Veteranos de los servicios de inteligencia de EE.UU. publicaron una carta abierta dirigida a la canciller alemana Angela Merkel. Dicen sentirse alarmados por “la histeria antirrusa propagada por Washington y el fantasma de otra Guerra Fría”.
La misiva, publicada en víspera de la cumbre de la OTAN, fijada para el 4 y 5 de septiembre, está destinada a desafiar “la fiabilidad de las alegaciones de los medios de Ucrania y de EE.UU. acerca de la supuesta ‘invasión’ rusa” del país vecino, según lo formulan los autores del documento. Entre los firmantes de la carta difundida, entre otros, por el portal ‘Consortium News‘, figuran William Binney, exdirector técnico de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA); David MacMichael, exmiembro del Consejo Nacional de Inteligencia de EE.UU.; Ray McGovern, analista retirado de la CIA; Coleen Rowley, exagente especial del FBI y Ann Wright, coronel del Ejército de EE.UU.
“Usted necesita saber, por ejemplo, que las acusaciones de una mayor ‘invasión’ de Rusia en Ucrania parecen no estar apoyadas por una inteligencia fiable. Más bien, la ‘inteligencia’ parece ser de la misma especie dudosa y políticamente ‘fijada’ que se utilizó hace 12 años para ‘justificar’ la campaña encabezada por EE.UU. en Irak. En aquel entonces no vimos evidencias creíbles de la presencia de armas de destrucción masiva en Irak; ahora no vemos evidencias creíbles de una invasión rusa”, escribieron los veteranos estadounidenses del espionaje a Merkel.
“Hace 12 años el entonces canciller alemán Gerhard Schroeder, siendo consciente de la fragilidad de las pruebas sobre las armas de destrucción masiva en Irak, se negó a unirse a la campaña”, acentúan los autores del documento e insisten en que Merkel debería “sospechar apropiadamente” respecto a las alegaciones del Departamento de Estado de EE.UU. y de la OTAN sobre una invasión rusa en Ucrania.
Si las fotos que han presentado la OTAN y EE.UU. son la mejor ‘prueba’ accesible de una invasión por parte de Rusia, “crecen las sospechas” de que se está realizando un esfuerzo para dar fundamento a los argumentos que serán expuestos en la cumbre de la Alianza para promover la aprobación de las acciones que Moscú va a considerar como ‘provocativas’, opinan los expertos estadounidenses. Uno debe ser “muy cauteloso” con lo que dicen Rasmussen o el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, insiste la misiva y argumenta con “el registro escabroso de credibilidad” del secretario general de la OTAN.
“Parece que Washington continúa editando los discursos de Rasmussen. Esto quedó perfectamente claro en víspera de la invasión en Irak, cuando Rasmussen, en aquel entonces primer ministro danés, dijo dirigiéndose al Parlamento del país: “Irak posee armas de destrucción masiva. No es algo que solo suponemos. Lo sabemos”. Miren al Irak de hoy. Es peor que una catástrofe”, subraya la carta.
“La posibilidad de que las hostilidades escalen más allá de las fronteras de Ucrania se ha incrementado significativamente en los últimos días. En gran parte, debido a la creciente importancia y la aparente dependencia de una inteligencia que consideramos espuria. Más importante, creemos que esta probabilidad se puede evitar, dependiendo del grado de escepticismo prudente que usted y otros líderes europeos lleven a la cumbre de la OTAN la semana que viene”, insisten los veteranos de la inteligencia.
En vísperas de la cumbre, Rasmussen ya ha adelantado que la Alianza del Atlántico Norte planea crear fuerzas especiales de alta disponibilidad que puedan ser desplegadas rápidamente en Europa oriental y los países bálticos para contrarrestar una potencial agresión que, según considera, provendría de Rusia. La OTAN tiene programado, además, establecer cinco nuevas bases en Letonia, Lituania, Estonia, Rumania y Polonia para reforzarse contra Moscú.
RT
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