El cuerpo decapitado de Elizabeth Macias Castro. |
Junto a sus restos había una nota, típica de la banda Z, indicando que fue “castigada” por sus publicaciones periodísticas en Internet, además de dos teclados de computadora, un reproductor de discos y cables. El cuerpo, que horrorizó a los automovilistas, permaneció largo tiempo colgado, hasta que apareció la Policía Federal.
Macías Castro era editora-jefa del periódico local Primera Hora, de propiedad del alcalde de Nuevo Laredo, Benjamín Galván Gómez, de 39 años, del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI). El mensaje colocado junto al cuerpo identificaba a la víctima por el pseudónimo “La Nena de Laredo”, señalando que reportaba informes “sobre la violencia” a través del portal “Nuevo Laredo en Vivo” y las redes sociales.
Este atroz homicidio sería el tercero ocurrido en esa ciudad fronteriza en venganza por publicaciones en Internet y las redes sociales sobre cárteles del narco-crimen organizado. El 13 de septiembre aparecieron colgados de un puente peatonal los cuerpos de una mujer de 28 años y un hombre de 25. El cadáver de la mujer apareció destripado y con los pechos desnudos, colgando de pies y manos, mientras a su lado estaba suspendido de las manos el cuerpo ensangrentado del joven, con su hombro derecho visiblemente separado del cuerpo. Junto a los cuerpos de los jóvenes “twuitteros” había un letrero en cartulina con esta terrible amenaza contra quienes usen Internet para reportar narco-delitos: “Esto les va a pasar a todos los relajes (twitteros) del Internet, pónganse vergas (listos) ya los traigo en corto, Atte: Z”.
La revista Contralínea informó que en los 11 años en que gobierna México el Partido Acción Nacional (PAN) -desde 2000-, han sido asesinados o desaparecidos 102 periodistas en México. Con el horrible asesinato de María Elizabeth Macías, en los 9 meses transcurridos de 2011, han matado o desaparecido a 15 periodistas, según el recuento de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP), de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).
Entre los últimos asesinatos se cuentan dos mujeres periodistas cuyos cuerpos aparecieron a principios de septiembre en un parque de la Ciudad de México y otra reportera en julio en el estado de Veracruz (este). Los ciudadanos de las localidades fronterizas a menudo publican “twitters” bajo seudónimos para denunciar crímenes de narco-bandas, buscando cierto grado de anonimato, mientras los medios locales se muestran intimidados para denunciar la violencia, no sólo en la frontera con EEUU sino en todos los estados en que operan cárteles tipo Z. La comunidad de periodistas vive consternada y en permanente zozobra, pero no todos aceptan la mordaza.
Según el blog “ElBoomeran.com”, de la valerosa periodista Sanjuana Martínez (1) “dos twiteros fueron encarcelados en Veracruz por “perturbar el orden público”, acusados de ‘terrorismo y sabotaje’.
“El ‘delito’ del profesor Gilberto Martínez Vera y de la periodista María de Jesús Bravo Pagola fue, según la autoridad, generar una ola de pánico por haber difundido en Twitter y Facebook la versión de posibles ataques del crimen organizado en escuelas.
“El tic autoritario del gobernador de Veracruz Javier Duarte [PRI] no tiene límites. En cuestión de días fue capaz de modificar la ley para perseguir más cómodamente a los twitteros que fueron encarcelados sin que existiera una tipificación del delito en cuestión. Envió una iniciativa de reforma a los artículos 311 y 313 del código penal de Veracruz para incluir el delito de ‘perturbación del orden público. El gobernador se olvidó que en derecho existe un principio fundamental: “Nullum crimen, nulla poena, sine praevia lege”, es decir “ningún delito, ninguna pena sin ley previa”. Pero Duarte se pasó por el Arco del Triunfo la Constitución. La nueva ley fue aprobada, aunque la jugarreta no cuajó del todo.
“Los twitteros cosecharon miles de adhesiones: desde las organizaciones de derechos humanos, legisladores, senadores y hasta la Iglesia. Twitter se convirtió una vez más en una herramienta contra la opresión y la falta de libertad. El apoyo fue mayoritario y la movilización en Internet fue tan contundente que el gobernador déspota dio marcha atrás. Ambos twitteros salieron en libertad, después de 27 días en prisión.
“Bien sabemos que los ímpetus de censura de algunos gobernantes no tienen límites, pero actualmente dicho propósito es prácticamente estéril. Pueden comprar periodistas, operar medios de comunicación a través de la publicidad oficial, tener opinadores a modo, amenazar o asesinar periodistas independientes; el mensaje llegará tarde o temprano.
“Una prueba de ello es el famoso Blog del Narco (2), convertido ya en lectura indispensable de la guerra delirante de Felipe Calderón que ha dejado un saldo de 60 mil muertos, 250 mil desplazados, 20 mil desparecidos…
“Lo censurado en algunos medios de comunicación se publica sin ambages en el Blog del Narco, incluidas las crudas imágenes de violencia, tortura, ejecuciones, barbarie cotidiana. Nadie sabe quien maneja el Blog del Narco, pero la leyenda dice que detrás de esas páginas llenas de sangre e información oportuna y casi siempre veraz, están dos estudiantes de Monterrey.
“La información fluye, y seguirá fluyendo aunque algunos intenten detenerla”. [MAPOCHO PRESS/Contrainjerencia].
Referencias:
1) http://www.elboomeran.com/blog/175/agresiones-cotidianas-blog-de-sanjuana-martinez/)
2) http://www.blogdelnarco.com/
*) Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno, secretario ejecutivo de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP), de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).
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