La saga de los “súper espías” Myers.

Norelys Morales Aguilera

Las cosas de Miami darían risa si desde ese enclave de terroristas, que convive con una mayoría silenciosa, no se hubieran gestado contra Cuba desde patrañas hasta crímenes. Dineros de por medio en el negocio de la contrarrevolución.

El padre Alberto Cutié, religioso envuelto en un escándalo de fotos donde se le aprecia dándole muestras excesivas de cariño a una mujer, concedió una entrevista a la cadena Univisión, donde reveló que “los responsables de tomar las fotografías”, que destaparon la batahola, “fueron espías cubanos.”

Ahora, allí están envueltos en la saga de los supuestos espías Myers.

Cualquiera con un poquito de sentido común se extrañará que estos “veteranos espías” fueran tan cándidos de contar su historia. Alguien tan avezado como Fidel Castro en desentrañar las intrigas contra Cuba, ofrece argumentos y se pregunta si no parece “bien ridícula la historieta del espionaje cubano”.

Pero, es incuestionable que a los involucrados en el competitivo mercado de sacar partido al diferendo del Imperio con la isla vecina y bloqueada, estos “espías” les llegan como un “casual” regalito del cielo para atacar cualquier acercamiento o discusión seria de los Estados Unidos con Cuba.

Mel Martínez, senador que se ha ocupado más de sus negocios que de sus electores, tal como se difundió cuando el Katrina, entre otros casos, se lanzó de inmediato contra el más mínimo intercambio sensato. Tal y como tuvo mucha prisa para fustigar las discusiones de la OEA relativas a Cuba.

Nada más que saberse del hecho, dijo: "La detención hoy de dos estadounidenses acusados de haber espiado para Cuba, es motivo suficiente para que la Administración ponga fin a cualquier negociación diplomática con el régimen, incluido el aplazamiento de las conversaciones migratorias".

Dijo más el legislador republicano: afirmando que esperaba que la administración de Obama "continuará sus esfuerzos para descubrir los actos de espionaje de Cuba", que "han continuado durante más de medio siglo".

“Cazar espías es difícil, pero detectar espías cubanos es aún más complicado, dijeron ex funcionarios de inteligencia, un día después de que un matrimonio estadounidense fuese acusado formalmente de espiar para La Habana”, reportó AP.

Vaya, es que Cuba está entre la “lista de países terroristas” y en Miami, el terror es cosa de “los Castro”.

Alguien me contó que un empleado de Radio Martí palideció de miedo en los pasillos de la emisora, cuando un amigo en broma le mandó un mensaje al celular acusándolo de “comunista”.

Hace poco he sostenido una conversación con un cubano que reside en Estados Unidos desde los años 50 y tiene allí familia constituida. Tuvimos una charla amable e inteligente. Le propuse continuar intercambiando por correo electrónico. Me pidió por favor que lo dispensara: “mis hijos trabajan con el Gobierno”, me dijo.

No es de extrañar que el Padre Alberto, en tal clima de terror, no halle una mejor justificación para su pifia, que inculpar a los “espías cubanos”.



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1 comentario:

pato dijo...

Indudablemente aquellos ingenuos que creian que la llegada de Obama al gobierno yanqui, cambiaria en algo el estado de belicosidad permanente del imperio contra Cuba, se han equivocado rotundamente, ayer fueron los cinco heroes Cubanos, hoy dos ancianos norteamericanos, es tanta la impotencia del imperio que mañana quizas acusen el Raton Mickey de ser espia Cubano.

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