Pero, su objetivo real es fomentar la subversión contra Cuba para lograr el derrocamiento de la Revolución cubana mediante el suministro de fondos y recursos a los cabecillas de grupúsculos contrarrevolucionarios internos a través de sus llamados programas humanitarios; recabar y diseminar información de la fabricada “oposición interna” hacia medios de prensa, organizaciones no gubernamentales y la comunidad internacional, con el propósito de alimentar las campañas de propaganda anticubanas.[1]
Este objetivo lo ha confirmado en la sección Cartas al Editor del diario norteamericano The Washington Post. John Suarez, director ejecutivo del CFC escribió:
"El régimen de Castro tiene un largo historial de recibir el beneficio de la duda, y la historia ha demostrado una y otra vez que no lo merece. Es por eso que escribí una carta al editor de The Washington Post que se publicó hoy (30 de octubre/2020) destacando la historia de la dictadura cubana de hostigar a "diplomáticos estadounidenses como: matar a sus mascotas, tratar de atropellarlas o chocar contra su vehículo y cambiar el enjuague bucal con orina." Y demostró cómo se sigue aplicando el "Síndrome de La Habana" contra los disidentes cubanos. [2]
Ni aportan pruebas del montaje de horror y misterio contra los diplomáticos, ni pueden demostrar que se aplica el supuesto Síndrome de la Habana contra otras personas. Por eso obtienen dinero.
Sin embargo, esta "benéfica" organización está entre las que reciben financiamiento del contribuyente estadounidense, para su trabajo de subversión en Cuba, sus ingresos totales en 2017 fueron 210.290 dólares. La National Endowment for Democracy (NED) está entre sus financistas.
Se sabe que Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la NED han servido de fachada para las acciones de la CIA, y de canal para los fondos que financian a la contrarrevolución y el terrorismo de cualquier tipo. Vea cómo corre el dinero. [3]
Entonces, entre la supuesta demostración de un ataque sónico, aparece la señora Tania Bruguera, quien denuncia en sitios contrarrevolucionarios y bien pagados desde las entidades mencionadas, que "escuchó el ruido", pero acotó: “Yo sólo comparto algo que fue fuera de lo normal y muy llamativo. Para ver si me ayudaban a entender qué era”. ¡Vaya candidez!
Una vez más como en sus performances Bruguera "busca forzar la empatía" según sus propias palabras. Puede que en alguna manifestación artística funcione, pero en la vida real es funcional solo a sitios bien pagados por la NED y la USAID como ADN Cuba, Diario de Cuba y Cubanet, por ejemplo, así como en el entramado de redes sociales contra Cuba.
Total, que si quieres forzar la empatía sirviendo a intereses o personas, que quieren destruir a la gente de tu país, el camino es bastante arduo, máxime cuando no logran demostrar los supuestos ataques sónicos, los verdaderos artífices de la mentira como arma de Guerra No Convencional.
A la postre, las cualidades artísticas de Tania Bruguera, la ubican entre los perdedores de la guerra contra los cubanos, y ella es una contrarrevolucionaria más en el bando de los derrotados por antonomasia, que a sus fines interesados escucha lo que no existe.
Ay, Tania Bruguera, te regalo el proverbio judío: "Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver."
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[1] https://www.ecured.cu/Centro_para_una_Cuba_Libre
[2] https://www.washingtonpost.com/opinions/letters-to-the-editor/cuba-has-a-long-history-of-using-sonic-weapons/2020/10/29/ab3155d6-1946-11eb-8bda-814ca56e138b_story.html
[3] https://islamiacu.blogspot.com/2020/10/vea-correr-el-dinero-para-la-subversion.html
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