¿Quién está detrás del show anticubano en San Isidro?

Raúl Antonio Capote.─ Desde fines del siglo XIX, el barrio de San Isidro, en La Habana Vieja, se convirtió en «zona de tolerancia».

Barrio de gente humilde, vejado por la presencia de marines yanquis que desembarcaban en busca de diversión y sexo barato. Su vida cambió al triunfar la Revolución en 1959.

La otrora escarnecida barriada habanera cuenta hoy con 14 consultorios médicos, una clínica de medicina tradicional, una clínica veterinaria, tres círculos infantiles, un jardín infantil y cuatro escuelas.

Tuve la oportunidad de compartir con los vecinos del lugar, en un barrio-debate organizado por los CDR hace unos dos años, en homenaje al Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz.

Nos reunimos, sin tribunas ni discursos pre elaborados, al pie de la Ceiba del parque. Recuerdo dos intervenciones, una en la que, a nombre de todos los vecinos, un compañero, desde su fe religiosa, declaró su apoyo incondicional a la Revolución.

La otra fue la de un anciano, quien llamó a sus conciudadanos a recordar lo que era aquel lugar antes del 59 y cómo muchos de ellos, siendo niños, conocieron casos de mujeres que fueron ultrajadas por los marines yanquis.

Sin embargo, estas historias conmovedoras de transformación social no son las que trascienden a los medios transnacionales de prensa y las redes virtuales que por estos días han fijado su atención en este populoso barrio.

Nuevo show anticubano

La cotidianidad en esta barriada se ha visto alterada por un grupo de personas -14 en total, cuatro de ellas pertenecientes al llamado Movimiento San Isidro-, quienes se han convertido en centro de un nuevo show contrarrevolucionario, auspiciado y apoyado por el gobierno estadounidense.

El espectáculo es muy similar al que, en otras oportunidades, han escenificado otros grupos mercenarios o títeres al servicio del gobierno de Estados Unidos. No olvidemos la connotada, por ridícula y falsa, «huelga del aguacate», en la que su promotora fue sorprendida degustando apetitosos menús.

No todos desempeñan el mismo papel en el performance: unos dicen estar en huelga de privación de comida y de agua, otros de comida y varios guara-cheando, según se puede apreciar en las transmisiones en vivo, especie de reality show que acostumbra a realizar el «movimiento» por las redes sociales, en actos de autopromoción o de reportes a quienes los financian.

El grupo, por el momento, exige dos cuestiones: la primera, la liberación de Denis Solís González, presentado como un joven artista censurado, quien según alegaban estaba desaparecido después de ser detenido por la Policía.

Denis Solís actualmente se encuentra sancionado a ocho meses de privación de libertad por el delito de desacato a las autoridades. Este ciudadano no presentó recurso de apelación contra la pena. 

No hay movimiento en San Isidro [+ video]

La mano que mece la cuna en farsa de San Isidro [+ video]

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