La “nueva estrategia” antidemocrática de la gusanera cubana y sus amos viene con las mismas mentiras

Vea la foto que corresponde a los supuestos ¡200 cocheros! de Santa Clara que "protestaban" publicada por un sitio contrarrevolucionario en Facebook. La historia real y la "estrategia" que anuncia el mitómano Guillermo Fariñas para tumbar a Genaro de la Mula, al "régimen", digo al legítimo gobierno cubano, es analizada aquí.


Norelys Morales Aguilera.- “Una mentira nunca vive hasta hacerse vieja” decía el filósofo Sófocles, pero los laboratorios de la guerra mediática contra Cuba, que integran especialistas en comunicación, en manejo de medios y agentes CIA, entre otros, auxiliados de sus asalariados en la Isla, desde luego, buscan “la fuente eterna de la juventud” para los embustes.

Hay un antecedente poderoso de una “nueva estrategia para la disidencia”, que ni es nueva, ni es estrategia, ni es disidencia, que ha presentado en el impresentable Nuevo Herald de Miami, el mitómano y supuesto Gandhi tropical, Guillermo Fariñas, promocionado en los medios como un “demócrata” y “pacifista desinteresado”.[1]

Resuena el comunicado enviado a Washington en 2009 por Johathan Farrar, ex jefe de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en La Habana (SINA) donde aseguró que ve “muy poca evidencia de que el mensaje de las principales organizaciones disidentes tenga resonancia con el cubano común”.

Casi cinco años después de que Farrar alertara a sus jefes, esa disidencia sigue podrida, aunque otra cosa es en la campaña de prensa constante en la cual están enfrascados con los doctrinas de sus amos norteños, decididos a justificar sus gastos y levantarle la moral abatida a los ultraderechistas y terroristas miamenses que siguen influyendo en la política de la potencia, vergonzosamente.

Sin embargo, la respuesta a tanta frustración la explicó Fariñas: “La idea es hacer cosas para que la gente nos perciba como sus defensores, dijo Fariñas. “Vamos a relegar las exigencias políticas porque necesitamos más apoyo popular antes de impulsarlas”. O sea, que no es una estrategia, sino una táctica manipuladora de la realidad, que incluye el irrespeto por la democracia, como veremos.

Los “desagradecidos” cubanos no acaban de comprender que las “exigencias políticas” a las cuales se refiere el contrarrevolucionario son los “derechos humanos, la libertad de expresión y la democracia de Washington” para la Isla. ¡Bobos que son los cubanos como para creer a los vagos profesionales de la gusanería y la contrarrevolución!

LA PRUEBA “IRREBATIBLE” DEL CAMBIO DE “ESTRATEGIA”

El pasado 11 de septiembre el “ilustre” El País de España publicó: “Un grupo de doscientos cocheros de la ciudad de Santa Clara, en la región central de Cuba, se congregaron este martes por la mañana frente a la sede de la Asamblea Provincial para pedir la rebaja de los impuestos que deben pagar a La Habana ahora que se han declarado trabajadores por cuenta propia. El disidente cubano Guillermo Fariñas, junto a una decena de militantes de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), acudieron a darles su apoyo y fueron detenidos y golpeados por la policía.”. El diario madrileño conservador, al estilo panfletario de los miamenses da crédito a un tal Félix Navarro, sin otras comprobaciones y mucho menos incluye la foto que puede verse en este trabajo donde se aprecia que no eran 200, sino una veintena incluidos los “disidentes”. [2]

Lo sucedido en realidad fue que una comisión de los cocheros de Santa Clara, ejercitando la democracia, en búsqueda de más explicaciones para llegar a un arreglo, como están haciendo mientras redacto estas líneas fueron violentados en sus derechos por los “disidentes”. Incluso uno de los oportunistas que intentaron manipular los dichos de la comisión, recibió un manotazo de uno de los cocheros, ya que los intrusos no le dejaban hablar, según una testigo, trabajadora de la Asamblea del Poder Popular de Santa Clara. Varios han manifestado su indignación.

Sin embargo, véase como manipula el suceso Fariñas y El Nuevo Herald: “Más que una simple protesta, el acto refleja una nueva estrategia por parte de la disidencia cubana, aprendida, en parte, gracias al sindicato de trabajadores polaco “Solidaridad”: si deseas ganar más apoyo popular, modera el tono de las exigencias de apertura política y apoya las exigencias de la gente común para lograr cambios económicos y sociales.”

LOS APRENDIZES DE BRUJO

Es sabido que Cuba se encuentra en un proceso interesante e intenso de actualización de su modelo económico, que marcha de la mano con la participación ciudadana. Nadie puede esperar que no se presenten legítimas contradicciones, que están siendo solventadas en medio de una auténtica democracia donde los actores participan en los distintos espacios ciudadanos, y en el ejemplo que nos ocupa, los cocheros fueron a donde debían ir, a las máximas autoridades gubernativas de la provincia de Villa Clara.

Intervenir para apropiarse y manipular la “protesta”, que es el contenido de la supuesta “nueva estrategia” denota una actuación antidemocrática, que se enseña en Washington como la experiencia polaca, ya que la “Primavera árabe” no fructifica en el Malecón habanero, ni en el resto de la Isla.

Y, si hiera falta constatar el resultado de la burda actuación de los oportunistas que provocó el malestar de los cocheros con los “disidentes”, el mismísimo Nuevo Herald lo aclara: “En cuanto a si los disidentes y los cocheros habían logrado entablar algún tipo de relación como resultado de la protesta, Fariña prefirió no hacer comentarios.” Obviamente, los cocheros estaban molestísimos porque fueron manipulados y Fariñas es un mentiroso profesional.

El mitómano y otros, incluidos un “activista laico católico, un pastor bautista, un bloguero y un rapero”, han viajado recientemente a Polonia por 15 días para un entrenamiento en la Fundación Lech Walesa. Pero, también tuvo “reuniones privadas” en Miami con connotados terroristas y financistas de la subversión contra Cuba, donde reclamó más dinero.

De lo que se trata en definitiva la supuesta nueva táctica contrarrevolucionaria, que se acompaña de la mentira y la manipulación, es de crear matrices de opinión mediáticas para los pagadores porque no pueden conseguir, y no conseguirán, ser la voz del pueblo cubano.

Pedir un poco de respeto por la verdad a medios internacionales como los citados es tonto, pero la mejor respuesta a toda esta superchería me la dijo un cochero de Santa Clara con un sombrero guajiro atado con una cinta amarilla por los Cinco: “Son unos comemierdas”.

Notas

[1] http://www.cubainformacion.tv/index.php/component/content/17849?task=view
[2] http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/11/actualidad/1378863588_331324.html

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