Pero, antes de contar los detalles no olvidar que los llamados Martís (Radio, Televisión y sitio web) pertenecen a la Broadcasting Board of Governors (BBG) encargada de vigilar todas las transmisiones de radio y televisión no militares del gobierno federal. Está constituida por un complejo de entidades mediáticas dedicadas a tratar de ejercer influencia en aquellas regiones, países y públicos que el gobierno de los Estados Unidos considera relevantes para la consecución de sus objetivos de política exterior. La BBG controla la Oficina de Transmisiones hacia Cuba (Office of Cuba Broadcasting –OCB-) y el Buró de Transmisiones Internacionales (International Broadcasting Bureau –IBB-).
Así que, todo el accionar de los Martís responde a las
políticas de Washington hacia La Habana, aunque el resultado sea tan retorcido que distintas inspecciones que la Oficina de Investigaciones del Congreso ha realizado a la BBG han señalado, entre otros, problemas, bajos niveles de audiencia en la Isla (menos de un 2%, según datos del propio gobierno estadounidense), no análisis de la efectividad de los métodos de transmisión empleados, no realizar estudios en torno al costo que los métodos alternativos de transmisión pudieran tener (United States Government Accountability Office, 2011, p.1), mal uso de los fondos gubernamentales y dificultades en el cumplimiento de estándares periodísticos elementales como objetividad, precisión y veracidad de la información, según información aportada por la investigadora Olga Rosa González Martín.
El error que hoy nos ocupa responde al incumplimiento de los estándares periodísticos. Así lo ha contado Volker Hermsdorf en CubainformacionTv: Martí Noticias, publicó el 3 de enero por equivocación, un trabajo, fechado el día 6 de enero, en el que relataba los sucesos que iban a ocurrir hoy lunes 6 de enero entre ellos varios arrestos de “disidentes” que trataban de repartir juguetes a niños y niñas de la Isla.
Grupos sostenidos por Washington, iban a distribuir, ante las cámaras de la prensa internacional, 700 juguetes a menores de familias previamente seleccionadas, comprados con dinero –según reconoció el “disidente” Guillermo Fariñas- procedente de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), organización terrorista de Miami que financió durante los años 90 varios atentados contra hoteles de la Isla perpetrados por el criminal Luis Posada Carriles, entre otras numerosas acciones.
La policía cubana se adelantó y el jueves 2 confiscó el material de procedencia ilegal, entre ordenadores, teléfonos móviles y una suma de dinero en efectivo. Igualmente, detuvo a José Daniel Ferrer, líder de la llamada Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), grupo “disidente” financiado por el Gobierno de EEUU y con vínculos directos con la FNCA, quien fue puesto en libertad posteriormente.
Al informar de este operativo, Martí Noticias, el viernes 3 de enero, publicaba, sin cambiar la fecha prevista del lunes 6 de enero, la noticia que ya tenía redactada previamente, con un titular elocuente: “Cuba: Operación militar contra la inocencia infantil”. Posteriormente la web rectificó la fecha, tratando de ocultar su error.
La manipulación mediática, el irrespeto por la verdad, el terrorismo y la hostilidad hacia Cuba han costado a Estados Unidos unos 500 millones de dólares, que son puestos en evidencia todos los días y hoy, con este error de sus empleados cuatreros del periodismo.
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