La única posible es que quienes así piensan, de los que habitan el sitio donde casualmente nacieron, son sietemesinos, incapaces de ejercitar su derecho de ser libres y están aptos para obedecer a una potencia extranjera, cuyas apetencias aplastarían a la nación, su cultura y sus derechos, remedando siempre los tiempos en que los procónsules yanquis gobernaban este país desde un barco surto en el puerto de La Habana.
Los débiles y fracasados no son los que enarbolan construir una mejor nación frente a lo externo o internos, sino los que hace rato perdieron y se largaron, al margen de los que han emigrado por legítimas razones y que no son enemigos de sus compatriotas.
Mercenarios son los que no tienen el coraje para poner el hombro a la epopeya de un pueblo que brega contra el bloqueo más prolongado que ha soportado país alguno, por parte de otro que se llama campeón de la democracia y que ha afectado la economía cubana en 975 mil millones de dólares. [2]
Mercenarios son los que piden a los ultraconservadores de la política norteamericana o española que sostengan esas medidas o la llamada “posición común” de Europa para poner de rodillas a la Isla y entronizar todos los males que proliferan en el mismísimo Miami, la república autónoma de los terroristas que ponen bombas en hoteles o derriban aviones en pleno vuelo.
Mercenarios son los que ofrecen sus servicios a los diplomáticos injerencistas del gobierno de Estados Unidos cuyo fin es poner a Cuba al servicio de los intereses ese yanquis para los cuales, el ejemplo moral basta para que desate una confabulación o hasta una guerra si lo tuviere a bien.
Y, los que están defendiendo la provocación con la nueva flotilla de pacotilla de Ramón Saúl Sánchez Rizo no deben ignorar que el señor tiene un amplio historial terrorista y que ha violado el espacio marítimo de Cuba en 17 ocasiones, según consta a la policía de Miami, que sabe además que se han inscrito personas con antecedentes violentos. [3]
Aspiran a un apoyo en Cuba que solo pasa por la cabeza de los mercenarios listados por la SINA en La Habana para justificar los millones que ofrece la actual administración Obama, como lo han hecho sus antecesoras.
Solo estos mínimos argumentos permiten hablar de la victoria garantizada de los cubanos que sostienen la Revolución con una fortaleza moral a toda prueba.
En cuanto a quien escribe puedo garantizar que solo tengo un privilegio: la posibilidad de ponerme al servicio de mi pueblo y contra el imperialismo, sin pedir nada a cambio.
[1] http://nuestrasvocesalilabarfer.blogspot.com/2011/12/respuesta-al-articulo-del-blog-isla-mia.html
[2] http://islamiacu.blogspot.com/2011/12/yoani-sanchez-un-desayuno-de-trabajo-o.html
[3] http://islamiacu.blogspot.com/2011/12/sanchez-rizo-el-payaso-terrorista-de-la.html
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