La AP informó que pudo conocer que los "aterradores ataques" (Frightening attacks on U.S. personnel in Havana) como califican, contra el personal estadounidense en La Habana afectaron al corazón de la red de espionaje de Washington en Cuba. Y, añadió que, efectivos de inteligencia de Estados Unidos estuvieron entre las primeras víctimas y las más afectadas.
No fue sino hasta que los espías estadounidenses que trabajaban bajo cobertura diplomática reportaron oír extraños sonidos y sufrir efectos físicos que Estados Unidos detectó que algo iba mal, dijeron personas familiarizadas con la situación al la agencia.
Otra vez fuentes anónimas. De modo, que Cuba "atacó a una red de espías", combustible para el enfrentamiento y el suspenso de espionaje y contraespionaje.
Continuando con el despacho de AP, la agencia dijo que la cronología exacta de los acontecimientos sigue sin estar clara, como tampoco lo está si los agentes de inteligencia fueron las primeras víctimas o simplemente los primeros en reportar lo sucedido.
Hasta la fecha, la administración Trump ha dicho de forma general que las 21 víctimas eran personal de la embajada de Estados Unidos o “miembros de la comunidad diplomática”. Esa descripción sugirió que sólo los diplomáticos de buena fe y sus miembros de la familia fueron afectados, sin ninguna motivación lógica más allá de interrumpir las relaciones entre ambos países.
Sin embargo, tras bambalinas los investigadores inmediatamente comenzaron a buscar explicaciones en el mundo más turbio del espionaje y el contraespionaje, dado que muchos de los primeros casos reportados involucraron trabajadores de inteligencia enviados a la embajada de Estados Unidos.
Esa revelación, confirmada a la AP por media docena de funcionarios, añade otro elemento de misterio a una saga que ya lleva un año y que según el gobierno de Trump no ha terminado.
De todas formas, Estados Unidos no ha identificado ningún dispositivo que sea responsable del daño. Las investigaciones del FBI no han arrojado resultados. El Departamento de Estado y la CIA no quisieron comentar para esa historia periodística.
Otra vez, nada oficial del gobierno de Estados Unidos.
Puestos "bajo sospecha" los medios que informan desde Washington, como AP, es fácil comprender que apuntan a un pretexto para que supuestamente en Cuba hubieran sido agredidos los espías, al mismo tiempo, se deriva la interrogante de por qué no hay informes médicos publicados, y mucho menos los nombres, pues habría que revelar también la identidad.
Vea el informe de AP
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