Camila Vollenweider, Tamara Lajtman y Aníbal García Fernández (CELAG).─ Brasil fue uno de los escenarios más importantes de la gira que Mike Pence, vicepresidente de EE.UU., realizó en algunos países de América Latina a finales de junio. Los temas abordados en esta visita en Ecuador, Guatemala y Brasil fueron migración, comercio, seguridad y, cómo no, Venezuela. Pence ya había estado en Latinoamérica en agosto del pasado año, pero Brasil quedó fuera de su agenda: visitó Argentina, Chile, Panamá y Colombia.
En el que fue el primer encuentro de Temer con un representante de la cúpula del Gobierno de EE.UU. desde la asunción de D. Trump, se abordó la situación de los migrantes venezolanos en la frontera brasileña con Venezuela, se exploró la posibilidad de la instalación de una base de cohetes espaciales en Alcántara (Maranhão) y fue establecida una agenda bilateral en temas de seguridad –de la que ya se había hablado en un encuentro en mayo, con el subsecretario de Estado–.
En aquélla ocasión, la agenda de John J. Sullivan incluyó la discusión sobre comercio, inversiones, cooperación espacial y defensa; también la crisis humanitaria y el apoyo regional para la restauración de la democracia en Venezuela;[1] y encuentros con miembros de la sociedad civil brasileña.[2] Uno de los resultados fue la creación del Foro Permanente de Seguridad Brasil-EE.UU., que tiene por objetivo establecer condiciones favorables para la articulación interagencia y el desarrollo de estrategias operativas en torno a seis áreas: narcotráfico, tráfico de armas, delitos cibernéticos, lavado de armas y dinero, crímenes financieros, y terrorismo.[3]
La huella “humanitaria” de Pence
Sin lugar a dudas, el gran impacto mediático de la visita del vicepresidente de EE.UU. giró en torno de sus declaraciones sobre el problema de la migración. Por un lado, envió mensajes a las naciones centroamericanas, advirtiendo a sus ciudadanos de los “problemas” que la inmigración ilegal puede acarrearles en el país del Norte. También buscó prevenirlos de las mafias de contrabando de personas y asegurarles que lo que EE.UU. quiere es que se queden en sus países para que los hagan prosperar. Sus sentidos consejos fueron: “Si no tienen condiciones de entrar legalmente, no vengan. Si les dicen que pueden llevar a sus hijos a los Estados Unidos, no les crean. Construyan sus vidas en sus patrias”.[4] Por otro, como era de esperar, se solidarizó con los migrantes venezolanos en Brasil.
En un contexto de repudio mundial por la aplicación, por parte de la Administración Trump, de medidas de separación de familias migrantes ilegales –de las cuales hay 50 de origen brasileño–, Pence se hizo un lugar en la agenda para visitar un centro de acogida de migrantes venezolanos en Manaos.[5] El mensaje hacia ellos no fue el de quedarse en su país ni advertirlos de los riesgos de la migración ilegal. Más bien, como su Gobierno los considera “refugiados” que sólo huyen de una “dictadura”, prometió a Temer el 10% de una escueta partida presupuestaria de 10 millones de dólares para ayuda a la migración venezolana en la región.[6][7]
Como no podía ser la excepción, Pence también exhortó al Gobierno brasileño a intensificar la presión sobre Venezuela ya que, consideró, Temer “lidera el aislamiento regional” del país caribeño. Aún así, el canciller de Brasil, Aloysio Nunes, señaló que su país no acepta sanciones unilaterales y que “el tema de Venezuela está donde debe estar, en la OEA”.[8]
Pero existieron otros asuntos de extremo interés para los EE.UU. en la región: seguridad y comercio, para asegurar sus necesidades geopolíticas en el gigante suramericano.
Asegurando el “patio trasero”
Uno de los puntos clave de la reunión entre Pence y Temer fue el de las negociaciones sobre el uso, por parte de Estados Unidos, de la base de Alcántara (Maranhão) para el lanzamiento de satélites. Pocos días antes de la llegada del vicepresidente, el Gobierno brasileño promulgó el acuerdo marco en el área espacial, firmado en 2011 durante una visita de Barack Obama a Brasil. Dicho acuerdo tiene carácter general y servirá como punto de partida para otros entendimientos más específicos, entre ellos, el convenio de salvaguardas tecnológicas que abre camino para la utilización compartida de Alcántara. [9]
La base de Alcántara, construida en los años ochenta para impulsar el sector aeroespacial brasileño, tiene una posición geográfica estratégica fundamental. A sólo 2 grados al sur de la línea del Ecuador y más próxima a la órbita geoestacionaria, la base garantiza un ahorro de cerca del 30 % en el combustible usado para los lanzamientos.
Brasil y EE.UU. ya habían suscrito, en 2000, un acuerdo de salvaguardas tecnológicas para permitir a la NASA el uso de la base espacial brasileña, que no fue ratificado por el Congreso debido a la oposición de los entonces parlamentarios oficialistas, durante el Gobierno del PT. El gobierno de Temer retomó este proyecto y presentó propuestas para la utilización de la base en junio del año pasado.
Desde entonces, representantes de empresas estadounidenses como Lockheed Martin, Boeing, Vector Space Systems y Microcosm visitaron la instalación y demostraron interés en la utilización de la misma para el lanzamiento de satélites.[10] Boeing, además, ya tomó el control de la brasileña Embraer, pues posee el 80% de las acciones en lo que fue una compra polémica -Temer no hizo uso del veto comercial y, según especialistas, hay aspectos no muy claros de esa compra, en la que Boeing evitó que Commercial Aircraft Corp. (china) estrechara relaciones con Embraer-.
Poco antes, en marzo del 2017, el Ministerio de Defensa de Brasil y el Departamento de Defensa de EE.UU. concluyeron la firma del Acuerdo de Intercambio de Información sobre Investigación y Desarrollo (MIEA–Master Information Exchange Agreement), que amplía la colaboración en investigación, y fomenta desarrollo de nuevas e innovadoras tecnologías de defensa. El MIEA hace efectivos dos acuerdos negociados con anterioridad entre EE.UU. y Brasil: el Acuerdo de Cooperación en Materia de Defensa (DCA, por sus siglas en inglés) y el Acuerdo de Protección de Información Militar (GSOMIA, por sus siglas en inglés), promulgados en junio de 2015.
Tras la reunión de Pence y Temer, sus equipos acordaron una declaración conjunta por la que sus países se comprometieron a reafirmar el apoyo de vigilancia para el desarrollo pacífico del espacio ultraterrestre, el cual EE.UU. considera de “interés mutuo”. También el Gobierno de EE.UU. agradeció la cooperación entre la Agencia Especial Brasileña y la NASA para el estudio de fenómenos ionosféricos que interrumpan las comunicaciones.[11]
La balanza se inclina para EE.UU.
La cuestión comercial fue otro de los temas prioritarios de la agenda de Pence. El comercio bilateral entre los dos países movió 51.000 millones de dólares en 2017, y EE.UU. es el principal destino de los productos industrializados brasileños.[12] El país norteamericano invirtió el año pasado 11.000 millones de dólares en Brasil, un poco más que los 10.000 millones de dólares invertidos por China. Esta inversión equivale a más del doble de la media de la última década.[13]
El mes pasado, el presidente estadounidense determinó el cobro de un recargo del 25% sobre el acero y del 10% sobre el aluminio que son comprados por EE.UU. de otros países. Luego, el Departamento de Comercio anunció que, inicialmente, la nueva regla no se aplicaría a Brasil.[14] Tras la reunión del 26 de junio, Temer anunció que los países están debatiendo la exención de las tarifas de importación de estos minerales, fundamentales para la industria brasileña.
En informes pasados hablamos del interés de EE.UU. por acceder a información privilegiada sobre las reservas de hidrocarburos en aguas profundas (pre-sal) y cómo, con la apertura energética en Brasil, las principales empresas petroleras –muchas de ellas estadounidenses– comenzaron a ganar licitaciones. La licitación de marzo de 2018 generó una inversión a largo plazo por 5 mil millones de dólares.[15] La ronda de licitaciones de junio tuvo como una de las principales ganadoras a Exxon que obtuvo el bloque de Uirapuru, con lo que Exxon tiene ya 2.2 millones de acres bajo su poder. [16] En consorcio entre Petrobras, Chevron y Shell, ganaron el bloque Tres Marias. Otro bloque fue el de Dois Irmãos, que ganaron en consorcio Petrobras, Equinor (antes Statoil) y BP. Esta última licitación recaudó alrededor de 818.5 millones de dólares,[17] siendo un mercado energético considerable en la región.
A modo de cierre
El breve paso de Pence por Brasil dejó, como en los viejos tiempos, un claro mensaje de tutela y supremacía: el deber de Brasil es liderar el aislamiento a Venezuela, cooperar con la seguridad estadounidense en la región y facilitarle el acceso a sus vastos y ricos recursos naturales. Como uno de sus mejores acólitos, Temer ha conseguido en tiempo récord abrir su país a las necesidades geopolíticas y geoeconómicas de la Administración Trump y el sector energético es pieza clave de la avanzada estadounidense en la región, y el sector energético es pieza clave de la avanzada estadounidense en la región.
Notas
[1] http://www.itamaraty.gov.br/pt-BR/notas-a-imprensa/18918-visita-do-vice-secretario-de-estado-dos-estados-unidos-john-j-sullivan-brasilia-22-de-maio-de-2018
[2] https://www.state.gov/r/pa/prs/ps/2018/05/282197.htm
[3] http://www.itamaraty.gov.br/pt-BR/notas-a-imprensa/18918-visita-do-vice-secretario-de-estado-dos-estados-unidos-john-j-sullivan-brasilia-22-de-maio-de-2018
[4] https://www.infobae.com/america/venezuela/2018/06/27/en-brasil-mike-pence-afirmo-que-es-hora-de-presionar-y-restaurar-la-democracia-en-venezuela/
[5] https://www.infobae.com/america/venezuela/2018/06/28/mike-pence-visito-a-refugiados-venezolanos-en-brasil-y-hablo-sobre-la-dictadura-brutal-de-nicolas-maduro/
[6] El alcalde de Manaus, Virgílio Neto (PSDB) no recibió a Pence y destacó el trabajo hecho por la localidad con los migrantes “en comparación con el que viene haciéndose por el Gobierno norteamericano con los inmigrantes mexicanos”. (https://exame.abril.com.br/brasil/volte-para-sua-casa-tuita-prefeito-de-manaus-em-recado-para-pence/)
[7] Ver nuestro artículo sobre la inoculación de las preocupaciones estadounidenses en el sentido común sobre los problemas regionales en https://www.celag.org/por-que-y-como-se-piensa-desde-eeuu-a-america-latina-funcion-dinamica-e-intereses-de-los-think-tanks-estadounidenses-que-estudian-america-latina/
[8] https://brasil.elpais.com/brasil/2018/06/26/politica/1530035507_209837.html
[9] https://www.defensa.com/aeronautica-y-espacio/aguardando-visita-mike-pence-brasil-promulga-finalmente-acuerdo
[10] http://www.defesanet.com.br/br_usa/noticia/29020/Brasil-cobra-resposta-dos-EUA-sobre-acordo-para-uso-da-base-de-Alcantara/
[11] https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/joint-communique-brazil-u-s-space-cooperation/
[12] http://www2.planalto.gov.br/acompanhe-planalto/noticias/2018/06/isencao-das-tarifas-de-aco-e-aluminio-e-debatida-por-temer-e-pence
[13] https://www.terra.com.br/economia/sob-sombra-da-china-pence-diz-a-temer-que-quer-estreitar-comercio-com-o-brasil,95225baee236538176acb129d314fb717zt6apyf.html
[14] http://www2.planalto.gov.br/acompanhe-planalto/noticias/2018/06/isencao-das-tarifas-de-aco-e-aluminio-e-debatida-por-temer-e-pence
[15] http://www.celag.org/eeuu-avanza-sobre-el-brasil-de-temer/
[16]https://markets.on.nytimes.com/research/stocks/news/press_release.asp?docTag=201806071043BIZWIRE_USPRX____BW5784&feedID=600&press_symbol=290043
[17] https://oilprice.com/Latest-Energy-News/World-News/Big-Oil-Bets-Big-On-Brazils-Pre-Salt-In-Latest-Offshore-Auction.html
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