Para ello el Times dice haberse propuesto utilizar a: “…escritores, intelectuales, artistas, protagonistas, disidentes y partidarios de la Revolución”.
¿Buscan Pluralidad en el análisis o una fachada para encubrir los objetivos de “Revolución 60”?
Al respecto el sitio Cubainformación.tv recientemente publicó el articulo, “¿Pluralismo sobre Cuba o estrategia encubierta de “The New York Times?" , en el cual analiza los cinco primeros artículos de ese dossier y se cuestiona : ¿Sí? ¿De verdad The New York Times ha dado espacio a “partidarios de la Revolución” cubana?
Después de evaluar el contenido y los autores de dichos post entre los que se encuentra la “multilaureada" contrarrevolucionaria Yoani Sánchez el medio concluye:
“The New York Times sigue vendiéndonos “pluralidad”, mientras sigue poniendo una mordaza a quienes en la Isla y también en EEUU apoyan a la Revolución cubana. Como estrategia, prioriza las condenas menos viscerales a Cuba, e inserta incluso ciertos reconocimientos. Es implacable, eso sí, con Venezuela, para cuya caída aboga por la traición de La Habana. Es el papel que juega hoy, en relación a Cuba, el brazo mediático “progresista” del imperialismo del siglo XXI”.
El Times en el sexto articulo de su serie mediática supera todos los límites de la decencia no solo periodística sino también humana. Su título, “Seis décadas de exportar la Revolución” el cual atribuye a Jorge G. Castañeda traidor a la izquierda Latinoamericana, agente CIA, quien fuera Secretario de Relaciones Exteriores de México de 2000 a 2003, hoy columnista de opinión del mencionado medio.
En ese texto se evidencia con mayor claridad lo que sugiere cubainformación de que el conjunto de artículos que ha estado publicando The New York Times forman parte de una estrategia encubierta; añado que, tiene como principales países objetivos a Venezuela y Cuba y a justificar las agresiones y crímenes pasados y presentes de EE.UU. contra los países de nuestra área geográfica.
The New York Times no es un medio independiente como se esfuerza por hacerse parecer es parte del establishment y responde a los interés de poderosos sectores de este, por lo tanto “Revolución 60” refleja las políticas e intenciones de esas élites y eso hace que no puedan ser subestimados los mensajes que se trasladan a través de sus publicaciones. Veamos algunos que aparecen en el artículo de la CIA.
“Decenas de miles de elementos del personal de inteligencia y seguridad de Cuba, (…) se encuentran apostados en Venezuela, Nicaragua, El Salvador y Bolivia”. Sin esos cubanos, (…) Maduro sería derrocado por un golpe militar o una insurrección popular”.
“Cuba se ha inmiscuido en los asuntos de casi todos en la región”.
“Cuba patrocinó fuerzas guerrilleras, movimientos políticos o personalidades revolucionarias prácticamente en todos los países de América Latina”.
“Cuba legitimó la interferencia extranjera de su propio enemigo, Estados Unidos”
“Cuba es culpable de la muerte de los estudiantes, intelectuales, sacerdotes y activistas sociales latinoamericanos que perdieron la vida enfrentando a las dictaduras que surgieron en respuesta a las insurrecciones de izquierda”.
Toda esta tergiversación histórica donde se desconoce la paternidad de EE.UU. en la génesis de las sangrientas dictaduras que asolaron a América Latina en el siglo pasado, sus repetidas intervenciones militares y su forma descarada de inmiscuirse en los asuntos internos de nuestros pueblos; incluso desde mucho antes del triunfo de la revolución cubana, tiene la pérfida intención de legitimar sus actuales agresiones contra Venezuela, desacreditar el apoyo que Cuba le brinda a esa hermana nación, a la vez que le resta prestigio y respaldo internacional preparando a la opinión pública internacional para un viraje del accionar del imperio sobre la isla.
Hacia lo interno algunos tratan de hacer su parte para contribuir a “Revolución 60”, son los que hacen versiones libres de determinados hechos históricos, argumentando la necesidad de “decirlo todo”, cuando en realidad manipulan lo ocurrido cambiando la esencia de los acontecimientos.
Esta publicación del influyente diario espero que le cambie la percepción que tienen algunos “ingenuos” de que el mismo tiene una línea editorial favorable a Cuba. Me ha hecho recordar un artículo de uno que ahora es becario de la high school estadounidense que, consideraba la solidaridad y la dignidad con la cual desinteresadamente ayudabamos a otros países, demasiado cara porque según él entre otras cosas propiciaba las infidelidades conyugales. Movería risa si no encerrara un mensaje nocivo de presentar las misiones como destructoras de familias. Como hábil manipulador cuando se se le respondió calló.
Tal y como reclaman es hora de decirlo todo, todo sobre ellos mismos: sus vínculos con las instituciones norteamericanas, y de otros países que practican la subversión contra Cuba, de los encuentros a escondidas con sus representantes, de las vías por las cuales reciben el dinero, de las orientaciones que les transmiten y que los llevan a coincidir con el Times.
Sí, de todo eso ya hay que hablar.
Ni “historiadores” o “escritores” de plumas apócrifas, ni los articulistas del The New York Times podrán cambiar la verdad sobre la limpia trayectoria de la Revolución cubana, ni desvirtuar la naturaleza humanista de su solidaridad con los pueblos de muchas partes del mundo. Tampoco alcanzarán a quebrar los lazos de hermandad que unen a Venezuela y Cuba.
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