La “ciencia de datos” contra las misiones médicas cubanas

De un tiempo a esta parte han aparecido, en el ecosistema de think tanks y “observatorios” financiados para hablar de Cuba, productos que intentan vestir de neutralidad técnica viejas campañas políticas.

El último ejemplo es una investigación de la Fundación 4Métrica titulada “Análisis computacional de discurso sobre los cambios de percepción de las misiones médicas cubanas en la Red Social X”, presentada como si fuera la gran prueba de que el Estado cubano manipula la opinión pública mundial sobre su cooperación médica.

En la página del propio laboratorio, el estudio se promociona así: “si quieres saber cómo desenmascaramos la operación de guerrillas digitales comandadas por el régimen cubano, te invitamos a leer la investigación”. No parece precisamente el lenguaje de un centro neutral que se acerque a los datos sin prejuicios, sino el de una organización que ha decidido de antemano el veredicto y ahora busca el método más vistoso para justificarlo.

De 1.644 tuits a “la opinión pública global”

El corazón del trabajo es un conjunto de 1.644 mensajes en X (antes Twitter), en español, recogidos supuestamente entre 2015 y 2025 con una única búsqueda: “misiones médicas” OR “misiones médicas cubanas”.

Esos mensajes se dividen en dos bloques: 481 tuits antes de 2020 y 1.163 después.  Es decir, 13,7 mensajes por mes en diez años. Sobre esa base mínima, la "investigación" afirma estar midiendo la “opinión pública” sobre las misiones y, más aún, demostrando una “inversión” en la percepción internacional provocada por una operación digital de Cuba.

Contra las misiones cubanas

"Para examinar la dinámica de la opinión pública (sic), se diseñó un enfoque metodológico mixto. Se extrajo un corpus de 1,644 trinos de la API de X utilizando el query = (misiones médicas OR misiones médicas cubanas), dividido en dos subconjuntos: 481 para el periodo 2015-2019 y 1,163", dice 4Métrica.

El problema salta a la vista.

Primero, X no es “la opinión pública global”, sino una plataforma con sesgos muy fuertes de clase, idioma, geografía e ideología.

Segundo, reducir la conversación mundial sobre la cooperación médica cubana a 1.644 mensajes en español, a lo largo de diez años, es simplemente ridículo si se compara con la magnitud real del fenómeno: decenas de miles de profesionales, decenas de países, cobertura en medios tradicionales, declaraciones de gobiernos, parlamentos, organizaciones internacionales, campañas por el Nobel para la brigada Henry Reeve, etcétera.

Tercero, la propia búsqueda es tan estrecha que excluye de entrada buena parte de la conversación: “médicos cubanos”, “brigadas médicas”, “brigada Henry Reeve”, “doctores cubanos en Italia/México/Brasil”, “cooperación médica cubana”, y tantas otras fórmulas usadas por medios de comunicación, gobiernos y ciudadanía para hablar del mismo tema.

El resultado es un corpus pequeño, sesgado y poco representativo que, sin embargo, se presenta como si fuera un termómetro universal.

Algoritmos sin contexto: la nueva coartada “objetiva”

Para darle un aire moderno al relato, el estudio recurre a palabras mágicas: “análisis de redes”, “modelos de tópicos”, “IA generativa”. Se mapean interacciones en X y, como es lógico en cualquier red social, aparecen núcleos densos alrededor de cuentas oficiales cubanas, medios de comunicación de la Isla y redes de solidaridad. Eso es descrito inmediatamente por la "investigación" como “propaganda computacional” y “guerrillas digitales” al servicio del “régimen”.

Lo que nunca se hace es aplicar el mismo criterio a los otros actores del tablero. En el propio repositorio de 4Métrica encontramos informes anuales sobre Cuba, policy papers, documentos del llamado “Observatorio de Derechos Sociales” y otras plataformas alineadas con la agenda de "cambio de régimen".

Es decir: hay una constelación de organizaciones, ONGs y medios que trabajan sistemáticamente contra el Estado cubano, muchas veces con financiamiento de agencias federales estadounidense, coordinación política y presencia articulada en redes sociales. Pero eso nunca aparece en el análisis como posible “propaganda computacional”.

El doble rasero es evidente: cuando el Estado cubano comunica, es manipulación; cuando lo hacen gobiernos occidentales, fundaciones privadas o grupos financiados por el gobierno estadounidense, es “sociedad civil”. Cuando miles de personas comparten contenidos favorables a Cuba, son “tropas digitales”; cuando se articulan campañas contra el país, son “activistas por la libertad”.

Más grave todavía: el modelo de inteligencia artificial que se utiliza para clasificar los tuits como “favorables”, “neutros” o “críticos” es una caja negra. No se dice qué sistema se emplea, ni cómo fue entrenado, ni qué precisión tiene, ni se ofrece una sola métrica de validación. Aun así, esos números se promedian y se convierten en gráficas que supuestamente prueban un antes “crítico” y un después “positivo” en la percepción.

Eso no es ciencia, es marketing con gráficos.

El elefante en la habitación: la pandemia y el reconocimiento internacional

Si uno mira el mundo real –no solo una esquina de X– el cambio de tono en muchas narrativas sobre las misiones médicas cubanas tiene una explicación bastante más sencilla que una conspiración digital: la pandemia de COVID-19.

En 2020, mientras algunos gobiernos se disputaban mascarillas en aeropuertos y otros competían por patentes de vacunas, brigadas médicas cubanas llegaban a Lombardía, al Piamonte, a Andorra y a otros territorios golpeados por el virus. En Italia, país central en el imaginario europeo, las imágenes de los médicos y enfermeras de la brigada Henry Reeve fueron recibidas con gratitud por autoridades locales y población, y generaron una oleada de simpatía que todavía hoy se recuerda.

No fue un episodio aislado. Desde su creación en 2005, el contingente Henry Reeve ha respondido a emergencias y desastres en más de veinte países, ha atendido a millones de personas y recibió en 2017 el Premio de Salud Pública Dr. Lee Jong-wook de la Organización Mundial de la Salud y la OPS, precisamente por su labor solidaria en epidemias y catástrofes. Distintas organizaciones, movimientos y personalidades han apoyado en los últimos años la candidatura del contingente al Premio Nobel de la Paz.

¿De verdad hace falta mucha “propaganda computacional” para explicar que, en ese contexto, haya aumentado el número de mensajes que hablan bien de la cooperación médica cubana? ¿O más bien lo que molesta a ciertos observatorios es que la práctica concreta de solidaridad, en medio de una pandemia global, desmiente la caricatura de Cuba como “Estado esclavista” que intentan imponer?

Lo que el estudio de 4Métrica hace es exactamente eso: dar por sentado, como “realidad documentada”, la narrativa de que las misiones son “esclavitud moderna”, tomando como fuentes casi exclusivas a organizaciones hostiles como Prisoners Defenders (apéndice de UNPACU, financiado por agencias federales del gobierno de Estados Unidos) y a ciertos informes politizados; mientras ignora sistemáticamente las voces de gobiernos receptores, organismos internacionales de salud y movimientos sociales que reconocen el carácter solidario y voluntario de esa cooperación.

De la “opinión pública” al laboratorio de guerra psicológica

Hay un aspecto político de fondo que no puede pasarse por alto. 4Métrica no es un actor aislado. En su propia presentación se define como un sello editorial “en defensa de la libertad y la democracia en América Latina” y aloja productos como Informe Cuba 2022, Informe Cuba 2023 o documentos redactados con organizaciones de la Florida que trabajan abiertamente por un cambio de régimen en la Isla.

Es decir, estamos ante un nodo más de una red de think tanks, observatorios y plataformas que se reparten tareas: unos producen “informes” sobre derechos humanos, otros “encuestas” sobre economía informal, otros “análisis computacionales” sobre redes sociales. Todos comparten la misma premisa: Cuba es una "dictadura", sus políticas sociales son "fachada", sus médicos son "esclavos" y cualquier narrativa que no parta de ahí debe ser desenmascarada como propaganda.

En esa lógica, la “opinión pública” no es algo que deba entenderse en su complejidad, sino un campo de batalla que hay que dominar. Si la realidad, las cifras de atención sanitaria o el agradecimiento concreto de pueblos y gobiernos no encajan con el libreto, se recurre a la estadística de bolsillo, a los algoritmos sin contexto y a palabras rimbombantes como “guerrillas digitales” o “operaciones de influencia” para deslegitimar cualquier relato distinto.

Detrás está lo de siempre: la desinformación y la manipulación como arma de guerra.

Tomado de Cubadebate http://www.cubadebate.cu/especiales/2025/12/02/la-ciencia-de-datos-contra-las-misiones-medicas-cubanas/

Escoltas cubanos de Maduro y otros relatos delirantes

Cubainformación presenta la cuarta edición de “Miami Fake”, espacio que desmonta la guerra de propaganda contra Cuba impulsada y financiada por el Gobierno de Estados Unidos a través de su amplia red de medios mercenarios de “temática cubana”: Diario de Cuba, ADN Cuba, Cubanet, 14ymedio, CiberCuba, Cubanos por el Mundo, Cuba Noticias 360, Martí Noticias y otros, con sede en Miami, Madrid o múltiples puntos desde donde se articula una maquinaria internacional de manipulación.

En esta entrega, examinamos cómo estos medios fabrican narrativas para justificar la política de bloqueo, asfixia económica e injerencia contra el pueblo cubano, así como su alineamiento con la propaganda de guerra contra otros países “díscolos” a EEUU, como Venezuela.

1 – Medio anticubano rectifica en silencio su mentira contra Cubainformación

El medio mercenario 14ymedio rectificó su noticia falsa, en la que aseguraba que Cubainformación “está financiado por el Gobierno vasco”.

La mentira fue retirada en silencio, sin nota expresa de rectificación, tras ser expuesta y denunciada por Cubainformación, Cubadebate y el programa de la TV Cubana Con Filo. De hecho, el titular “Un medio financiado con fondos públicos vascos se apunta a la cacería de los colaboradores de 'El Toque' en España” fue cambiado por “Un medio español se apunta a la cacería contra 'El Toque’”.

Sin embargo, 14ymedio, en otra nota posterior, titulada “La SIP condena la intimidación del régimen cubano contra 'El Toque'” volvió a repetir la mentira del financiamiento del Gobierno vasco. “El oficialismo extiende sus ataques (…) desde un medio con sede en España y que recibe financiación del gobierno vasco”. Parece que en la redacción de 14ymedio no abunda la comunicación y se contradice: mienten, rectifican y vuelven a mentir.

2 – La mafia de medios privados de América Latina defiende la actividad delictiva de El Toque

Tanto en 14ymedio como en otros diarios digitales, como Diario de Cuba, se han movilizado para proteger a El Toque, otro proyecto financiado por EEUU y relacionado con esquemas de inflación inducida mediante la manipulación de la tasa de cambio, un mecanismo que beneficia la guerra económica contra Cuba.

“La Sociedad Interamericana de Prensa condena la escalada del régimen cubano contra 'El Toque’”, publicaba Diario de Cuba, que definía a la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) como una “organización dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en las Américas” y que “señala que las acciones contra el medio (El Toque) `constituyen graves violaciones a la libertad de prensa´", sumándose a “un patrón sistemático de persecución contra periodistas independientes en Cuba".

“La SIP – nos dice- es una organización sin fines de lucro que integran más de 1.300 medios del hemisferio occidental y que tiene su sede en Miami, Florida, Estados Unidos”. Casualidad… ¡en Miami! ¡Y es lógico! Porque la SIP, lejos de ser un ente benéfico como se nos quiere hacer creer, en realidad es un cártel mafioso e importante lobby de los multimillonarios dueños de la prensa latinoamericana, que ejerce el oligopolio sobre la información, la opinión y la industria cultural en el continente. ¡Y a esto le llaman libertad de prensa!

3 – Tapar la responsabilidad de las sanciones de EEUU en la epidemia por arbovirosis en Cuba

Aunque el Ministerio de Salud Pública de Cuba, cada día, en televisión nacional, realiza un reporte exhaustivo sobre la epidemia por arbovirosis que sufre el país (hace unos días informaba de 33 fallecimientos por dengue y chikungunya), El Toque titulaba “De la neuropatía óptica a las arbovirosis, las epidemias que el régimen ha intentado esconder”. ¡Esconder! ¡Mediante una comparecencia diaria en televisión!

Y así todo: “Aquí llora mucha gente: la odisea de los cubanos para conseguir medicamentos en un país enfermo”, titulaba el medio mercenario y proyanqui Cuba Noticias 360, ignorando completamente el impacto decisivo de las sanciones estadounidenses en la crisis sanitaria, por cuanto impactan en la falta de recursos para la fumigación (contra el mosquito), la higienización de calles o la compra de medicamentos.

Cubanet, por su lado, en un texto titulado “No es abandono, es perversidad”, llegaba a atacar incluso las vías mediante las cuales Cuba obtiene divisas —hospitales en el exterior, plantas de producción farmacéutica—, recursos que permiten sostener (hoy de manera muy precaria, con déficits colosales de medicamentos e insumos) el sistema de salud. Colaborando así en la estrategia de EEUU para impedir que Cuba acceda a fondos imprescindibles para enfrentar emergencias sanitarias.

4 – Apoyar la propaganda de guerra de Trump contra Venezuela

Los medios anticubanos actúan también como altavoces de la guerra psicológica de Washington contra Venezuela, legitimando narrativas sin pruebas, como “El Cártel de los Soles NO es ‘un invento’ de EE. UU.” (titular de El Toque) o “Trump confirma su conversación con Maduro, quien recibió la 'oportunidad de irse’” (titular de Diario de Cuba).

Diario de Cuba titula “Agentes de la Contrainteligencia cubana habrían viajado a Venezuela para reforzar la seguridad de Maduro”, en un texto en el que dice que “esto demuestra la infiltración total de La Habana en la jerarquía del régimen chavista (…) Según varias fuentes, dichos escoltas habrían recibido la orden de ejecutar a Maduro en caso de que decida marcharse”.

Es decir, un apoyo total a la narrativa de la Casa Blanca en esta guerra psicológica y acoso militar a Venezuela, para forzar el cambio político necesario para las petroleras de EEUU. Esta la versión delirante de unos supuestos “escoltas cubanos” con “orden de ejecutar a Maduro” ya había sido llevada a un canal de televisión de EEUU por la congresista republicana neofascista y terrorista María Elvira Salazar. El medio Cubanos por el Mundo hacía propaganda de sus palabras, titulando “María Elvira Salazar dice que Maduro teme salir de Venezuela porque «los cubanos que controlan el aparato represivo podrían matarlo antes de huir”. Eso sí, se cuidaba este medio anticubano de explicar que Salazar, en la misma entrevista, apoyó la invasión militar de Venezuela para apoderarse del petróleo, que pasaría a compañías de EEUU, ganando así, en poco tiempo, un billón de dólares. Sin filtro y sin freno.

5 – Que EEUU pueda impedir la participación de Cuba en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles no les parece grave

“Cuba depende de Marco Rubio para estar en el Clásico Mundial de Béisbol”, titulaba 14ymedio que, en vez de realizar una defensa del derecho de Cuba a poder competir internacionalmente y una denuncia de la política de bloqueo al deporte cubano por parte de Marco Rubio, atacaba ¡también en esto! al “régimen cubano”: “El equipo cubano está atrapado en una realidad creada por el propio régimen, un sistema que durante décadas ha mezclado política, control y censura con el deporte”, decía.

Recordemos: más de 100 atletas de Cuba, este año, han sido impedidos de competir en EEUU y Puerto Rico, afectando la preparación para Los Ángeles 2028. Los medios anticubanos justifican o minimizan esta violación flagrante al deporte internacional.

Mientras la campaña solidaria impulsada por Hands Off Cuba Committee llamada Let Them Play” (“Déjenlos jugar”) denuncia esta injusticia, los medios anticubanos guardan absoluto silencio sobre ella.

6 – ¿Hablar de pobreza en Cuba sin mencionar a EEUU?

Hace unas semanas publicamos un trabajo con el titular “¿Hablar de pobreza en Cuba sin mencionar a EEUU? Como hablar de genocidio en Palestina sin mencionar a Israel”. Y es lo que hacen cada día (hablar de los problemas económicos del pueblo cubano sin mencionar la guerra que padece) estos medios anticubanos. En este caso, llevando el medio Diario de Cuba el tema de la pobreza (real) al extremo más absurdo, con este titular: “El 100% de los trabajadores estatales de Cuba está en situación de pobreza extrema”.

“Miami Fake” revela cómo opera la industria mediática anticubana:

fabrica mentiras,

oculta las sanciones de EEUU,

defiende proyectos financiados desde Washington,

promueve narrativas de guerra contra Cuba y Venezuela,

y blanquea agresiones políticas, económicas y mediáticas.

Cubainformación continuará desmontando esta red de desinformación al servicio del bloqueo y la injerencia.

Equipo: José Manzaneda, Hafed Mohamed Bachir.



https://www.cubainformacion.tv/especiales/20251205/119419/119419-escoltas-cubanos-de-maduro-y-otros-relatos-delirantes

Venezuela ha sido siempre un crisol de Paz

Dr. Fernando Buen Abad Domínguez.- No porque esté exenta de contradicciones —ningún pueblo lo está— sino porque en su seno se ha gestado una dialéctica histórica donde la dignidad popular ha sabido sobreponerse a cada agresión imperialista con una obstinación creadora que sólo puede explicarse por la profundidad humanista de su proceso revolucionario. La Paz, entendida no como reposo sino como trabajo emancipador, ha sido allí una fuerza activa que brota de la memoria ancestral, de las luchas por la independencia, de la siembra bolivariana que resuena todavía como mandato ético. Paz de pueblo que no se arrodilla. Paz de pueblo que piensa. Paz de pueblo que resiste sin renunciar jamás a la esperanza transformadora. Y esa Paz, continuamente amenazada por quienes quisieran reducirla a mercancía o a colonia, es precisamente lo que convierte a Venezuela en una luz imprescindible en la geopolítica contemporánea, una Paz indoblegable, creativa, insurgente, que se expresa en los colores vivos del humanismo bolivariano.

Todos los colores de la Paz bolivariana iluminan al humanismo revolucionario porque en ellos se entrelazan los símbolos de una sociedad que aprendió a convertir la diversidad en potencia política. El rojo de su historia insurgente, el amarillo de sus soles comunitarios, el azul profundo de su horizonte marítimo que une pueblos en la misma lucha contra el dominio, y el verde de sus territorios originarios que recuerdan que la Paz es también un pacto con la Tierra, todos ellos conforman una paleta viva que hace visible la densidad moral de una nación que ha decidido no entregar su destino a los dictámenes del capitalismo en su fase imperial y macabra. La semiosis bolivariana no es una estética de museo; es una estética de vida y combate, de organización y ternura, donde cada color es una memoria colectiva y cada símbolo una declaración de autonomía.

En Venezuela, la Paz revolucionaria nunca ha sido sinónimo de quietud. Es una Paz que se construye en la calle, en la escuela, en la comuna; una Paz que se defiende de agresiones económicas, mediáticas y diplomáticas que buscan fracturar la unidad del pueblo para imponer el viejo guion extractivista. Pero allí donde otros quisieran ver caos, hay en realidad un laboratorio ético de enorme vitalidad. Venezuela aprendió a navegar la tormenta sin renunciar a la dignidad y sin traicionar sus conquistas sociales. Esa capacidad de conjugar firmeza humanista, con creatividad cotidiana, constituye uno de los mayores aportes del proceso bolivariano a la historia universal de la Paz.

Quien observa superficialmente podría confundir esta Paz activa con simple resistencia. Pero la resistencia venezolana es mucho más, es una pedagogía política que enseña a los pueblos del mundo que la Paz verdadera no se decreta, sino que se construye desde abajo con conciencia crítica y solidaridad concreta. Allí, donde el imperialismo ha lanzado sanciones criminales, campañas de desestabilización, golpes, barbarie y guerras mediáticas, la revolución venezolana ha respondido con un humanismo que desborda el marco de la defensa nacional y se proyecta como referencia global de dignidad. La semiótica de esta Paz no está hecha sólo de discursos, está hecha de gestos cotidianos de organización comunal, de redistribución solidaria, de militancia cultural, de alfabetización política y simbólica.

Los colores de la Paz bolivariana también alumbran una sensibilidad profundamente latinoamericana. En Venezuela se expresa una síntesis continental donde confluyen los sueños de Bolívar, Martí, Hidalgo, Morelos y Chávez en una misma corriente ética que afirma que la emancipación debe ser integral o no será. Esa sensibilidad está en las músicas populares, en los murales callejeros, en la palabra comunitaria que sabe convertir la adversidad en conciencia. Comuna o nada. Está en la identidad mestiza que no se avergüenza de sus raíces sino que las celebra como fundamento de su proyecto político socialista. Está en los símbolos que la oligarquía quiso destruir y que el pueblo resignificó como armas de fraternidad.

La Paz venezolana es, por eso, una Paz en pie de lucha que se enfrenta a los dispositivos simbólicos del capitalismo global y sus métodos de desfiguración mediática. La guerra contra Venezuela ha sido, en gran parte, una guerra semiótica, se ha querido reducir al pueblo a una caricatura, borrar su complejidad, manipular su imagen hasta convertirla en pretexto para la intervención. Y, sin embargo, allí donde los laboratorios de propaganda imperial intentaron imponer una narrativa de caos, la creatividad bolivariana respondió con la construcción de nuevos códigos comunitarios, nuevas formas de representación de sí misma, nuevas articulaciones de identidad democrática que fortalecen al país precisamente en el campo donde pretendían debilitarlo. La Paz bolivariana se defiende en el terreno simbólico con la misma fuerza que en el terreno material.

Venezuela ha sido siempre un crisol de Paz porque su pueblo ha sabido convertir las tensiones históricas en oportunidades de solidaridad. La virtud de su proceso es que la Paz no es un adorno discursivo sino una práctica que atraviesa la vida cotidiana, desde la democracia participativa hasta la organización comunal; desde la soberanía energética hasta la cultura popular; desde la defensa de la autodeterminación hasta la pedagogía política que abraza a las nuevas generaciones. La revolución bolivariana entiende que la Paz sólo puede sostenerse si existe justicia social, y que sólo hay justicia social cuando el pueblo se reconoce a sí mismo como sujeto creador de su destino.

Por todo ello, los colores de la Paz bolivariana son hoy faro y advertencia, faro para los pueblos que luchan por emanciparse de las cadenas coloniales y advertencia para quienes insisten en someterlos. Ese crisol de Paz que es Venezuela demuestra que la dignidad no es una abstracción sino una fuerza histórica capaz de irradiarse más allá de sus fronteras. Su humanismo revolucionario, nutrido de diversidad, memoria, lucha y ternura, se ha convertido en una de las reservas éticas más importantes de nuestro continente. Y en cada uno de sus colores late la certeza de que la Paz verdadera —la que no se vende, la que no se rinde, la que no se negocia— sigue viva y seguirá creciendo allí donde un pueblo decida defender su historia con la fuerza de su conciencia. Con nosotros, todos y todas, a su lado.

https://lauicom.edu.ve/venezuela-ha-sido-siempre-un-crisol-de-paz/

Trump convierte el Pentágono en un arma sin control

Hacer periodismo en este momento histórico implica mirar de frente a un poder que ya no se molesta en disimular sus impulsos más oscuros. La operación de las narcolanchas en el Caribe, convertida en una campaña militar opaca y letal, es hoy uno de los escenarios más peligrosos para la legalidad internacional. Lo es porque documentos, testimonios y filtraciones coinciden en que la orden central fue simple y brutal: “matar a todo el mundo”, según reveló The Washington Post en un reportaje sobre el “doble tap” ejecutado el 2 de septiembre de 2025, donde un segundo ataque remató a las personas que habían sobrevivido a la primera detonación.

La revelación inicial del Post puede leerse en el informe sobre el operativo y el supuesto mandato de Pete Hegseth de “kill them all” integrado en esta investigación periodística. La secuencia, que incluyó a un comandante de Operaciones Especiales ordenando un segundo impacto tras ver en directo que quedaban supervivientes, fue ejecutada por unidades de SEAL Team 6, según ampliaron fuentes citadas por The Intercept a través de su reconstrucción de los ataques múltiples a una embarcación cerca de Venezuela.

EL GIRO INESPERADO EN EL CONGRESO DE EEUU

Hasta hace apenas días, los comités de las Fuerzas Armadas en ambas cámaras se habían limitado a repetir el relato oficial de la Casa Blanca. Pero la presión por las evidencias ha forzado un viraje. El presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, Roger Wicker, y el demócrata Jack Reed han solicitado información directa al Departamento de Defensa, tal como puede verificarse en su comunicación pública conjunta.

En paralelo, la dirección republicana del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes también ha anunciado su propio examen, según reflejó el comunicado difundido por el grupo en su publicación oficial. El mensaje es inequívoco: el Pentágono tendrá que explicar qué órdenes exactas se dieron y quién decidió rematar a personas ya incapacitadas.

Las acusaciones no proceden solo de voces progresistas. Truthout recogió la advertencia de un congresista que calificó la operación como “crimen de guerra o asesinato”, citado dentro de este análisis jurídico y político. Y el diagnóstico del relator de la ONU, que describió estos ataques como un “crimen contra la humanidad” con un total de 61 personas muertas, está incorporado en este informe independiente.

UN PENTÁGONO DESBOCADO Y LA DOCTRINA DE “NO DEJAR SUPERVIVIENTES”

Pete Hegseth, secretario de Defensa, ha evitado hacer cualquier comentario sobre el fondo del escándalo, algo que recoge ABC News en su cobertura de la negativa a responder.

Trump, por su parte, intenta mantener su ambigüedad habitual. Dice que él no habría querido un segundo ataque, pero defiende a Hegseth. La Casa Blanca asegura que todo es legal mientras sus propios funcionarios reconocen lo contrario. Es la arquitectura del poder absoluto: la palabra presidencial convierte lo ilegal en obediente.

La semana pasada, el presidente fue más lejos: ordenó considerar “cerrado por completo” el espacio aéreo sobre Venezuela, tal como reveló The Washington Post en su informe sobre la escalada aérea y marítima. La militarización del Caribe ya no es táctica, es estratégica. Y busca algo más profundo que perseguir lanchas.

LAS PRUEBAS SE ACUMULAN Y LOS ABOGADOS MILITARES HABLAN DE “ORDENES PATENTEMENTE ILEGALES”

El giro más contundente llegó desde un grupo de antiguas y antiguos abogados militares, expulsados por Trump tras negarse a avalar maniobras ilegales. En un documento de enorme relevancia jurídica, afirmaron que las órdenes dadas en el Caribe equivalen a crímenes de guerra y que cualquier persona que las emitiera o cumpliera podría enfrentarse a procesos penales por homicidio. Su análisis está recogido de forma íntegra en este dictamen legal.

A esta arquitectura de ilegalidad se suma la constatación —descrita en tiempo real por The Guardian— de que la administración mintió en los primeros informes a puerta cerrada, como muestra su cobertura en vivo.

Las y los especialistas en derecho internacional también han descartado la versión militar según la cual la segunda detonación buscaba “evitar riesgos de navegación”. No había riesgo. Había supervivientes. Y había una orden: eliminarlos.

Por eso, cuando The Intercept aportó más detalles sobre los ataques sucesivos —incluyendo la manipulación del “briefing” enviado al Congreso—, quedó claro que no se trataba de un error operativo, sino de una doctrina: no dejar con vida a nadie que pudiera contar lo sucedido.

UN PAÍS QUE OPERA AL MARGEN DEL DERECHO INTERNACIONAL

La operación de las narcolanchas fue clasificada durante meses, pero hoy es uno de los mayores escándalos de la administración Trump. Una campaña militar ejecutada sin supervisión parlamentaria, con mandos que interpretan las palabras del secretario de Defensa como reglas absolutas, y con soldados enviados a disparar contra personas incapacitadas, violando todas las convenciones internacionales y todos los códigos militares de Estados Unidos.

La pregunta no es si habrá consecuencias. La pregunta es si el sistema político estadounidense permite que un presidente y un secretario de Defensa conviertan la guerra en un salvoconducto para la impunidad.

Porque cada vez que se dispara contra quien ya no puede defenderse, se mata algo más que a una persona. Se mata la idea misma de legalidad.

https://spanishrevolution.net/trump-convierte-el-pentagono-en-un-arma-sin-control-mientras-se-multiplican-las-acusaciones-de-crimenes-de-guerra/

"Corrupción y represión en Cuba: ¿y las pruebas?"


Cubainformación estrena una nueva entrega de su espacio “Miami Fake”, dedicado a desenmascarar la avalancha de noticias falsas, titulares manipulados y campañas de intoxicación política producidas por los llamados medios de “temática cubana”, casi todos asentados en Miami y financiados directa o indirectamente por agencias del Gobierno de Estados Unidos. Medios como Diario de Cuba, ADN Cuba, Cubanet, CiberCuba, Cubanos por el Mundo, Martí Noticias y otros portales menores articulan, día tras día, un discurso único: apoyar el bloqueo, promover la asfixia económica y justificar la injerencia contra Cuba.

En esta edición, Miami Fake expone seis bloques temáticos donde se evidencia la operación mediática: desde falsas acusaciones de corrupción hasta campañas contra la cooperación internacional con Cuba, pasando por la fabricación de protestas, los ataques a proyectos sociales de la Isla y la utilización de Venezuela como vía indirecta de agresión al país.

1. “Revelaciones”, “denuncias” de corrupción en el Ministerio de Cultura: ¿y las pruebas?

La primera sección analiza uno de los métodos más recurrentes en la propaganda anticubana: lanzar acusaciones espectaculares sin evidencias comprobables.

Medios como La Tijera News publican titulares estridentes como “¡Escándalo en Cuba! Revelan el desfalco millonario del ex Viceministro de Cultura y su red de corrupción desatada”. Hablan de “saqueos millonarios”, redes de “abuso de poder” o incluso supuestas conspiraciones que incluirían una “agente de la red Avispa infiltrada en el Gobierno de Canarias”, todo sin presentar una prueba verificable.

Cubanet, por su parte, continua este patrón con afirmaciones gratuitas en textos como “Corrupción en el MINCULT: así roban Lis Cuesta, Abel Prieto y otros”. El objetivo: instalar, sin sustento documental, matrices de corrupción institucionalizadas en Cuba.

2. Defensa abierta de la guerra económica: el caso de “El Toque

En un segundo bloque, Miami Fake analiza cómo medios como Diario de Cuba blanquean la operación de guerra económica que representa el portal El Toque, convertido en un instrumento funcional a la inflación inducida y a la manipulación del tipo de cambio.

Titulares como “El verdadero enemigo del castrismo no es ‘El Toque’, es el mercado” pretenden legitimar esta operación, presentando al portal financiado desde el exterior como un simple observador económico y al bloqueo como un fenómeno casi inexistente.

3. Protestas en Santiago de Cuba: ¿dónde está la represión?

La tercera sección aborda la cobertura manipulada de las dificultades energéticas en el oriente del país tras el paso de la tormenta Melissa. Aunque reconocen que no existen pruebas de represión violenta, portales como Diario de Cuba y ADN Cuba publican titulares como:

“Menos del 85% del oriente de Cuba tiene electricidad… mientras barrios apagados salen a protestar” (Diario de Cuba)

“Más de 20 días después de Melissa, cubanos afectados denuncian la falta de ayuda del Gobierno” (Diario de Cuba)

“Reportan más protestas en barrios de Santiago de Cuba” (ADN Cuba)

En este último caso, ADN Cuba incluso afirma que “la zona fue militarizada” y que “llegaron carros jaulas para reprimir”, aunque admite no tener información sobre detenciones. Una vez más, narrativa sin evidencia para fabricar una imagen de caos y represión.

Inflan el globo... ¡y después ellos mismos lo pinchan!

4. Más proyectos financiados por EEUU contra Cuba: Cubalex y Defensa CD

Miami Fake también examina la proliferación de supuestas ONG dedicadas a monitorear la “represión” en Cuba, financiadas y promovidas desde Washington.

ADN Cuba (medio financiado por la Casa Blanca) difunde el “curso de DDHH” de Cubalex (ONG financiada por la Casa Blanca), presentado como herramienta para “mirar el mundo desde la dignidad humana”, pero siempre enmarcado en la narrativa de la “represión generalizada”. ¿Y sobre la represión en EEUU, Perú, Ecuador o Argentina nos hablarán estas "ONG independientes"?

Cubanet, por su parte, anuncia la creación de DEFENSA CD, otra estructura que se autoproclama “independiente”. Su presentación contó con figuras como Rosa María Payá, vinculada a proyectos financiados por agencias estadounidenses.

Finalmente, Martí Noticias insiste en colocar a Cuba en listas de supuestos violadores de la libertad religiosa, citando informes de organismos creados por el propio Gobierno de EE. UU. Por cierto, ¿se acuerdan del Informe sobre Libertad Religiosa en Cuba de 2022, presentado por el Gobierno de EE. UU.? ¿Saben quién fue uno de los autores? Javier Larrondo, presidente de la "ONG" Prisoners Defenders (¿no será más bien una OMG, una "organización muy gubernamental"?

5. Acabar con los proyectos de cooperación de la Unión Europea en Cuba

La quinta sección aborda cómo estos medios intentan sabotear los proyectos de cooperación entre la Unión Europea y Cuba, esenciales para el desarrollo de sectores sociales y productivos en la Isla.

Diario de Cuba titula: “Casi 95 millones de euros en cuatro años: la Unión Europea insiste en financiar al régimen cubano”.

El artículo presiona abiertamente para que la UE suspenda los fondos destinados a proyectos humanitarios, agrícolas, sociales o culturales, utilizando el discurso estándar de “derechos humanos” como vehículo para promover el aislamiento internacional de Cuba.

6. Venezuela como vía de ataque a Cuba: la agenda de Washington y la ultraderecha cubanoamericana

La última parte del programa analiza cómo la crisis venezolana se instrumentaliza para avanzar la agenda anticubana.

Cubanos por el Mundo difunde afirmaciones del influencer Alex Otaola, según el cual el “verdadero objetivo” del despliegue militar estadounidense en el Caribe sería el “régimen castrista”.

Cubanet y Diario de Cuba reproducen sin cuestionar versiones del New York Times o The Telegraph sobre negociaciones secretas, ofertas de dimisión de Maduro o supuestos planes de exilio en Cuba, Rusia o Turquía, siempre en clave de justificar nuevas presiones.

Miami Fake: desmontar, con datos y contexto, una operación de guerra permanente

Con esta nueva entrega, Cubainformación refuerza su compromiso con un periodismo crítico, que desvela la articulación de estos medios mercenarios —Diario de Cuba, ADN Cuba, Cubanet, CiberCuba, Cubanos por el Mundo, Martí Noticias y otros— en una misma estrategia: crear percepciones falsas, sembrar desconfianza y legitimar la política de agresión y bloqueo del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba.

Miami Fake seguirá ofreciendo herramientas para comprender cómo funciona esta maquinaria y para enfrentar, con rigor, la propaganda anticubana.

Equipo: José Manzaneda, Hafed Mohamed Bachir.

AddToAny