Andrea Rodríguez (AP).- Líderes de la comunidad judía de Cuba rechazaron que el contratista estadounidense Alan Gross, quien se encuentra detenido en la isla bajo sospechas de espionaje desde hace un año, haya colaborado con ellos como alegó para sostener su inocencia.
"Es lamentable lo que ha ocurrido con ese señor", dijo el miércoles a la AP la presidenta del Templo Beth Shalom, Adela Dworin.
"Lo más triste es que se haya querido involucrar a la comunidad judía en Cuba, que es totalmente ajena", comentó la mujer al indicar que nunca efectuaron actividades relacionadas con Gross.
Mayra Levy del Centro Hebreo Sefardí aseguró que nunca había conocido a Gross y que no se presentó en esa institución. En la isla viven 1.500 judíos, la mayoría en la capital.
Gross, quien fue detenido hace un año en esta capital, trabajaba como contratista para la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos que recibe millones de dólares del gobierno de su país para programas relacionados con la isla, entre los cuales las autoridades de la isla mencionan la financiación a disidentes.
Aparte de sanciones económicas, el gobierno de Washington presiona de diversas formas para que ocurra un cambio en el modelo político comunista de la isla.
Paralelamente, líderes religiosos del Consejo de Iglesias de Cuba --de la cual forma parte la comunidad hebrea-- informaron el miércoles que viajaron a Estados Unidos a mediados de noviembre y se reunieron con funcionarios estadounidenses, quienes les pidieron interesarse por el caso de Gross.
Los pastores participaron en la Asamblea General de las Iglesias de Cristo de Estados Unidos y del Servicio Mundial de Iglesias y tuvieron reuniones con expertos del Departamento de Estado, el Consejo de Seguridad Pública y legisladores.
El reverendo Odén Marichal, secretario del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), dijo en rueda de prensa que el caso Gross salió a relucir durante una entrevista con Peter Brennan, coordinador de asuntos cubanos del Departamento de Estado y en otra con Dan Restrepo del Consejo de Seguridad Pública.
"Les dijimos que sí, que con gusto vamos a interesarnos en el caso pero sin negociación", expresó.
El CIC agrupa a las iglesias, con excepción de la católica.
La familia de Gross dijo que este venía a apoyar a la comunidad judía, pero las autoridades aseguraron que traía equipamiento e infraestructura satelital sin autorización como parte de los programas de Estados Unidos para atacar a Cuba.
Brennan pidió a líderes religiosos que se interesaran por Gross; mientras Restrepo sacó a colación el caso cuando los cubanos le solicitaron sus gestiones para la liberación de cinco agentes de inteligencia isleños encarcelados desde hace 12 años.
La misión de los agentes cubanos encarcelados consistía en recopilar información sobre grupos anticastristas violentos que financiaron una serie de atentados en 1997 en centros turísticos de la isla.
"Lo que sí dejamos bien claro es que la comunidad hebrea de Cuba, que es miembro del Consejo de Iglesias de Cuba, nos dijeron: "Nosotros jamás tuvimos relación con ese señor, jamás nos trajo equipo de ningún tipo... ellos negaron cualquier relación con Alan Gross', explicó Marichal.
El arresto de Gross, quien permanece encarcelado sin juicio, y el caso de los agentes cubanos es un punto de tensión en las relaciones entre Washington y La Habana.
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