José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.- El
pasado 10 diciembre, se realizaron en Cuba numerosas actividades por el
aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DDHH),
protagonizadas por estudiantes de diversas facultades del país (1). Agencias y
grandes medios, sin embargo, ignoraron ese día toda información sobre Cuba que
no estuviera relacionada con la llamada “Flotilla Democracia”, que partió desde
Miami hasta el límite de las aguas jurisdiccionales cubanas
(2).
Así lo reportaba, por ejemplo, Euronews, un canal de
televisión ligado a los intereses geopolíticos de la Unión Europea: “La Flotilla
de la democracia ilumina el cielo de La Habana en la víspera del Día
Internacional de los DDHH. Un grupo de exiliados cubanos procedente de Miami
lanzó fuegos artificiales frente a las costas de la Isla”.
Pero, ¿quiénes formaron este aparentemente pacífico
“grupo de exiliados cubanos” que con tanta poesía describe
Euronews?
El organizador, Ramón Saúl Sánchez Rizo, militó
durante 40 años en grupos terroristas de la ultraderecha cubano-americana, como
Alpha 66, CORU, Jóvenes de la Estrella, Organización para la Liberación de Cuba
y Omega-7, todas ellas con centenares de víctimas mortales, desde pasajeros de
un avión en pleno vuelo hasta niños víctimas de un ataque biológico (3) (4).
Ramón Sánchez intervino personalmente en decenas de ataques a barcos y sedes
diplomáticas cubanas en el mundo, y varios informes del FBI desclasificados
aseguran su participación en varios atentados con bomba (5). En los últimos
años, Sánchez ha centrado su actividad en el boicot a toda flexibilización de la
prohibición de viajar a Cuba a la emigración cubana de EEUU
(6).
Pero de todo esto, ni Euronews, ni el resto de
grandes medios, han dicho una sola palabra.
Tampoco de que la citada Flotilla Democracia –en un
acto de evidente provocación a la soberanía cubana- contó con la colaboración
activa de la Guardia Costera de EEUU (7).
La Flotilla tenía como misión, además, homenajear a
las llamadas Damas de Blanco, que el canal Euronews presentaba así: “La famosa
asociación de mujeres que lucha por la liberación de sus familiares encarcelados
por la falta de libertades en Cuba”. Alguien debería poner al día al periodista
de este canal, ya que, actualmente, las citadas Damas de Blanco no tienen ningun
familiar encarcelado, e incluso Amnistía Internacional ha confirmado que, hoy,
en Cuba no existen presos de conciencia (8).
El canal Televisión Española realizaba la misma
descripción victimista de las citadas Damas de Blanco: “En la sede de las Damas
de Blanco, un nuevo acto de hostigamiento y varias calles cortadas. En el
interior, 28 mujeres del grupo leen la Declación Universal de los DDHH”. Y para
enfatizar esta caracterización, tras la noticia emitía otra acerca de mujeres
víctimas de dictaduras y represión en otros países, con la evidente intención de
generar una relación inconsciente de significado (9).
Por eso, todos estos medios se cuidaron mucho de
informar de un detalle que podría poner en entredicho esta imagen edulcorada de
las Damas de Blanco. Tres días antes de zarpar desde Miami la citada Flotilla
Democracia, la líder de ellas, Berta Soler, participó en un desayuno de trabajo
en la mismísima casa del jefe diplomático de EEUU en Cuba, John Caulfield, junto
a más de 30 miembros de la “disidencia” cubana (10). Varios blogueros de la Isla
sostienen que allí se detallaron los papeles que cada cual asumiría, horas
después, en apoyo a la citada Flotilla Democracia.
Según las mismas fuentes, en la reunión destacó el
papel de la bloguera Yoani Sánchez que, al contrario que otros “disidentes”,
permaneció horas en la residencia diplomática y salió de ella camuflada en el
interior de un automóvil oficial (11). De hecho, Yoani Sánchez se encargó de dar
la cobertura propagandística en las redes sociales de Internet y en los propios
medios de Miami a la provocación marítima organizada por el terrorista Ramón
Saúl Sánchez Rizo.
Los medios internacionales han censurado todos estos
elementos informativos imprescindibles para comprender la naturaleza y trasfondo
político de la llamada Flotilla Democracia, y así seguir engañando a la opinión
pública mundial sobre la llamada “disidencia” cubana que, sin apoyo popular
significativo, cada día hace más evidentes sus estrechos lazos con el Gobierno
de EEUU y con los grupos históricos del extremismo anticastrista con sede en
Miami.
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