EE.UU. pretende poner "bajo supervisión" aeropuertos cubanos

Norelys Morales Aguilera.─ Este lunes 23 de octubre fue anunciada la aprobación por la Cámara de Representantes de Estados Unidos de un proyecto de ley para "revisar los sistemas de seguridad de los aeropuertos" de Cuba.

El proyecto del Congreso estadounidense recordó que las terminales que estarían "bajo supervisión" reciben vuelos comerciales de aerolíneas y aeropuertos de Estados Unidos y subrayó que buscará "posibles fallos" en cuanto a seguridad, informó la agencia ANSA.

Para la agencia noticiosa italiana, la mención sobre supervisiones de seguridad en los aeropuertos por autoridades de Estados Unidos trae a la mente el misterioso litigio que mantienen los dos gobiernos actualmente en torno a "ataques acústicos" sin autor definido contra diplomáticos de Washington, que estaban destacados en la isla.

Sin embargo, el dato relevante  es quiénes promueven esta ley que transcurre en el Congreso norteamericano, y que insta a la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por su sigla en inglés), la agencia encargada de la seguridad en los aeropuertos, a revisar los 10 aeropuertos internacionales de Cuba e informar al Congreso de si cumplen con los nuevos requisitos estadounidenses, informó Efe.

El promotor del proyecto, en su segunda versión, es el republicano John Katko, quien preside un subcomité del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara Baja encargado de la seguridad en el transporte, y que al parecer desconoce que TSA  había visitado la Isla en más de 30 ocasiones desde el 2003 hasta 2016, y ha declarado que "la representación cubana del IACC es altamente profesional y (está) dispuesta a lograr la mejor seguridad posible. Ellos mantienen los postulados requeridos para la seguridad aérea en todos los aeropuertos, a pesar de los retos que plantea el acceso limitado a los equipos y la formación".

Katko también quiere desconocer que Cuba garantiza operaciones en sus aeropuertos con los más altos estándares de seguridad y calidad, reconocida por organismos de la aviación civil internacional.

Alfredo Cordero, presidente del Instituto de la Aeronáutica Civil de la Isla ha asegurado, ante anteriores intentos de agresión por esta vía, que Cuba cumple con todas las normas y recomendaciones del anexo 17 del Convenio de Chicago, el tratado normativo más importante en relación al Derecho Público Internacional Aeronáutico, aunque el equipamiento de alta tecnología que Estados Unidos bloquea, la Isla lo ha logrado obtener. 

Este congresista republicano de Nueva York trató de torpedear sin éxito el inicio de los vuelos comerciales, que se dio en el marco del deshielo de relaciones liderado por Barack Obama y Raúl Castro.

Una propuesta similar fue presentada también en 2016 por los senadores Marco Rubio (R-FL) y Bob Menéndez (D-NJ), de los cuales lo menos que se puede explicar es que se han opuesto furibundamente a cualquier acercamiento entre Cuba y Estados Unidos.

Para todos ellos incitar al miedo para impedir la visita de norteamericanos a la Isla es algo que no sorprende, cuando el presidente Donald Trump ha destrozado sostener el acercamiento entre ambos pueblos, con su política retrógrada y en manos de la ultraderecha miamense.  

En los inicios de los vuelos regulares, sectores en el Congreso de Estados Unidos -representados en los citados- trataron de detener los acuerdos precisamente con el tema de seguridad en los aeropuertos de la isla. El esfuerzo se diluyó más que todo por la negativa de las aerolíneas a aceptar obstáculos en su nueva expansión, recordó la agencia ANSA.

Por ejemplo, en agosto del año pasado la JetBlue, mediante una portavoz, expresó desde Cuba su "satisfacción con la seguridad de los aeropuertos cubanos, que cumplieron todos los estándares internacionales".

Entonces la firma agregó que este fue "un requisito confirmado por la Administración de Seguridad de Transporte de Estados Unidos", tras "ponerse en duda" por diputados republicanos en Washington la seguridad de las terminales con el fin de impedir la reanudación de los vuelos regulares.

En realidad ningún aspecto relativo a la seguridad impidió que los vuelos chárter entre Estados Unidos, principalmente de la Florida, y Cuba se restablecieran en una fecha tan lejana como 1979. Ocurrió un receso en los años 80 por motivos políticos, pero los vuelos se han mantenido hasta la actualidad.  No se recuerdan accidentes.

No hay otra explicación a estas pretensiones provocativas, que no sea, escalar la beligerancia de Estados Unidos con Cuba.

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