José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.- El pasado 1 de octubre
–en un solo día- la policía detenía en Nueva York a cerca de 700
activistas del movimiento contra el poder de la banca y Wall Street (1).
En titulares y notas de agencias y otros medios sobre el incidente,
apenas se incluían juicios de valor sobre la actuación policial, o
análisis críticos sobre el régimen político y social de EEUU (2).
Unos días más tarde, estos mismos medios reproducían, sin contraste
alguno, la denuncia del famoso “disidente” cubano Elizardo Sánchez Santa
Cruz, presidente de la denominada Comisión Cubana de Derechos Humanos y
Reconciliación Nacional (CCDHRN), sobre un supuesto “record de
detenciones” en Cuba durante el mes de septiembre (3). Decenas de medios
de todo el mundo aseguraban que la policía cubana había llevado a cabo
más de 500 arrestos de corta duración, la mayor cifra de los últimos 30
años.
Tanto titulares como texto de las noticias eran, en su inmensa
mayoría, valorativos, condenatorios del gobierno y régimen político
vigente en la Isla, y otorgaban credibilidad absoluta a la citada fuente
única.
Pero algunos datos -que estos mismos medios conocen, pero han
decidido censurar- inducen a serias dudas sobre la citada cifra de
detenciones. A comienzos de septiembre, la Televisión cubana demostraba
que en la última lista de supuestos “presos políticos” que
periódicamente entrega a la prensa extranjera el citado Elizardo
Sánchez, había una serie de nombres inventados, como los de varias
integrantes del equipo de voleibol de Perú, el de un futbolista
boliviano, e incluso el de un pintor español del siglo XVIII (4).
Un cable de la oficina diplomática de EEUU en La Habana, revelado por
Wikileaks pero también censurado en los grandes medios, demuestra que
Elizardo Sánchez y su Comisión Cubana de Derechos Humanos son receptores
de fondos del Gobierno de EEUU, algo que desmonta cualquier intento de
presentarse como una “fuente civil independiente” (5).
De hecho, uno de los excolaboradores de Sánchez, el también
“disidente” Richard Roselló, le acusa de robar el dinero que el Gobierno
de EEUU y otras potencias destinan a la “disidencia”, y de “estar más
interesado en mantener una lista bien abultada (de “presos políticos”)
que en (...) los problemas reales de la oposición” (6).
La propia agencia estadounidense de noticias Associated Press (AP),
en un reportaje reciente, ponía en duda los citados datos de
detenciones, ya que –decía- “no fue posible confirmar esas cifras de
manera independiente y el Gobierno (cubano) no hizo comentarios” (7).
Dos periodistas enviados a la Isla por dicha agencia hacían un retrato
descarnado de la situación de la llamada “disidencia”.
Afirmaban que
ésta trata de “lograr el apoyo de una sociedad que nunca ha parecido
particularmente receptiva”; que “no ha podido emular las sublevaciones
que ocurrieron en el mundo árabe o siquiera las protestas exigiendo
mayor justicia social que sucedieron en Gran Bretaña, Grecia y España”. Y
llega a una conclusión certera: “En Cuba es común encontrar gente
descontenta con la realidad del país, pero pocos consideran a los
disidentes como una alternativa real”. Y recordaba cómo lo reconocía
hasta el propio Jefe de la Oficina de Intereses de EEUU en La Habana,
Jonathan Farrar, en un informe interno revelado por Wilkileaks: “Pese a
sus afirmaciones de que representan a “miles de cubanos”, nosotros vemos
–decía el diplomático- muy pocas evidencias de ese apoyo” (8).
La agencia AP también hacía hincapié en que, en la actualidad,
Amnistía Internacional no reconoce “prisioneros de conciencia” en Cuba,
ya que quienes son defendidos como tales por Elizardo Sánchez o las
Damas de Blanco están “tras las rejas por delitos a veces violentos
(...), como sabotaje y secuestro de naves”. Pero los grandes diarios que
llevaban a titular la supuesta “ola record” de detenciones, hablaban
–sin mención alguna de este carácter violento de sus acciones- de "unos
80 condenados o procesados por motivos políticos".
Mientras, en EEUU se detenía -en un solo día- a 700 activistas
políticos, y en lugares como Grecia (9) o Chile (10), la policía
empleaba gases lagrimógenos, porras, pelotas de goma y otros
instrumentos de represión contra trabajadores y estudiantes. Una imagen
–tan habitual en el mundo- que la gran prensa internacional anhela poder
captar en Cuba, y que –a pesar de las decenas de millones de dólares
que recibe la llamada “disidencia” cubana para sus constantes
provocaciones- nadie ha podido ver en la Isla en los últimos 53 años.
(1) http://www.20minutos.es/noticia/1175408/0/occupy-wall-street/protestas/washington/
(2) http://www.telecinco.es/informativos/internacional/noticia/7744300/detenidos+puente+brooklyn+wall+street+indignados+protestas
(3) http://www.abc.es/20111005/internacional/abcp-ofensiva-castro-encarcelados-20111005.html
(4) http://lapupilainsomne.wordpress.com/2011/09/07/futbolistas-bolivianos-y-un-pintor-del-siglo-xviii-en-listado-de-presos-politicos-en-cuba/
(5) http://www.cablegatesearch.net/cable.php?id=08HAVANA753&q
(6) http://mosaicocubano.blogspot.com/2011/09/la-verdad-en-su-lugar-boletin-no-2.html
(7) http://www.contrainjerencia.com/index.php/?p=26907
(8) http://www.elpais.com/articulo/internacional/Cable/EE/UU/apuesta/disidencia/juvenil/elpepuint/20101216elpepuint_29/Tes
(9) http://lapupilainsomne.wordpress.com/2011/10/06/grecia-impresionantes-imagenes-de-la-represion-fotos/
(10) http://www.radiohc.cu/noticias/internacionales/6823-mas-de-250-detenidos-en-chile-durante-brutal-represion-contra-manifestaciones-estudiantiles.html
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