Collin Laverty.- Este sábado marcó el segundo año de prisión de Alan Gross, un subcontratista del gobierno norteamericano encarcelado en Cuba. Gross y su familia han sostenido que estaba proporcionando entrenamiento básico de internet a la pequeña comunidad hebrea de Cuba, mientras que el gobierno cubano lo ha acusado de introducir sofisticados equipos de comunicaciones como parte de un programa de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) destinado a provocar un cambio de régimen.
Judy Gross, esposa de Alan, declaró recientemente que Gross se sentía inseguro con respecto a la legalidad de sus actividades en Cuba y solicitó confirmación a Alternativas de Desarrollo Inc., la compañía para la cual estaba trabajando, pero se le instó a no indagar acerca de la legalidad del programa y sus actividades en la isla. No queda claro si la ingenuidad de Gross, un individuo que ha trabajado en proyectos en varios puntos del planeta, era en verdad genuina. Él y su familia, sin embargo, alegan que no fue adecuadamente informado acerca de los riesgos que implicaba su labor en la isla.
A continuación sigue la nota que Gross debería haber recibido de la USAID antes de emprender su labor en Cuba, para así eliminar cualquier equívoco acerca del programa y sus riesgos.
Querido Subcontratista del Gobierno Norteamericano:
Como Ud. Sabe, Cuba es un estado autoritario que controla el acceso a la información y la interacción de sus ciudadanos, entre ellos mismos y con extranjeros. Los Estados Unidos y Cuba han estado enfrentados durante las últimas cinco décadas y en la actualidad no tienen relaciones normales. Por los tanto, existen riesgos significativos implicados en el viaje a Cuba por parte de un operativo del gobierno norteamericano portador de actividades clandestinas que apunten a debilitar el régimen. Teniendo en cuenta su seguridad y el bienestar de su familia, queremos que Ud. Esté totalmente consciente de los riesgos implicados en la empresa que acometerá.
El Gobierno Cubano ha llamado en repetidas ocasiones a poner fin al programa de USAID para Cuba, categorizándolo como una provocación y una violación de su soberanía. Con ello en mente, debe Ud. estar plenamente al tanto de que es parte de un programa que el gobierno anfitrión considera ilegal, incendiario y amenazador.
Ud. viajará a Cuba como agente del Gobierno norteamericano, pero entrará con una visa de turista. No declarará su rol como agente, pero sí llevará a cabo actividades en tanto que contratista de dicho gobierno. Trabajar como agente de un gobierno extranjero sin registrarse en consecuencia es un delito en Cuba, tal como lo es en los Estados Unidos. En otras palabras, su viaje clandestino a Cuba es en sí mismo un delito, punible mediante arresto, detención y encarcelamiento.
El programa USAID para Cuba está autorizado por la Sección 109 de la Ley Helms-Burton, cuyo propósito expreso es el de apoyar aquellos grupos en la isla dedicados a derrocar el régimen. En respuesta a dicha ley, Cuba aprobó la Ley No. 88, para la Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba, que considera de manera explícita como ilegales a muchas de las actividades de la USAID en la isla, incluyendo los esfuerzos para introducir y distribuir materiales del gobierno de los Estados Unidos de América, sus agencias, dependencias, representantes o funcionarios. La violación de la Ley 88 es punible mediante arresto, detención y encarcelamiento.
El programa de la USAID para Cuba es operado de modo en extremo encubierto y poca información al respecto se encuentra disponible para los contribuyentes o aquellos responsables de ejercer supervisión en el Congreso. Es muy similar a un programa de la CIA operado bajo la fachada de asistencia para el desarrollo. La falta de transparencia tiene por objetivo la protección suya y la de otros operativos, pero simultáneamente se corre el riesgo de irritar al Gobierno Cubano y de reforzar sus acusaciones en contra suya en caso de que sea Ud. capturado.
Si Ud. es arrestado y encarcelado en Cuba, hay muy poco que el Gobierno norteamericano esté dispuesto a hacer para garantizar su liberación. Técnicamente Ud. no es un empleado de dicho gobierno, así que ahora estará Ud. bien al tanto de los riesgos implicados en la tarea. La política relacionada con Cuba hará en extremo difícil para cualquier administración el entrar en conversaciones directas con el Gobierno cubano para negociar su regreso a casa.
Mientras que por una parte, las consecuencias para Ud. y su familia son grandes, nosotros le compensaremos por los peligros con mucho dinero. La compañía que hemos contratado para este proyecto, la DAI, le pagará más de medio millón de dólares por su trabajo, a pesar de que Ud. habla poco español y no tiene experiencia de trabajo en Cuba. Con ese sueldo en mente, debe Ud. estar consciente de las implicaciones políticas y riesgos asociados a sus viajes a Cuba. Por favor, contáctenos si desea obtener más detalles acerca del código penal cubano – específicamente en cuáles delitos incurrirá con su trabajo y el largo de las sentencias asociadas a ellos.
Sinceramente,
Consejero Legal de USAID
Progreso Semanal
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