David Rivera, Ileana Ross y Mario Díaz-Balart se comportan como perros rabiosos |
La medida fue descartada después que la Cámara de Representantes eliminara también una iniciativa de la legisladora republicana Jo Ann Emerson, que habría facilitado a Cuba la compra de mercancías estadounidenses.
Aunque ello supone un mantenimiento del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba que Washington estableció hace más de medio siglo con un costo para la isla de 975 mil millones de dólares, el pataleo de la cochambre de Miami contra Obama no se hizo esperar.
Díaz-Balart arremetió este viernes con falsedades contra el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por no permitir la aprobación de su enmienda.
"Espero que el pueblo estadounidense vea que el presidente Obama podría negar servicios esenciales a los estadounidenses, detener los cheques de nuestros ancianos y veteranos de guerra, antes que revertir un aspecto de su fracasada política hacia Cuba", señaló el republicano en un comunicado.
El congresista dijo que su enmienda pretendía revertir "algunas de las más atroces concesiones unilaterales de la administración Obama con el régimen terrorista de Cuba".
Remató así: "Simplemente, no podía permanecer de brazos cruzados mientras las políticas de Obama canalizan millones de dólares norteamericanos hacia los opresores del pueblo cubano", dijo, y añadió: "Este es un asunto de libertad, seguridad nacional y derechos humanos".
Por su parte en la contienda verbal de quién es más feroz, el congresista republicano David Rivera, que votó en contra del proyecto, pese al acuerdo entre los dos partidos, acusó a Obama de "reafirmar su lealtad a Fidel y Raúl Castro".
Indicó que el presidente "confirma su estatus como el principal cabildero" del régimen en Washington.
En tono de víctima, la congresista ultraderechista republicana Ileana Ros-Lehtinen reconoció estar "decepcionada" porque la enmienda de de Mario Díaz-Balart fuera eliminada del proyecto de ley, "debido a la insistencia del presidente Obama".
Sin embargo, la también presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Congreso se mostró complacida de que "una de las disposiciones perjudiciales, que beneficiaría económicamente al régimen de Castro, se ha retirado".
Obama que ciertamente ha hecho muy poco para normalizar las relaciones con Cuba y que ha tenido momentos de franca beligerancia en su retórica hacia la Isla, tiene que lidiar con estos fanáticos vividores del dinero que autoriza el propio Congreso de Estados Unidos para “la democracia” yanqui en la Isla, que se comportan como verdaderos perros rabiosos.Otra de las paradojas de la política injerencista contra Cuba.
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