José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.- La revista de divulgación científica y cultural Geo, perteneciente al grupo mediático multinacional Bertelsmann (1), dedicaba el tema central de su número de Julio de 2014 a Cuba (2).
Esta publicación que, en sus reportajes sobre diferentes países del mundo, jamás realiza análisis políticos, en este caso llevaba a portada el titular “Cuba: la isla descubre el ritmo de la libertad”. A
través de la revista Geo conocemos los orfanatos para elefantes que hay en Nairobi (3), o los cruceros por la Patagonia chilena (4), pero nada sobre la desnutrición infantil en Kenia o sobre la lucha estudiantil por la educación pública en Chile. Sin embargo, en esta ocasión, Geo dedica a Cuba 30 páginas para explicarnos lo que llama el “fin del comunismo” en la Isla.
“El comunismo de Cuba está en las últimas, aunque siga vivo Fidel”; “Fidel Castro vive, pero el comunismo está muerto”, leemos en el reportaje principal de la revista, titulado “La nueva Cuba” y que trata –de manera casi obsesiva- de denigrar la figura del líder histórico de la Revolución.
“Soplan vientos de libertad después de varias décadas de tiranía”, leemos en el editorial firmado por el director de la revista, Julián Dueñas, quien asegura que Cuba necesita “un golpe de timón del que ya se perciben señales”.
Estas “señales” serían los cambios introducidos por Raúl Castro. “Fidel Castro gobernó (...) con mano inflexible que rechazaba cualquier cambio. (Pero) (...) su hermano Raúl (...) ha permitido transformaciones radicales: los cubanos pueden viajar, hacer negocios, comprar viviendas y coches”. El mensaje es absolutamente simplista: antes, por capricho de Fidel, el pueblo cubano no podía viajar, pero ahora Raúl les ha dado –palabras textuales- “libertad de movimiento, el derecho a entrar y salir del país cuando quieran”. Una visión tan falsa como idílica de la realidad, ya que lo único que ha desaparecido a la hora de viajar es el trámite administrativo cubano que apenas denegaba el 1 % de las solicitudes (5). El obstáculo principal para salir del país, además del económico, sigue siendo la política restrictiva de visados de los países receptores.
Geo dice cosas tan inexactas como que “Raúl (Castro) (...) privatiza la agricultura y la industria”. Las explotaciones agrarias en Cuba ya eran antes –como ahora-, en su mayoría cooperativas o individuales, es decir, no estatales (6). Lo que sí ha potenciado el Gobierno de Raúl es su autonomía, reduciendo sus obligaciones de acopio al Estado (7). En cuanto a la industria, no se ha privatizado ni una sola empresa. Ha sido en el sector servicios donde sí se han reconvertido algunos restaurantes, peluquerías o talleres en cooperativas, fórmula colectiva no estatal pero bien alejada del término de “privatización” capitalista que insinúa el reportaje (8).
La revista reduce, además, el actual proceso de cambios económicos en Cuba a una decisión personal del actual gobernante. “En 2011 –nos dice-, Raúl Castro convocó un congreso del partido e hizo aprobar 313 directrices que reforman el sistema económico del país”. Con esta caricatura de la realidad hace desaparecer de un plumazo todo un proceso de discusión democrática de 163 mil asambleas, en el que tomaron parte casi 9 millones de personas (9).
Recordemos que, en 2009, esta misma revista distorsionó el informe de la organización World Wildlife Found que presentaba a Cuba como el único país del mundo con una economía "sostenible" (10). La retorcida explicación de Geo al positivo balance ecológico de Cuba era que éste es producto de "una mezcla de política verde visionaria, una extendida incompetencia económica y un toque de brutalidad roja" (11).
Curiosamente, el eslogan editorial de la revista Geo es “Una nueva visión del mundo”. Una nueva visión, al parecer, para repetir los más viejos y trasnochados clichés sobre Cuba (12).
Notas
(10)
http://zeenews.india.com/news/ eco-news/cuba-only-country- with-sustainable-dvlpment-wwf_ 331619.html
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