Del apuro a la plaga
EE.UU. lanzó una guerra bacteriológica furtiva en contra de los afanosos agricultores de drogas - o eso afirmó la propaganda narcoyihadista cuando una "misteriosa" plaga golpeó de pronto una "buena" parte de los campos de la adormidera en vísperas de la cosecha.
Tropezando con la misma piedra
No importa si es cierto o falso, la reclamación abrió la única oportunidad para que el USACAPOC (el Comando psicológico de operaciones de asuntos civiles del ejército de Estados Unidos) pruebe su entereza contra la campaña de rumores de los muyahidín, pero el alto mando del Pentágono metió la pata y arruinó la fiesta, una vez más.
La Marina de EE.UU. en el Golfo de Afganistán
El capitán John Kirby de la Marina de Guerra, portavoz del almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto del Departamento de Personal, había ordenado al The New York Times compartir su empatía y confirmar la adicción de la OTAN a los narco- yihadistas:
"¿Nos gustaría ver que el comercio de adormideras finalmente se acabara así. ¿Lo haríamos así? Por supuesto que no. Esta “pérdida de la cosecha” es un fenómeno natural y absolutamente no tiene relación alguna con los Estados Unidos o los militares de la OTAN".
El mensajero
Cuando un oficial de bandera bosqueja el plan de batalla contra los piratas somalíes, no impone nada pero está lleno de atención y respeto, pero cuando un capitán de la Marina opina sobre el Océano de Opio en las tierras de Afganistán, que no tienen salida al mar, cosecha los aplausos y la oportunidad de ser nominado a la Comedia Central como el mejor joker vestido de blanco.
Los medios de comunicación
El público objetivo para el mensaje citado es la comunidad de narco-agricultores de la parte sureña de Afganistán, que ha votado a favor de Karzai, pero nunca ha confiado en la OTAN desde el principio y difícilmente lo hará.
A diferencia de los señores de la tierra de drogas en el Reino Unido y los EE.UU., esos tipos no están en la lista de suscripción del New York Times, o cualquier otro periódico nacional o de nivel mundial.
El problema es que aunque el almirante Smith entregue personalmente una copia de la entrevista con el capitán implicado en cada puerta en Marja, no serviría de nada porque los locales no saben leer en inglés y muchos de ellos ni siquiera saben leer farsi o dari.
La última vez que chequé el New York Times no publicó ni subió en su web nada escrito en pashto, aún no.
El mensaje
La erradicación y eliminación de la Buena voluntad estadounidense en Afganistán, hecha por los ataques quirúrgicos seguidos por las disculpas de la USAF, ha restado toda credibilidad a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos al momento de negar cualquier transgresión, incluso las más obvias e indignantes demandas que fueron hábilmente explotadas por los narco-terroristas en la guerra de percepción.
La negación enfática de la participación de la OTAN en la guerra del germen del opio estaba condenada a fracasar como PR FUBAR, percibida como una declaración de rendición incondicional de los Estados Unidos en la no declarada guerra contra las drogas en Afganistán.
La credibilidad en el abismo
La desconexión entre el mensaje, el mensajero y los medios de comunicación ha privado al Pentágono de la negación plausible que había aspirado a su favor y alimentó aún más los sentimientos anti-estadounidenses en Afganistán y otros lugares del mundo.
Fuente: Fuego Amistoso
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