Abrams, Bolton, Pompeo, Rubio y Claver-Carone, los estrategas de la nueva dictadura fascista mundial. |
Vieja coartada engañosa usada por los enemigos de Cuba para justificar el bloqueo y otras políticas agresivas contra la Isla.
No habían terminado de derrumbarse los últimos postes en las diferentes barriadas habaneras afectadas por el tornado del 27 de enero y ya en Facebook se ponderaba la gran «humanidad y solidaridad» de algunos supuestos emprendedores cuentapropistas, en detrimento de una inexistente inacción estatal.
Nada más manipulador y ridículo, si se tiene en cuenta que el papel que siempre ha jugado el gobierno de Cuba ante catástrofes similares, tanto en su prevención como en la recuperación, es ejemplo para casi todos los países del mundo y ha sido reconocido, en más de una ocasión, por disímiles organizaciones internacionales. Los cubanos, como nadie, no solo han demostrado ser solidarios con su propio pueblo, sino además, con los pueblos de otros países del mundo.
De igual forma, el presunto desorden e «inacción» estatal sirve como justificación para ciertas donaciones que, más que solidaridad, esconden la manipulación del tema de la llamada «ayuda humanitaria», recurso al que desde antaño ha recurrido el imperio para justificar invasiones contra aquellos países que no se doblegan a su hegemonía.
El mejor ejemplo de este tipo de estrategia mediática lo estamos viendo ahora mismo en Venezuela, donde después de una cruel batalla económica dirigida desde EE.UU. contra ese país, ahora el títere guiado desde la Casa Blanca pretende usar la misérrima ayuda que le ofrecen el imperio y las naciones que le sirven la comparsa para sacar de la crisis en que ellos mismos sumieron al pueblo venezolano.
De más está decir que, en nuestro caso, después de casi 60 años de bloqueo implacable contra Cuba, arreciado en las últimas semanas, resulta cuando menos indignante hacerse cómplice de tal estratagema.
No hay que olvidar que, poco antes de que ocurriera el devastador tornado en La Habana, ya el Task Force o Grupo de tarea para la internet en Cuba, dirigido desde Estados Unidos, había activado la campaña para influenciar en los resultados del referéndum de la Constitución convocado para el próximo 24 de febrero, por lo que no resulta nada extraño ver asociado a las mentiras sobre el tornado que pululan en las redes el hashtag #yovotono.
No es ocioso reiterar que poco antes de que finalizara el pasado año, en un informe presupuestario de la Junta de Gobernadores de Radiodifusión de los Estados Unidos, se hizo público el plan de usar cuentas cubanas de Facebook «nativas» y «sin marca» para difundir contenido creado por el gobierno de EE.UU.
Dichos contenidos lo que buscan es sembrar la confusión entre quienes todavía creen ingenuamente que las redes sociales son una fuente fidedigna de noticias. Ni humanidad ni solidaridad, su real objetivo es el de incitar al descontento y la división, provocar disturbios y desórdenes públicos que, además de atentar contra la tranquilidad ciudadana, sirvan de pie forzado a nuevas campañas de mentiras contra Cuba.
Es preciso tener en cuenta el contexto internacional en que ocurre este tornado de mentiras. El pasado viernes, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, fue bien claro al reiterar que la masacre anunciada contra el pueblo venezolano es solo el primer paso de la guerra de ese país contra lo que él llama la «troika de la tiranía» conformada por Nicaragua y Cuba.
¿Hace falta decir a quién benefician las turbulencias propagandísticas en Facebook?
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