Norelys Morales Aguilera.- El clímax del tour de Yoani Sánchez por el mundo ha sido Miami. Pero, no todo Miami ni mucho menos, sino el Miami de la bandera de Estados Unidos envuelta con el patrioterismo de los que sueñan con volver a Cuba al pasado, a quienes la Sánchez ha llamado pueblo para sentir los aplausos de consuelo por su orfandad.
La prueba inequívoca de ese retorno, a la dictadura de Batista y el traspatio americano fue el lugar escogido: la Torre de la Libertad de Miami, un lugar emblemático para quienes huyeron de la Revolución por crímenes, entre otros.
Sánchez como el nuevo el emblema de los terroristas, partidarios del bloqueo, las sanciones contra Cuba y los que pretenden destruir la Revolución y cuanto de auténtico tiene la nación cubana, “se esforzó por tender una mano, evitar la confrontación, buscar la complicidad y expresar cariño hacia los cubanos residentes en el extranjero”, señaló Efe, englobando a quienes no comparten su mercenarismo y viven tanto en Miami como en otros lugares fuera de Estados Unidos.
La mercenaria, que ha probado su ideología con creces y quién la subvenciona y promociona, dijo a su “selecto público”, incluidos mercenarios de Playa Girón, que es el que festeja como carroñero, y que hace y deshace maletas de tanto en tanto para volver a Cuba por sus fueros, que "No hay un ustedes y un nosotros, sólo hay un nosotros. No permitamos que nos sigan separando".
Volvió a su extremismo calificado. Sánchez le atribuye a los representantes de la cloaca de Miami el monopolio del pensamiento de los cubanos que viven en el extranjero, olvidando que la mayoría en los distintos países ha proclamado su pertenencia a la Isla sin dueños norteamericanos.
En un discurso que dicen fue escrito “por una mano amiga” pidió ayuda en la reconstrucción de la isla a lo made in usa, que son sus patrones, sin contar una vez más con los cubanos de la Isla a quienes no representa.
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