El "think tank" de la derecha recalcitrante estadounidense, que considera a Rubio un “verdadero líder en la promoción de la libertad en este país y también en del mundo” contó con el diligente servicio de la VOA para llevar a los foristas la voz “ilustre” de Yoani Sánchez y sus siempre despistadas conclusiones.
Rubio comenzó su “disertación”, después de atacar a la Iglesia católica en Cuba, con duras críticas a la clase empresarial estadounidense, asignándole un eventual papel de “defensores del régimen” que podrían tener los negocios estadounidenses si eso llegase a suceder, algo que un analista citado por Efe considera “descabellado”.
El mejor camino para destruir a la Revolución cubana lo ubica Rubio en las nuevas tecnologías y las redes sociales, nada nuevo, es la política que Washington ejecuta, asignando fondos, promoviendo acciones subversivas y de espionaje, bloqueando un mejor acceso a Internet, para luego culpar a la Isla de “censura”, “represión” y otras patrañas.
Pero deliró, es “la mejor forma de evitar que se perpetúe la dictadura por otros 15 años” porque el régimen castrista “no puede sobrevivir sin el acceso a la información”, afirmó el republicano, quien bromeó sobre sus aspiraciones a ser el “primer embajador de una Cuba libre”: otro afiebrado más.
Yoani Sánchez, que dejó de ser la supuesta bloguerita sin filiación política y que cada vez más se identifica con terroristas e injerencistas norteamericanos, siendo una disciplinada ejecutora de los planes de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos, dio una lección de “independencia” y “cordura”, mientras la VOA reconocía que trabaja para auditorios no cubanos.
Una vez más dejó escuchar sus lamentos por el coste de Internet para ella, cuya fortuna a base de premios rebasa el medio millón de dólares, y dando pruebas de su capacidad para emplear frases cortas poco imaginativas, pero complacientes con un público predispuesto, dijo que Cuba está en un “medioevo informativo, edad media en la tecnología”, mientras ella pretende ignorar el colosal esfuerzo de sus compatriotas para acceder a tecnología y desarrollo en medio de un cerco brutal.
Yoani complació a los ultraconservadores que sueñan destruir a la Revolución, como siempre mintiendo, mientras engañaba a sus seguidores de Twitter con una burda mentira, diciendo lo que de ella se espera para mantener su estatus de estrella mediática de los Estados Unidos contra Cuba.
Eso sí, Yoani sigue siendo la manipuladora por excelencia, juntada a la política terrorista de Estados Unidos contra Cuba, que no tiene empacho en coincidir y apoyar a un sujeto como Marco Rubio.
Ni Rubio ni Yoani tienen otro discurso que no sea el ultraconservador, agresivo y anexionista. Yoani anda de mal en peor, pero le pagan y eso para ella sí cuenta.
Sugerencia
Conspiración anticubana en la Fundación Heritage
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