbie Wasserman Schultz.
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