- Wikileaks ha puesto en manos de cinco medios corporativos, El país, New York Times, Spiegel, The Guardian y Le Monde el privilegio y la arbitrariedad de una selección de los 250.000 cables. Se ha creado un cártel multinacional de la manipulación que El País explica así: “Es un trabajo de lectura, análisis, selección, contraste e interpretación periodística de los más de 250.000 documentos filtrados por la organización Wikileaks el 28 de noviembre de 2010.” O sea, una vez más la arrogancia: los demás son imbéciles.
- Wikileaks sustenta así la agenda mediática transnacional concertada desde el poder, lo que sirve a algunos medios para aberraciones como documentar con las filtraciones, la supuesta existencia de armas de destrucción masiva en Irak, que nunca los Estados Unidos pudieron probar, o mantener los ataques de El País contra quienes no agradan como hizo hasta hoy.
- Más allá de comprobar la labor de espionaje que realizan los diplomáticos norteamericanos, que no aportan novedad, los documentos no revelan secretos de inteligencia. En octubre del 2010, tres meses después de la divulgación a través de Wikileaks de 92 000 documentos confidenciales de las fuerzas terrestres de Estados Unidos en Afganistán, el Departamento de Defensa afirmó que se trataba de documentos sin valor. Millones de de personas participarán del cinismo de Estados Unidos mientras los socios se disculparán y se pondrán de acuerdo.
- La información ofrecida por Wikileaks beneficia a la apariencia de democracia USA, a la minimalización del genocidio en Irak, a las compañías de mercenarios, refuerza la pantomima de que los criminales pueden auto investigarse, a la ocultación de las actividades más sucias del gobierno, etc., como ha señalado el analista Alfredo Embid.
- Los documentos que ha puesto WikiLeaks en manos parcializadas se han contaminando con la visión de los medios guardianes del capital y de ello un flaco servicio se ofrece a la verdad con una tautología que no es nueva y se aprecia cada vez mejor.
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Cinco tips para lidiar con el #cablegate de WikiLeaks
Norelys Morales Aguilera.- Desde una posición ética podría asumirse que el gobierno norteamericano pillado in fraganti con los miles de documentos filtrados por WikiLeaks se sometería a una revisión o se disculparía. No ha sucedido ni va a suceder. Estamos frente a un blanqueado de fechorías ante los ojos del mundo; neocártel informativo lo llama Juan Carlos Monedero.
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1 comentario:
Solo para compartir una noticia que leí unos meses antes que efectivamente ocurra lo que la noticia indica. En 1976 también había "leaks" sin Internet.
Nótese la fecha de la noticia:
http://www.elortiba.org/pdf/LVG19760107-018.pdf
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