Norelys Morales Aguilera.- No tomo por definitivos estos indicios, pero hay apuntes a que nuevos aires están soplando allende al Estrecho de la Florida respecto a la política de Washington, cuya obsolescencia jamás previeron los creadores del bloqueo contra Cuba en 1959.
ANUNCIO UNO. Las declaraciones del magnate azucarero Alfonso Fanjul al diario The Washington Post, desataron las alarmas entre los violentos y vividores, como Ileana Ross-Lethinen y Mario Díaz-Balart, pero el hábil comerciante puso el dedo en la llaga, al asegurar "Ahora mismo no hay forma de que podamos considerar invertir en Cuba. ¿Cómo vamos a hacer un acuerdo si la ley no lo permite?"
"Si fuera legal y existiera un marco apropiado, miraríamos hacia esa posibilidad (hacer inversiones en Cuba). Tenemos la mente abierta", ha dicho Fanjul al recordar que la isla tiene acuerdos comerciales con países como España y Canadá.
A fin de cuentas, lo único que hace falta, es que Cuba satisfaga los requisitos que necesitan los inversionistas, como la repatriación de capital y la seguridad de las inversiones. "Personalmente miraría eso dentro del mismo marco que cualquier inversionista".
ANUNCIO DOS. El ex gobernador de Florida Charlie Crist ha pedido el levantamiento del bloqueo impuesto por EE.UU. contra Cuba por ser “una reliquia ineficaz”.
Según informaron el domingo los medios de comunicación, el demócrata norteamericano, en un comunicado enviado a la prensa, afirma que esa política represiva no ha logrado nada en más de 50 años de existencia y ha llegado el momento de ponerle fin.
De acuerdo con Crist, al levantar el bloqueo económico, financiero y comercial contra la isla, (que él llama embargo como su gobierno), los agricultores, fabricantes y la industria de la construcción de Florida podrán establecer relaciones comerciales con Cuba y así se impulsarán la economía y la creación de empleos.
ANUNCIO TRES. Los senadores Patrick Leahy, demócrata y su colega republicano Jeff Flake han demandado al gobierno norteamericano el cese del bloqueo comercial, económico y financiero contra Cuba impuesto hace más de 50 años.
Los norteamericanos desean un cambio en nuestra política hacia La Habana, y el presidente Barack Obama debe escuchar a la mayoría de los ciudadanos en todo el país que estiman hay mucho que ganar si eliminamos esta reliquia de la Guerra Fría, señalan los legisladores.
En un artículo de opinión publicado en el diario The Miami Herald, ambos senadores apuntan a una encuesta reciente del Centro Latinoamericano del Consejo del Atlántico que demuestra que existe un fuerte contraste entre la actual actitud de los estadounidenses hacia ese tema y la política arcaica de Washington.
"Una vasta mayoría de norteamericanos de cada región del país y de diferentes partidos políticos apoya la normalización de las relaciones con Cuba", añaden en el documento.
Tres anuncios por ahora, porque la tormenta para los dinosaurios va in crescendo.
Y, ¿qué dicen los asalariados de Washington sobre un cambio de política hacia la Isla?. Por lo pronto, repiten como papagayos lo que dicen los pagadores. Después se verá, siempre que puedan sostener su modus vivendi de vagos profesionales y bufones mediáticos oportunistas.
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