Esta semana el gobierno cubano anunció el inicio de un proceso para reunificar su sistema monetario que cuenta con dos monedas distintas desde hace dos décadas. Marcha dialogó con el economista Julio Gambina sobre el tema.
Luego de dos décadas Cuba decidió acabar con el sistema de doble moneda. Así lo anunció este martes el gobierno de la isla. En una nota publicada en el diario Granma desde el Ejecutivo aseguraron que “ha sido acordado por el Consejo de Ministros poner en vigor el cronograma de ejecución de las medidas que conducirán a la unificación monetaria y cambiaria”. Sin embargo aclararon que “La unificación monetaria y cambiaria no es una medida que resuelve por sí sola todos los problemas actuales de la economía, pero su aplicación es imprescindible a fin de garantizar el restablecimiento del valor del peso cubano y de sus funciones como dinero”.
Durante la década de 1990, ante la caída de la Unión Soviética y con el endurecimiento del bloqueo estadounidense, Cuba entró en una etapa que se denomino “periodo especial” donde se aplicó una “economía de guerra en tiempo de paz”. Con la decisión del pueblo cubano de sostener el modelo socialista y sus principales logros (objetivo que se ha cumplido más de 20 años después) la nación caribeña se vio obligada a introducir algunos elementos de la economía capitalista. Entre ellos la utilización de doble moneda, el peso cubano (CUP), con el que la mayor parte de la población cobra sus salarios y paga productos y servicios básicos y el peso cubano convertible (CUC), equiparable al dólar.
En el marco de este anuncio Marcha dialogó con Julio Gambina, economista y presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas (FISyP) de la Argentina, para entender que implican estos anuncios.
- ¿Cómo surge y por qué motivos Cuba instala en la década de 1990 un sistema de doble moneda?
- Cuba sufre las consecuencias de la caída del Muro de Berlín, de la Unión Soviética y la desarticulación del campo socialista de una manera muy importante. El 35% de la capacidad productiva se desmoronó.
Hay que pensar que Cuba cuando hace la Revolución y sobre todo después del intento de invasión por parte de EE.UU. en 1961, cuando comienza el bloqueo, el país tiene que rearmar su desarrollo tecnológico vinculado al bloque socialista y la Unión Soviética. Tuvo que mudar todo su aparato productivo en el ‘61, ‘62, fue una crisis gigantesca en Cuba pero se rearmó.
Luego, muy poquitos años después (piensen que de 1962 a 1991 hay muy poco tiempo), recibió un doble bloqueo: el de EE.UU. que se mantuvo y le cuesta cifras millonarias a Cuba, más el bloqueo de hecho que impuso la desaparición de la Unión Soviética. Esto significó la no transferencia ni de petróleo, ni de repuestos, ni de tecnología con la que funcionaba toda la industria cubana. Por lo tanto tuvieron que rearmarse nuevamente y comenzaron a desarrollar vínculos con China por ejemplo; apareció Venezuela que ha sido un bálsamo en la realidad cubana, pero que recién empezó a tener un vínculo fuerte con Cuba a partir de 2003, 2004 cuando surgen los tratados comerciales que dan nacimiento a la Alternativa Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA).
Ahora bien, a comienzos de la década del ‘90 Cuba sufre ese doble bloqueo y por lo tanto necesita divisas. Tienen que entrar dólares a Cuba para poder comerciar con el exterior y seguir manteniendo la satisfacción de las necesidades básicas de la población cubana. Y en ese marco de hacer ingresar divisas a Cuba es que aparece y se potencia la doble moneda.
Una parte de la moneda es una moneda emitida por Cuba pero equivalente a las divisas. Por lo tanto la población empieza a tener una economía en dos velocidades: una en peso cubano y otra en peso cubano convertible (CUC). O sea un peso equivalente a divisa. Eso genera distorsión en la sociedad, genera un doble rasero de capacidad de consumo.
- Teniendo en cuenta esta desigualdad que generó la doble moneda y que, efectivamente, hoy por hoy se está comenzando a avanzar en la reunificación ¿no fue acaso un error dar inicio a este proceso en un comienzo?
- No tenían otra alternativa que hacer esto para que ingresen divisas a Cuba y que esas divisas sean apropiadas por el Estado para resolver cuestiones de fondo. Por ejemplo el abastecimiento petrolero. Con los dólares o euros que entran a Cuba el gobierno resuelve las compras que se socializan al conjunto de la población.
A partir de eso, en base a esas divisas que captura el Estado, emite una moneda cubana (emisión del Banco Central de Cuba) pero convertible en divisas. Por lo que a la población le da lo mismo tener un dólar o un peso convertible.
- ¿Cómo se desenvolvió el modelo económico de doble moneda y que motivó a que ahora se tome la decisión de reunificarla?
- Es concreto, había y hay tiendas que solo venden en pesos convertibles. Si no tenés pesos convertibles no podés comprar y por lo tanto la tendencia fue a que cada vez más las empresas cubanas (estatales) empezaron a pagar una parte de los salarios en pesos convertibles. Obviamente había gente que tenía más acceso al peso convertible que al peso cubano y eso generó diferencias claras de capacidad de consumo, de satisfacción de necesidades.
Por esto, en la discusión del modelo económico que se hizo entre 2010 y 2011, se resolvió terminar con la doble moneda. En una reunión de la Asamblea Legislativa de este año, Raúl Castro planteó que había que acelerar el asunto pero cuidadosamente porque cambiar una cuestión monetaria no es algo sencillo.
En ese sentido lo que se anunció esta semana es que empieza el cronograma de desmantelamiento de la doble moneda. Es decir, no es una decisión de un día para el otro. Hay que ajustar la contabilidad de las empresas, hay que hacer una cantidad de modificaciones técnicas y el cronograma supone empezar con capacitación para el personal de las empresas de cómo se registra, de la contabilidad.
Además la medida anuncia que nadie va a sufrir consecuencias monetarias. Es decir que todos los que tienen depósitos en los bancos en CUC van a tener la paridad que es de 1 a 24 pesos cubanos en la actualidad.
Lo que se está señalando es que se terminó el periodo especial en materia de moneda y a partir de ahora hay que desplegar un cronograma para que toda la población se maneje en pesos cubanos y no en pesos convertibles. Con lo cual se toma una medida que podríamos llamar de soberanía monetaria para que haya una sola moneda.
El desafío es que crezca la productividad de la economía cubana para que esto no genere mayores conflictos y terminar con la diferenciación social que la doble moneda había generado.
- Teniendo en cuenta los últimos datos de la economía cubana esta decisión ¿Es un paso en pos de dar marcha atrás con medidas que se tomaron en el periodo especial cuando no quedaba otra opción o tiene que ver con el desarrollo de la economía cubana y la posibilidad de dar un salto cualitativo?
- Ni una cosa ni la otra. Cuba sabe que tiene que hacer un cambio cultural en el modelo económico, el modelo productivo y la capacidad de trabajo de la población cubana empezando por la producción agraria. Más que lo monetario, lo primero y que más preocupa es la producción de alimentos. Por eso esta medida viene después de años donde se han distribuido tierras a personas en forma individual, a cooperativas y hay un fuerte estímulo por bajar la factura de alimentos.
Cuba importa más del 80% de los alimentos básicos y por eso tiene que generar una revolución agraria a todo nivel. Por eso se ha montado un cambio en el sistema financiero para otorgarles créditos a esas personas que reciben tierra. Cuba partía prácticamente de cero en esto porque había desarticulado, en la división internacional socialista del trabajo, su capacidad de producir alimentos.
Cualquier país del mundo que no resuelva la cuestión alimentaria para su población empieza perdiendo. Entonces esta medida monetaria viene a tomarse después de un largo periodo de fomento de la producción agraria y por lo tanto mejora la productividad.
Segundo, Cuba ha empezado a producir petróleo. No se autoabastece de petróleo pero es importante la sustitución que se hace de petróleo importado. Eso también contribuye a mejorar la productividad.
Y tercero, ha generado una reforma administrativa que ha significado pasar una cantidad importante de trabajadores del Estado a la actividad privada, individual o en cooperativas. Con lo que ha mejorado la orientación y el destino del gasto público tratando de no afectar, igual que en el periodo especial, ni la educación ni la salud.
Todas estas medidas en conjunto suponen que hay una mejora de la productividad cubana pero no para tirar manteca al techo. No es que hay un salto de calidad sino que Cuba medita mucho cualquier medida porque toda decisión que se tome tiene que, en principio, favorecer a 11 millones de habitantes. A toda la población.
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