El razonamiento de la Sánchez no deja duda sobre su ego y su supuesto papel en la arena internacional, ya que en Cuba no le hacen caso ni las moscas. “Tengo la esperanza de que la presión internacional, la visibilidad que ha tomado mi caso, la propia insistencia que he hecho en estos cinco años, en definitiva, la presión de dentro y fuera (de Cuba) me va a permitir finalmente, traspasar la oficina de migración y abordar el avión”.
El esposo de la bloguera, Reynaldo Escobar, también recibió un pasaporte. Y según informó Sánchez a Voice of America, quieren comenzar a viajar, con el objetivo de acercar las dos orillas. Allá se encamina su prepotencia y las órdenes que recibe: lograr el imposible de unir a vividores y oportunistas en el empeño de un “exilio” coherente.
No obstante sus sueños de nueva rica trazan su ideal de itinerarios faltándole solo un crucero: total que ella se sacrifica tanto en Cuba y es tan perseguida que bien merece un descanso: “Pienso que quizás el primer destino sea Brasil o España (...), dijo la globera. Me gustaría mucho también pasar por Italia, Polonia, Chequia… De este lado del Atlántico, pasar por Perú, Colombia, Argentina, México, Nueva York, y por supuesto Florida, que es donde tengo familia” y donde la espera la mafia terrorista. De ensueño serán sus declaraciones desde Miami.
Yo no sé si se puede llamar trabajo lo que va a realizar Yoani Sánchez fuera de Cuba, lo que sí recomiendo para los espectadores es diversión. Manipulación a cuatro manos y la confirmación del gran fraude de una perseguida que hace méritos despotricando contra todo su país y sus gentes para cobrar bien, tanto de premios como de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, que es lo que hacen los mercenarios.
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