El Departamento determinó que las oficinas en el extranjero y subsidiarias de American Express habían expedido 14,500 boletos para viajes hacia y procedentes de la isla entre diciembre del 2005 y noviembre del 2011.
Esas compras de boletos se hicieron en aparente violación de las Regulaciones de Control de Bienes Cubanos, que prohíben todo tipo de transferencias o crédito y todos los pagos en los cuales Cuba tiene intereses.
American Express indicó que había aplicado esos controles a fin de impedir que ese tipo de ventas vuelvan a ocurrir.
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