Tekach se enfrenta a un hombre sano y musculoso. Habla con un acento adquirido que lo distancia del habla del cubano. Sus antecedentes delincuenciales lo conoce y su "sede diplomática" también, pero eso no tiene que ver cuando se trata de encontrar algún personaje promocionable.
Se muestra solícito y moldeable, llega a la adulación. Lo que sucede en Cuba más allá de sus narices no interesa. Lidera un abigarrado grupúsculo con nombre rimbombante: Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) con un prontuario de provocaciones, en nombre de una libertad muy extraña en un país libre.
El personaje resulta apetecible. Sus encuentros en Miami con los ultraconservadores, el soporte financiero y promocional de la organización filoterrorista Fundación Cubano Americana (FNCA) y sus declaraciones a la prensa cloaca miamense tientan a "cuidarlo".
Tekach debe haber ofrecido inmunidad. Ello porque una denuncia de agresión era probable dado su historial, pero le incita al desacato de las fuerzas del orden público. Un violento más no importa. El dispositivo propagandístico de Estados Unidos no demoró ante la detención y cargos para Ferrer.
Chillan con que el hombre está desaparecido. Luego dicen que, torturado y añaden que se muere de hambre y no lo dejan ver a su familia. Las imágenes y audios del video contradicen la campaña, Han necesitado a pesos pesados como el secretario de estado Mike Pompeo y el impresentable Luis Almagro de la OEA, que nada tiene que pintar en Cuba. Pero, eso mismo los delata.
El modus operandi de Estados Unidos en Cuba se repite. No encuentran líderes auténticos. El rechazo popular en la Isla a las cientos de medidas contra los cubanos es generalizado. Las personas de buena voluntad no se prestan para montajes. Acuden a antisociales y José Daniel los tipifica.
Total, que José Daniel Ferrer está preso por delincuente.
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