¡Que tres personajes: Machado, Stefan y el falso paralítico, Valladares |
No deseo referir en este pequeño comentario, reflexión alguna sobre el triste papel del gobierno anti panameño de Ricardo Alberto Martinelli Berrocal, empresario (por encima de todo) y político, hombre de una “integridad lamebotas” del imperio sin discusión, solo superada por su poca vocación popular, traidor del legado del General Torrijos, a quien a diferencia de Martinelli los pueblos del continente recordarán eternamente.
Tampoco deseo asociar mis palabras a por qué fue la OEA el escenario seleccionado en esta oportunidad como parte de la más brutal guerra mediática desatada contra proceso revolucionario alguno en los últimos 15 años.
El “Ministerio de Colonias Yanqui”, como la denominó alguna vez Raúl Roa García, legendario Ministro de Relaciones de Cuba, al que todos sus compatriotas conocen como el Canciller de la Dignidad, sigue demostrando que hace rato, si acaso lo fue alguna vez, no representa la realidad de un continente “que habían hecho trizas” y que hoy vive un indiscutible cambio de épocas al decir del Presidente ecuatoriano Rafael Correa.
La OEA, vuelve a desempeñar el papel ridículo y mordaz que le ha terminado de quitar el poco hálito de veracidad que tenía, si es que aún le quedaba algo de ello.
Quizás los que lean estas letras pensarán que me asiste la “sempiterna actitud de Cuba contra la OEA” y aunque ciertamente pueda que no les falte alguna razón, los quiero remitir a la explicación de voto del representante de Brasil, cuando en la sesión para definir el carácter (público o privado) del intercambio que tendrían los países miembros sobre la situación en Venezuela, dijo que su país habría votado por una vista pública del tema, pero ante la realidad del objetivo de algunos miembros de la OEA de hacer “un circo” del asunto y ante la falta de un real sentido de preocupación por temas de derechos humanos, su país votaba por un debate reservado.
Declaro entonces que el objetivo de mi nota es referir que la maniobra misma orquestada contra la Revolución Bolivariana es claramente diseñada, financiada y dirigida por el gobierno del país donde radica el edificio de la OEA, o sea los Estados Unidos de América, quienes han utilizado este tipo de acciones contra otros países desde tiempos inmemoriales.
Cuba, ha sido víctima también de montajes de este tipo en los que EEUU ha utilizado marionetas sin mayor pedigrí que su hoja de servicios al enemigo de su propio país e incluso en algunas oportunidades han pretendido auxiliarse de artistas a quienes si bien asiste determinada fama internacional realmente se han llevado un fiasco en sus intentos “diplomáticos” contra Cuba.
Referiré aquí dos casos que por su trascendencia y estrepitoso fracaso merecen especial atención.
Armando Valladares es un personaje que por allá por los años 80, estuvo en la palestra de los “escogidos” por EEUU para atacar a Cuba en foros internacionales.
Vinculado a los órganos represivos de la dictadura de Batista, hay documentos que lo atestiguan, Valladares fue condenado a prisión al ser sorprendido en acciones terroristas, sobre lo que también hay abundante información en la red de redes, junto a Carlos Alberto Montaner, de quien en Cuba se dice es “otro que bien baila”.
Ambos, Montaner y Valladares son reconocidos asalariados de los Servicios Especiales de EEUU y en el caso del primero ha sido el artífice de las acciones anticubanas en España y usual “comentarista” contra todo lo que huela a progresismo en diarios de la Florida y hasta en la aburrida y mentirosa CNN (en español).
Pero sigamos con el Sr. Valladares. Este hombre, fingió estar paralítico y se auto tituló además poeta, para generar una campaña internacional a favor de su libertad. Existen las imágenes, que el mundo conoció a principios de los 80 en las que mientras juraba y perjuraba que era paralítico, en la noches a la sombra de la oscuridad hacia ejercicios de calentamiento de pie y hasta corriendo en el interior de su celda. Eso en Cuba y en la China es ser “impostor”.
El gobierno cubano, por decisión soberana y como gesto de buena voluntad con el entonces Presidente de Francia Francois Mitterand y su esposa Danielle, puso en libertad a Valladares, quien a la postre subió por sus pies la escalerilla del avión que lo conduciría a París, tejiendo un velo de vergüenza en la intención del mandatario francé, quien había hecho el pedido a Cuba atendiendo a la supuesta condición de minusvalía de Valladares.
Este, ni corto ni perezoso enseguida reactivó su militancia anticubana y además de las acostumbradas andanzas terroristas fue convertido de la noche a la mañana nada más y nada menos que en miembro del servicio exterior de los EEUU.
Sirvió como tal en las administraciones de Ronald Reagan y George Bush (padre); en el caso de Reagan lo nombró como miembro de la delegación norteamericana ante la otrora Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en la época en la que el ejercicio anticubano en aquella triste comisión convocaba millones de dólares del contribuyente norteamericano.
Son de enciclopedia los tropiezos y vergüenzas a los que Valladares expuso a la delegación del imperio en el órgano de las Naciones Unidas por aquellos días.
Como botón de muestra, cito un artículo aparecido el 7 de Marzo de 1988 en el hoy anticubano y antichavista diario “El País” de España, bajo la firma de su corresponsal en Ginebra Georgina Higueras, y titulado “Malestar en la Comisión de Derechos Humanos por la politización de caso Cuba”.
En el artículo la periodista no solo expone “las presiones” del “delegado” norteamericano Armando Valladares hacia países miembros de la CDH para forzar el voto contra Cuba, sino que afirma que miembros de la referida CDH critican la politización que la delegación norteamericana hace del caso Cuba y reseña comentarios de varias fuentes sobre que “La actitud del representante de Washington, Armando Valladares, es contraproducente e irrita a los mismos aliados de EEUU porque deja traslucir una clara motivación política, en lugar de una preocupación humana”.
Más de 25 años después de aquellos episodios, Valladares sigue apareciendo de cuando en cuando en actos y colectas para la “libertad de Cuba”, se sabe dirige una “Fundación de Derechos Humanos” radicada en Nueva York, con fondos de dudosa procedencia pero seguramente asociados a su paga por el gobierno norteamericano como retribución de sus servicios. También se Valladares hace trabajitos como barbero (allá el que ponga la cabeza en sus manos) y solo es recordado por sus papelones en Ginebra cuando atacó a su propio pueblo.
El otro caso de “campeonato” es el de la célebre cantante de origen cubano Gloria María Milagrosa Estefan.
Gloria viajó a EEUU con apenas 1 año cuando su padre, escolta personal de la esposa del dictador Fulgencio Batista abandonó Cuba en 1959. Su padre fue también miembro de la Brigada 2506, derrotada en Playa Girón y luego combatió en Viet Nam de donde regresó afectado por el agente Naranja, rociado por las autoridades norteamericanas sobre sus propios soldados.
Siendo muy joven Gloria se casó con el empresario musical Emilio Stefan, también de origen cubano y juntos han desarrollado una indiscutiblemente exitosa industria musical en el Sur de la Florida que combina claro talento de ambos con lo que ha sido la principal base de acción: la militancia contra la Revolución Cubana.
Explotando comercialmente su condición de “exiliada”, Gloria Estefan, junto a su marido han puesto al servicio de las acciones y ataques contra Cuba todo su capital económico y de simpatías en EEUU y el mundo.
Gloria Estefan estuvo dentro de los artistas de origen cubano, junto al actor Andy García (“otro que bien baila”) que en medio de la disputa por el regreso del niño Elián González a su patria junto a sus familiares, hizo generosas donaciones para garantizar la seguridad (paramilitar) de la casa donde tenían secuestrado al niño.
Esa misma Gloria ha visitado el territorio ilegalmente ocupado por los EEUU en la Bahía de Guantánamo, donde se tortura y reprime, con el declarado propósito de cantarle a los que cubanos que se marcharon de Cuba de manera ilegal en el contexto de la crisis de los balseros en 1994 y por la “libertad de Cuba”.
Esa misma Gloria, y aquí viene el hilo que la conecta al camaján de Armando Valladares y a la histérica contrarrevolucionaria venezolana Maria Corina Machado, fue empleada del servicio exterior de los EEUU para atacar en el seno de las Naciones Unidas a la nación que la vio nacer.
En 1992, en el contexto del 47 Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Cuba presentaba ante ese órgano por segunda ocasión el Proyecto de Resolución para la eliminación del genocida bloqueo impuesto a nuestro país en 1962.
La batalla era dura en esos años.
Con la desaparición del bloque de países socialistas y al perder Cuba más del 85 % de su comercio exterior, y ante una realidad económica sin precedentes que nos llevó a adoptar la estrategia de resistencia que ha pasado a la historia como Período Especial en tiempo de paz, el imperio, como ha dicho el Compañero Fidel, se aprestó para dar la última puñalada a la Revolución Cubana.
Naciones Unidas fue una de esas trincheras vitales y aun en medio de esa situación Cuba dio allí una batalla que luego de más de 20 años ha dado el fruto del apoyo de la inmensa mayoría de la comunidad internacional.
EEUU no escatimó recursos para lograr su objetivo y para ello compró y convocó a cuanto agente pudo.
A ese esfuerzo imperial se sumó Gloria Estefan y los representantes norteamericanos la presentaron como miembro de su delegación.
El debate fue duro, y hay versiones que indican que incluso Estefan intervino intentando convencer a propios y ajenos de la necesidad de “castigar” a Cuba.
Otras versiones narradas de manera informal por amigos de la Cuba revolucionaria que presenciaron los debates revelan que en su exposición Gloria demostró tanta falta de conocimiento de la historia de su país y tal sumisión a los designios de sus amos que un representante cubano le recomendó olvidarse de la política y dedicarse a la música, terreno donde ella podía cosechar más frutos en su vida.
El resultado de la votación ese año fue de 59 estados en contra del bloqueo, 3 a favor, 71 abstenciones y 46 ausencias.
Gloria Estefan fue no solo apabullada por los representantes cubanos, sino que debe guardar como uno de sus más “caros” tesoros el hecho de que el año en que decidió servir en la silla de la nación que ha costado más de 3000 muertos a su pueblo por acciones terroristas, fue derrotada.
Fue aquel el primer éxito de más de 20 victorias de Cuba en esa batalla que en 2013 alcanzó la cifra de 188 países contra el bloqueo, 2 a favor y 3 abstenciones.
Así las cosas, no debe sorprendernos que la maniobra de hace unas horas contra Venezuela en la infeliz OEA haya sido derrotada, como fueron derrotadas las maniobras contra Cuba en la ONU.
La histérica María Corina Machado y sus cómplices dentro y fuera de Venezuela debieron haber revisado un poco la historia, y quizás por qué no, ella debió darle una llamadita a Gloria Estefan y al seudo paralítico Armando Valladares para que la prepararan ante la paliza que recibiría.
Porque al final de cuentas María Corina Machado, Armando Valladares y Gloria Stefan son partes de la misma sin que se cure el mal |Rebelión
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