Dos meses después de la publicación de unos polémicos versos ("Lo que hay que decir") contra la política exterior israelí, el intelectual germano vuelve a la carga, esta vez, condenando las políticas reformistas y de austeridad impuestas a Grecia desde los núcleos más influyentes de la eurozona.
En doce estrófas pareadas, Grass, de 84 años, contradice abiertamente los designios de la canciller federal Angela Merkel, adalid de la implementación de las mismas estrictas medidas de ahorro que el autor de El tambor de hojalata considera "veneno" para el país balcánico, cuna de la civilización occidental.
[PL/El País/Cubadebate]La vergüenza de EuropaGünter GrassAunque próxima al caos, por no agradar al mercado, lejos estás de la tierra que tu cuna fue.
Lo que con el alma buscaste y creíste encontrar
hoy lo desechas, peor que chatarra valorado.
Desnuda en la picota del deudor, sufre una nación a la que dar las gracias era antaño lo más natural.
País condenado a ser pobre, cuya riqueza
adorna cuidados museos: botín por ti vigilado.
Los que invadieron con armas esa tierra bendita de islas llevaban, con su uniforme, a Hölderlin en la mochila.
País tolerado ya apenas, a cuyos coroneles
toleraste un día en calidad de aliados.
País sin ley al que el poder, que siempre tiene razón, aprieta el cinturón más y más.
Desafiándote viste de negro Antígona, y en el país entero hoy lleva luto el pueblo cuyo huésped eras.
Pero, fuera de ese país, el cortejo de parientes de Creso ha acumulado en tus cámaras cuanto brillaba dorado.
¡Bebe de una vez, bebe! grita la clac de los comisarios, pero airado te devuelve Sócrates su copa a rebosar.
Maldecirán los dioses a coro lo que te pertenece, pero sin tu permiso no se podrá expropiar el Olimpo.
Sin ese país te marchitarás, Europa, privada del espíritu que un día te concibió.
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