Assange: ganar el camino de libertad y justicia

Assange en la Embajada de Ecuador en Londres
Norelys Morales Aguilera.-- El fundador de Wikileaks, Julian Assange, sin precisar detalles, aseguró que no tardará en salir de la legación diplomática de Ecuador en Londres y además afirmó que no será por complicaciones de su estado de salud, aunque reconoció las afectaciones sufridas como resultado del estado de encerramiento.

Assange, un australiano de 43 años, ofreció una conferencia de prensa este lunes 18 de agosto junto con el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño en la legación de Ecuador en el Reino Unido, ante una treintena de periodistas a los que sorprendió al afirmar que no tardaría en abandonar ese edificio, aunque "no por las razones que dan los medios de (Rupert) Murdoch".
Sus comentarios aumentaron brevemente la posibilidad de una salida inminente de la sede diplomática, pero Kristinn Hrafnsson, su portavoz, dijo a periodistas que Assange solo podría hacerlo si el gobierno británico "termina con el asedio exterior". Assange no tiene la intención de entregarse a la policía, agregó.

El canciller ecuatoriano dijo que tratará de mantener conversaciones con su par británico para resolver el caso, mientras el Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido expresó por su parte que mantiene su compromiso de alcanzar una solución diplomática al problema, pero reiteró que Assange debe ser extraditado.

No ha trascendido lo que hará el fundador de Wikileaks y es bastante arriesgada una predicción, dados los antecedentes mencionados.

El 17 agosto el presidente de Ecuador, Rafael Correa, publicó en su cuenta de Twitter: "Dos años de Assange en embajada ecuatoriana en Londres. Dónde está la prensa “libre e independiente”? Qué pasaría si esto se diera en Ecuador?".

Obviamente, la prensa "libre e independiente" se ha esfumado guardando un silencio cómplice sobre el destino del fundador de Wikileaks después de la hazaña. Lo tratan como el hacker delincuente del cual se ha aprovechado, pero reclamar el respeto a sus derechos humanos no viene al caso en la lógica del capital mediático.

Fue el 28 de noviembre de 2010 cuando 250.000 documentos confidenciales fueron publicados por Wikileaks. Estos documentos eran filtraciones sobre la política exterior de Estados Unidos, remitidos a cinco emporios mediáticos: El País, The Guardian, Le Monde y The New York Times, que más de una vez han desvirtuado la esencia del accionar político de los más variados personajes, bajo pretextos o presiones.

El revuelo mediático fue espectacular. Dos días después del trascendido, Bill O'Reilly, presentador de TV en Fox y locutor de radio, pidió la ejecución de los miembros de Wikileaks y de todos los que filtraron los documentos privados. Sarah Palin y Tom Flanagan, entre otros, se sumaron a la lista de nombres célebres que pidieron respuestas similares contra Assange.

Washington lanzó una cacería de brujas como después hizo con Edward Snowden. Su reflejo mediático está en los mismos periódicos a quien acudió ingenuamente Assange, así lo reseñaron los periodistas Chris Marsden y Bary Grey en 2012.

El New York Times simplemente declaró que "El gobierno de Obama ha rehusado revelar sus planes, si es que existen, para lograr que a Assange se le extradite a Estados Unidos". Se jactó de que "Wikileaks se ha contraído bastante desde que el Sr. Assange emprendiera sus batallas en los tribunales", y criticó acérrimamente a la organización por ser una "agencia de la izquierda política".

The Guardián emitió la opinión editorial de varios abogados, quienes en realidad representaban a los fiscales en contra de Assange, que este no tenía ningún "miedo fundado" a que lo persiguieran políticamente, sino que simplemente buscaba cómo evitar "las acusaciones de abuso sexual, las cuales, en el lenguaje de cualquiera, no es un crimen político grave".

Un editorial de El Independiente admitió que "se supone tanto el Reino Unido como Suecia rehúsan garantizar que Assange no sería extraditado a Estados Unidos. Esto lo puntualizó antes de declarar insípidamente que esto "podría alentar la sospecha".

Pero el periódico insistió que en las circunstancias del momento, Estados Unidos es una mera distracción. Si el Sr. Assange desea practicar la honestidad e integridad por las que aboga, tiene que defenderse a sí mismo en Suecia y ahí disputar el mérito de la extradición a Estados Unidos.

Al tramar la persecución de Assange, Estados Unidos ha reunido toda una pandilla de asesinos, ladrones y embusteros profesionales. Estos funcionan colectivamente como representantes políticos de una oligarquía, cuya fabulosa fortuna proviene de la sangre, el sudor y las lágrimas de incontables millones de gente en todo el mundo.

¿Saldrá Assange de la vigilancia de Scotland Yard en Londres?

El embajador de Ecuador en Alemania, Jorge Jurado, dijo a la publicación alemana Deutsche Welle que las posibilidades del fundador de Wikileaks van a estar siempre en relación directa con la voluntad política de de Suecia y de Gran Bretaña, y en el trasfondo de Estados Unidos. Si estos tres países conjugadamente actúan para mantener la rigidez, la inflexibilidad absolutamente injusta en contra del Sr. Assange, las posibilidades se ven muy reducidas.

El escenario planteado podría desenvolverse en tres aspectos:

Una primera posibilidad para que el fundador de Wikileaks pueda salir de la embajada ecuatoriana es que el gobierno inglés le otorgue un salvoconducto para llegar al aeropuerto y así viajar a Ecuador, según El Comercio de Ecuador.

La segunda posibilidad es que el gobierno sueco se comprometa a no extraditar a Assange a Estados Unidos. Pese a que no hay un proceso abierto en su contra en Norteamérica, Assange y sus colaboradores temen que lo envíen ulteriormente a ese país para juzgarlo, dado que un jurado secreto norteamericano encaminó un proceso contra el australiano, según el ex juez español Baltasar Garzón, uno de los abogados del fundador de Wikileaks.

La tercera es que la fiscalía sueca podría aceptar la propuesta del gobierno ecuatoriano de continuar con las investigaciones en contra de Assange, por presuntos delitos sexuales, y tomar sus declaraciones en la sede diplomática o a través de una videoconferencia. Esto podría permitir que la investigación concluya y el proceso se cierre definitivamente, con base en la versión de Assange de su inocencia, y que así abandone la embajada.

Lecciones del encierro de Assange y WikiLeaks

Muchos analistas han reflejado el valor que han tenido las revelaciones de Wikileaks y la inspiración para las que vendrían con Edward Snowden, el ex analista de la CIA. Pero, algunas pocas dan dimensión del fenómeno en medio de los desmanes del capitalismo feroz global.

La persecución sobre Wikileaks y Assange se volvió anecdótica y trivializada en los medios. Un caso es revelador. El video “Muerte Colateral” describe el asesinato del reportero Namir Noor-Eldeen que los mandos castrenses de Estados Unidos negaron a Reuters, aunque hoy nadie ha ido a la justicia por el asesinato. El imperio y sus cómplices están más interesados en su "humanitaria labor" de hallar terroristas que criminales en sus filas.

Ha quedado en evidencia que mercado no es garante alguno de la libertad de expresión, como lo demostraron las empresas con su docilidad al poder: PayPal, Visa, Mastercard, EveryDNS, Amazon y el banco suizo PostFinance, que decidieron expulsar de su cartera de clientes a Wikileaks.

Así también, redes sociales como Facebook y Twitter borraron las cuentas de usuarios de esas redes que atacaron el sitio de Visa y de otras páginas de pagos por internet. Facebook confirmó que eliminó al sitio Operation Payback porque promovía ataques a páginas de Internet. Y Twitter terminó por derrumbar uno de los mitos que acompaña a varias empresas, que sus clasificaciones de popularidad las hacen neutros sistemas de valoración basados en algoritmos, pues esa red social los manipuló para eliminar de sus denominados trending topics, o temas más populares, todo lo relacionado con Wikileaks.

Finalmente, la supuesta autoridad moral asumida por el gobierno estadounidense, sus funcionarios y políticos, en el sentido de condenar a las naciones enemigas de la libertad de expresión en Internet como China, Cuba o Irán, por ejemplo, quedaron en ridículo porque terminaron por quitarle la IP a WikiLeaks y poner en marcha una persecución tenaz contra Assange.

De modo que las preguntas del presidente Rafael Correa son una gran alerta: ¿Dónde está prensa “libre e independiente”? ¿Qué pasaría si esto se diera en Ecuador?". Bien, gracias, están al servicio de la hidra del capital y si fuera en Ecuador habría alerta máxima contra un "populista dictador". /Cubahora.cu

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