Este domingo 5 de julio, los griegos se pronunciaron en un referéndum clave para el futuro del país y de la zona euro. La rotunda victoria del ''No'' contra los usureros y terroristas financieros, concedió al gobierno un amplio apoyo popular y legitimidad de cara a continuar las negociaciones con la Troika de acreedores internacionales, (el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la UE).
Tras cinco años del programa de rescate acordado para Grecia, el Gobierno de Alexis Tsipras, líder del partido Syriza, se plantó y decidió no seguir con el programa bajo las condiciones de los acreedores, que exigen nuevas reformas de austeridad, es decir nuevos recortes de pensiones y el nuevo aumento de impuestos, informó RT.
Atenas trasladará mañana lunes 6 al Banco Central Europeo (BCE) su petición de que aumente la financiación para asegurar la liquidez de los bancos, pues de esta institución depende que se reabran de forma inmediata las entidades bancarias griegas o seguir manteniendo la asfixia financiera sobre los ciudadanos y las empresas, según PL.
El compromiso entre Atenas y los acreedores debería estar más cerca que nunca, según explicó el jefe de la delegación griega, Euclides Tsakalotos, para quien el acuerdo podría estar listo en 48 horas, partiendo de la base "del respaldo al gobierno y del reconocimiento por parte del propio FMI que reconoce que esta deuda no es sostenible".
Los primeros dirigentes europeos que anunciaron su decisión de abordar la nueva situación fueron la Canciller alemana, Ángela Merkel, y el Presidente galo, François Hollande, quienes realizarán mañana "una evaluación común de la situación tras el referéndum", según un comunicado del gobierno francés.
También el Grupo de Trabajo del Euro, integrado por viceministros de economía y finanzas y responsables del Tesoro de los países de la eurozona, se reunirá mañana para preparar un análisis que se trasladará al Eurogrupo, que por el momento no anunció la convocatoria de ninguna reunión extraordinaria.
Gracias al respaldo obtenido con la consulta, el gobierno griego no solo refuerza su posición con respecto a las reformas y las cuestiones técnicas de la negociación, sino que pondrá sobre la mesa el plan de reestructuración de la deuda, que constituye la cuestión fundamental de la crisis griega.
HABLÓ TSIPRAS
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, aseguró que el referéndum de hoy "no tiene vencedores ni vencidos", sino que es una "victoria en si mismo", pues ha probado que la "democracia no puede ser chantajeada", reseñó Efe.
"Quiero dar las gracias a todos, independientemente de lo que votasteis. Ahora hay que restablecer la cohesión social", dijo Tsipras en una alocución televisada tras el triunfo del "no" en el referéndum celebrado hoy. Asimismo, Tsipras también ha insistido en que "la reestructuración de la deuda es necesaria para la salida de la crisis".
"No hay soluciones fáciles, pero hay soluciones justas mientras haya buena voluntad por ambas partes", ha afirmado Tsipras en una intervención televisada. Asimismo, también ha señalado que su Gobierno reiniciará mañana las negociaciones con los acreedores para tratar de alcanzar un acuerdo y señaló que la prioridad es la reapertura de los bancos.
"La prioridad inmediata es restaurar la banca. Estamos dispuestos a reanudar las negociaciones con un plan que prevea una financiación creíble", ha señalado el mandatario griego.
"Mañana reiniciaremos la negociación", dijo Tsipras en un mensaje televisado, en el que añadió que en esta ocasión entrará en la negociación la reestructuración de la deuda, una necesidad que, dijo, incluso ha reconocido el Fondo Monetario Internacional.
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